De Interés

5 puntos a considerar sobre la intervención de la Cruz Roja Venezolana

Con la Cruz Roja local intervenida por orden del TSJ se abre un compás de dudas y riesgos para la libertad de asociación. La Cruz Roja Internacional acompañará el proceso de reestructuración que llevará a cabo una junta de siete personas: 4 con experiencia en el sector salud, el empresario Alberto Vollmer y el medallista olímpico Rubén Limardo

Publicidad
Huníades Urbina: Ayuda humanitaria debe ser apolítica

Todo sucedió de prisa, aunque los días previos anunciaban lo que ocurriría. La sorpresa, en todo caso, fue la designación del empresario Ricardo Cusanno. Y el temor es obvio: las organizaciones civiles están en riesgo. Es decir, más de lo que han estado siempre bajo el chavismo. Ya se anunciaron los nombre de quienes acompañarán al expresidente de Fedecámaras en la reestructuración: hay gente vinculada al sector salud y otras dos sorpresas: Alberto Vollmer y el esgrimista Rubén Limardo.

1-Otro mazazo

En su juego político habitual, fue Diosdado Cabello quien anticipó lo que venía para el presidente de la Cruz Roja Venezolana. El miércoles 3 de agosto, en el programa «Con el mazo dando» prácticamente sentenció a Mario Villarroel: «No tengo nada en contra de la Cruz Roja sino contra quienes la dirigen, las mafias no me gustan en ninguna parte», dijo y aseguró que había denuncias de trabajadores sobre actos de corrupción atribuidos a la directiva encabezada por Villarroel. Y no era la primera vez. En la edición de su espacio de VTV emitida el 19 de julio, se extendió: «Lleva más de 40 años en el cargo sin elecciones sin ningún tipo de renovación dentro de la Cruz Roja, manipula en el mundo a mucha gente (…) es un mal ejemplo, y, además, conspira contra la Revolución Bolivariana (…) Ha llegado a controlar a magistrados del TSJ, se va por el mundo ha hablar en nombre de la Revolución (…) no hay estatutos, esos los pone él y quiere dejar a su hijo en el cargo, acusado de violencia familiar”.

A partir de aquí, ¿se puede pensar que la intervención de la Cruz Roja es un acto de aplicación de justicia para enmendar irregularidades? Ajá, sí…

2-Express

Diosdado lanzó su acusación el 19 y el 27 ya el Fiscal Tarek William Saab anunciaba una investigación por «presunto acoso y maltrato contra voluntarios y trabajadores de la Cruz Roja Venezolana por parte de Mario Villarroel y miembros de su equipo».

El 2 de agosto Saab presentó ante la Sala Constitucional del TSJ una «demanda de protección de intereses difusos y colectivos interpuesta conjuntamente con medida cautelar innominada y subsidiariamente amparo cautelar». Es decir, pidió la intervención del TSJ ante supuestas irregularidades en una asociación civil. La Fiscalía sustentó la solicitud en el testimonio de 8 personas que coinciden y recalcan la denuncia de maltratos por parte de los directivos y las irregularidades en los procesos de elecciones internas que han sostenido a Villarroel en el cargo durante más de cuatro décadas. Pero también dicen cosas como estas: «De igual manera el personal que labora en el hospital, debe trabajar bajo las condiciones más precarias (cual institución de servicio público), siendo el hospital un sistema de salud pago, con un bajo costo sí, pero pago, tomando en cuenta que varios proyectos han promovido las mejoras en la red hospitalaria a través la donación de equipos e insumos que simplemente es guardado e incluso, con todo el dolor, se pierden únicamente por la mala gestión de la gobernanza, muy a pesar de las advertencias de las áreas técnicas».

