Deportes

Tres cartas para Noel Sanvicente

Después de la derrota 2-1 ante Jamaica y la victoria 1-0 ante Perú, los columnistas de El Estímulo escriben tres cartas para el entrenador Noel Sanvicente, de cara a la Copa América. 

Publicidad

La carta de Alexis Correia 

Recuerda que la Copa no es la meta

Me sacaron de mi «zona de confort» (esas frases que se ponen de moda de repente…). Todo estaba servido para una carta abierta lúgubre a Chita Sanvicente («hermanazo, mi color, yo a usted lo estimo, es tremenda persona, pero va preso»). Una audiencia de venezolanos desterrados en Fort Lauderdale. Un uniforme amarillo carrera 10K que daba dentera. Una cancha de fútbol americano y una Venezuela que en los primeros compases no pasaba de la yarda 60. Un país al que a muchos nos cuesta reconocer en una firma en una lista patriotera para derogar un decreto. Señas de identidad arrancadas. Y el fútbol es así. Te cambia la narrativa, y eso es bueno. No voy a decir que fue un partidazo en la cancha con rayas. Los amistosos siempre hay que relativizarlos. Pero fue un buen partido, que da motivos para soñar un poco cuando todo parecía perdido (uy, qué cursi sonó).

A veces, hay que recurrir a los que más saben para que te muestren lo que no es tan visible a los ojos (uy, qué cursi de nuevo). Terminé el primer tiempo notando que, en 135 minutos desde el viernes, apartando un gol de Gabriel Cichero, la Fosfo-Vinotinto de Chita contaba 3 disparos a puerta, 0 en Fort Lauderdale. En su timeline de Twitter, sin embargo, el analista Daniel Chapela destacaba el asentamiento de la defensa remodelada, la destacada actuación de Tomás Rincón y una mayor claridad conceptual, quizás producto de ese revolcón de orgullo que te produce perder con Jamaica. En mi equipo, jugaría siempre Lobito Guerra, es divertido. Junto a Maestrico González,el último de los mohicanos del torneo local (mentira, también el portero Alain Baroja), los roles estaban más definidos: había unos volantes y unos delanteros, no esos experimentos ni chicha ni limonada como Christian Santos. Goles son amores. Después de la penetración cuchillera de Josef Martínez para el 1-0, por momentos fue una gozada ante Perú: Salomón Rondón luciéndose de pasador, Juan Arango y Ronald Vargas montando contragolpes, acumulación de todas esas ocasiones de gol que se habían atragantado.

Pero no estamos aquí para volver a narrar el partido contra Perú sino para escribirle a Chita, poco antes de la Copa América. Chita, no hay muchos conejos más para sacar: más o menos están los que son y son los que están. No noto que venga una generación de relevo respirándole en la nuca a estos que jugaron en Fort Lauderdale. No es un momento de lujo. Pero hay un camino, y al parecer ese camino comienza con la solidez de la defensa. Básico, pero verdadero. Es positivo que haya una opción a Cichero con Amorebieta. Alain Baroja y Dani Hernández son dos buenos porteros, pero yo le daría la primera opción al del Caracas FC. ¿Qué rol jugará Arango? Cuesta ahora encontrarle lugar en un once más dinámico como el de este martes, que no sea el de recambio de lujo. He allí un dilema. Mario Rondón, que había sido uno de los más destacados en otros amistosos, pierde puntos en la recta final. Luis Manuel Seijas quizás no fue muy nombrado ante Perú, pero aporta equilibrio y serenidad. Yo le diría: quédese ahí, mijo.

Chita, quizás has pecado de buscar demasiado el consenso y de no tener ese toque de mala leche y personalismo que siempre requiere todo director técnico. Sé que eres un tipo en el que se puede confiar, y que muchos apuestan a que te quemes. Sé que es más fácil trabajar semana a semana con los chicos del Zamora que con estos manganzones que reúnes cada dos meses. Venías cabizbajo, malhumorado, arrecho. Ante Perú, con la soga de la opinión pública (léase: tuiteros) al cuello, se empezó a ver un poco (por fin) lo que quieres. No lo compliques demasiado. mi negro. Juégatela con tu intuición. No inventes mucho tácticamente. Dale acompañamiento a Salomón Rondón. La Copa América importa, ciertamente, y tendrás tiempo para trabajar más cómodo antes de ella. El gran tema es ampliar tu base de jugadores para las dos elimonatorias mundialistas que vienen. Y allí necesitarás ser un estadista y un líder que dé lineamientos para todo un sistema, un Maestro Abreu refundador del disfuncional fútbol nacional, no solo un tipo que decide entre un 4-4-2 y un 4-2-3-1. Menudo reto, Noel.