La Sala Constitucional, como ya vimos, no tardó mucho en responder: en 48 horas -el viernes 4 de agosto- admitió la demanda de la Fiscalía y de una vez ordenó una «reestructuración amplia y diversa» de la Cruz Roja, el cese de funciones de Villarroel y su directiva y al mismo tiempo le dio el sillón principal al expresidente de Fedecámaras, Ricardo Cusanno, para designar una junta de reestructuradora ad hoc. Es decir, el TSJ tomó decisiones sobre aspectos más allá de lo planteado por la Fiscalía y ordenó la intervención total de la Cruz Roja Venezolana.

¿La Cruz Roja Internacional tuvo algo que ver en la defenestración de Villarroel? Es una posibilidad que no debe descartarse, aunque quizás no lo sabremos nunca, debido a los rigores de la diplomacia. Pero este sábado se informó que dos delegados de la CRI ya están en camino para acompañar el proceso de reestructuración ordenado por el TSJ. Respondieron rápido, ¿no?

3-Nadie es eterno…

A diferencia de la Cruz Roja Venezolana, su presidente durante cuatro décadas tiene un sitio web propio activo. Allí se lee que nació en 1947, que es abogado egresado de la UCV y que -entre otras cosas- es doctor en Ciencias Penales. También dice allí que entró como voluntario a la Cruz Roja en 1967 y que en 1978 ocupó por primera vez la presidencia de la institución. Hoy, en el año 2023, desde el poder político lo acusan -sin mostrar pruebas ni juicio de por medio- de controlar a magistrados y hasta le sacan la carta comodín de «conspirador». ¿Por qué ahora? Como sea, en este momento Villarroel luce ya «sentenciado» y es posible anticipar que cualquier auditoría que se haga a su prolongada gestión arroje más argumentos en su contra. Tan sólo con revisar cómo pudo ganar todas las elecciones internas a lo largo de 40 años debería sacar a la luz mucho material para el escándalo. ¿Y a nadie en la Cruz Roja Internacional le pareció raro esto?

4-ONG en peligro, más

Más allá de los trapos sucios y las intrigas del poder, la veloz decisión del TSJ no se queda en la anécdota del caso Villarroel: plantea una situación similar a la receta aplicada para intervenir a los partidos políticos de oposición y existe el riesgo de que en cualquier momento pueda esgrimirse como jurisprudencia para ir contra cualquier organización de carácter civil, de esas que tanto molestan al gobierno. Las advertencias no se hicieron esperar.

No es el único riesgo, aunque ya es bastante. Tal como están planteadas las cosas, en la futura directiva de la Cruz Roja Venezolana bien podrían entrar a formar parte representantes del gobierno, con lo cual, obviamente, se desdibuja su carácter de sociedad civil. No está dicho, pero la puerta ya se abrió y el mismo Cabello asomó la posibilidad. Veamos, la Cruz Roja participa, entre otras muchas cosas, en la recepción y distribución de ayuda humanitaria. ¿Se ve?

Acerca de estos muy fundamentados temores, la organización Acceso a la Justicia extiende la advertencia: «Primero fueron los partidos políticos, luego las organizaciones gremiales y sindicales comola Federación Campesina Bolivariana de Venezuela(FCBV) y ahora elTribunalSupremo deJusticia(TSJ) tiene en su mira a las agrupaciones sociales y caritativas. Al menos ese es el sabor de boca que deja la decisión que tomó el máximo juzgado de destituir a la directiva de la Cruz Roja Venezolana, reemplazarla por el empresario Ricardo Cusanno, y ordenar, además, su reestructuración».

Además de plantear el riesgo que podrían correr otras organizaciones de caridad y trabajo social, Acceso a la Justicia apunta que la decisión del TSJ viola incluso los principios de neutralidad y autonomía del movimiento de la Cruz Roja.

Y refuerza el peligro: «Lo ocurrido en la Cruz Roja no es solo otra intervención más, sino un grave precedente para el resto de la sociedad civil organizada. ¿La razón? El TSJ no solo removió a unos directivos e impuso otro nuevo, sino que le ordenó a este último que reestructurara al organismo, revisara y actualizara sus normas y luego convocara elecciones. Esto abre las puertas para que se incorporen otras personas y así se constituya una nueva Cruz Roja, distinta a la intervenida, no solo con nuevas autoridades, sino con miembros diferentes.

Lo que ocurra en los próximos meses en la Cruz Roja puede servir de guion para aplicárselo a otras organizaciones gremiales, profesionales, sociales, deportivas y por supuesto de Derechos Humanos o humanitarias, con lo cual se anularía la libertad de asociación en Venezuela».

5-¿Y qué tiene que ver Cusanno con la Cruz Roja?

Que se sepa, hasta ahora, nada. Ricardo Cusanno es un abogado egresado de la Universidad Santa María, con cargos directivos en Fedecámaras y en Conseturismo. Fue, de hecho, presidente de Fedecámaras entre 2019 y 2021. Al igual que Villarroel no es médico ni nada que se le parezca, lo suyo -en todo caso- es el sector turismo.

¿Quién decidió que Cussano debía encargarse de ordenar las cosas en la Cruz Roja? En el papel, como ya se dijo, fue el TSJ. Pero eso no explica cómo o a través de qué método de elección. Lo que sí es cierto, es que a partir de ahora ya es visto, definitivamente, como muy cercano al gobierno y en redes circula un aluvión de críticas. Aceptó una verdadera papa caliente. ¿Se quemará en el camino o hay que darle el beneficio de la duda? Las opiniones están divididas y parten de un aspecto muy concreto: las dudas y riesgos que asoman con esta intervención.

Este lunes 7 de agosto la Cruz Roja Venezolana divulgó los nombres de quienes integran la junta reestructuradora encomendada a Cusanno por el TSJ y que solicitará el acompañamiento en este proceso de la Cruz Roja Internacional y la Federación Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja:

-María Fátima Garces, Vicerrectora académica de la Universidad Central de Venezuela con PhD en Bioquímica, pionera en estudios de obesidad y síndrome metabólico en niños y adultos y trastorno del espectro autista.

-Alberto C. Vollmer, presidente de Ron Santa Teresa y Fundador de Proyecto Alcatraz. La familia Vollmer estuvo históricamente vinculada a la CRV y donó los terrenos donde hoy funciona su sede en Caracas.

-Juan Simón Muñoz, Médico Cirujano egresado de la Universidad Central de Venezuela. Especialización en Cardiología Clínica. Director del Servicio de Hemodinamia del Instituto Médico La Floresta, Clínica Rescarven y Clínica Vista California.

-Rubén Limardo, deportista y medallista olímpico, presidente de la Comisión de Atletas de la Federación Internacional de Esgrima.

-Jhoanna Pantoja, Presidenta del Centro de Estudiantes de la Escuela de Enfermería de la Universidad Central de Venezuela, voluntaria de la Cruz Roja Venezolana.

-Griswill Fonseca, joven médico ginecobstetra venezolana, experta en primeros auxilios y programas anticonceptivos.

Sorprende, hay que decirlo, la presencia de Limardo, deportista de la llamada «generación de oro» de quien se supo en 2020 que nunca tomó posesión de su cargo como diputado por el chavismo y había dejado el país para radicarse en Polonia, donde trabajaba como repartidor de encomiendas. Y hay que apuntar algo más: con Vollmer ya son dos los integrantes del Foro Cívico que ahora están en la junta de la CRV.

La información difundida por la Cruz Roja Venezolana es que esta junta reestructuradora «se centrará en la actualización de estatutos, la creación de mecanismos de transparencia, la integridad de los voluntarios y la realización de elecciones democráticas en un plazo de 12 meses».

Nada dice, al menos no todavía, si sus miembros estarán facultados o no para participar como aspirantes a la futura directiva de la organización. Supone uno que ya habrá tiempo para eso…

Este texto se publicó originalmente el sábado 5 de agosto y se actualizó el lunes 7

Publicidad
Publicidad