La carta de Ignacio Benedetti 

Estimado Profesor: tras el partido ante Perú, y superado el horroroso episodio de Montego Bay, el camino parece despejarse un poco de cara a su meta principal: consolidar un equipo para las eliminatorias mundialistas. Es por ello que más allá de los nombres que conformen la lista final para la Copa América, uno siente la necesidad de pedirle que emplee todas sus fuerzas para que la Federación Venezolana de Fútbol no escatime recursos en la preparación del torneo continental. Ese período preparatorio será en gran medida lo que determine el éxito de su ciclo al mando de la selección, así que si necesita más de lo que ya le han ofrecido, haga públicas sus necesidades, lleve a la FVF a no poder negar lo que usted considere puede hacer la diferencia entre participar y competir.

A usted lo llevaron a la Vinotinto por sus logros y sus trofeos, pero quienes lo conocemos sabemos que ninguno de esos éxitos fue obra de la casualidad sino que más bien nacieron de una muy estudiada planificación. Aproveche que Rafael Esquivel confía en usted, y hágale comprender que esas tres semanas que el equipo dispondrá en Margarita y Argentina son la clave para pulir todas las herramientas que usted y su cuerpo técnico desean que esta selección posea y maneje, y que esos días servirán también para sembrar y promover en los jugadores la confianza necesaria para tomar decisiones según lo que exija cada partido. Uno sabe que el cuerpo le pide ese día a día que aún como seleccionador no ha podido gozar, y a la misma vez, mantener su lucha por los cambios que necesita este golpeado fútbol, pero desde esta trinchera no puedo sino aconsejarle que por ahora luche y concentre la totalidad de sus esfuerzos en lograr esa etapa de entrenamiento; las otras obligaciones tienen su propio tiempo y espacio.

Presione a la FVF, oblíguelos a caminar a su lado y a conseguirle todos los partidos amistosos y los recursos necesarios para llevar hasta 30 futbolistas a esa etapa previa a la Copa; contagie de sus ganas a cada uno de los vinotinto, porque si estos juegan con el mismo deseo que usted sentía de ponerse el buzo de seleccionador, la competitividad de la selección estará garantizada. Pelee por eso, que por lo demás, incluido el desprecio de adidas por nuestra identidad, nos ocuparemos quienes estamos afuera y le guardaremos su puesto de capitán de esa lucha, pero hoy, más que nunca, déjese la piel por lo que está por venir. El futuro nunca antes fue tan necesario, profe, así que adelante, ha llegado la hora que usted tanto esperó: la de los desafíos y las decisiones.

La carta de Jován Pulgarín 

Estimado Noel, de entrada, te haré una petición superficial: si puedes interceder para que los dos nuevos uniformes de la selección sean incinerados, sería tan feliz como un niño encerrado en un McDonalds. Dicho esto, te felicito por haber recompuesto un equipo que parecía hundido en lo anímico y confundido en lo táctico. Entendiendo que hay mucho por mejorar, supongo que debes tener más preguntas que respuestas. Por mi parte, creo que es imposible firmar conclusiones o sacar verdades absolutas luego de derrotar a una Perú B, sin sus mayores figuras, y con el técnico, Ricardo Gareca, en pleno debut. O tal vez sí, aunque seguro ya lo sabes: tanto los elogios en la victoria como los insultos en la derrrota son exagerados. Esto es fútbol y cada partido plantea complejidades que nada tienen que ver con los 90 minutos anteriores.

Te pregunto: ¿es Fernando Amorebieta el lateral izquierdo de la selección? Si tal decisión fuera tan fácil como escupir 140 carácteres en Twitter, estamos claros que el destino de Gabriel Cichero es el el banco. El defensa de Mineros es el sospechoso habitual, la víctima preferida del bullying por las Redes Sociales. Aceptemos que está muy lejos de defenderse en el campo. Aún así, recuerdo que en un entrevista me dijiste que era el mejor para esa posición y que te sentías con la fuerza necesaria para recuperarlo. ¿Sigues pensando igual? El odio que generó Amorebieta ante Jamaica fue tan desproporcional como el amor que hoy generó en ese costado. Hablo desde el punto de vista del fanático, que de todas las opiniones es la que menos importa cuando un estratega debe apostar por una idea. Por SU idea. Porque el actual jugador del Middlesbrough se vio mejor hoy debido al esfuerzo colectivo, por las preocupaciones que generaba Roberto Rosales (lo que impedía que el rival asumiera el riesgo de explorar los costados) y por los relevos de los centrales. Obvio que los cortes de Tomás Rincón entran en la ecuación.Y, sobre todo, la poca velocidad de los jugadores peruanos en comparación a las explosiones de los jamaiquinos.

Voy a cerrar con una sugerencia, si me la permites. Eres el entrenador de la selección. Te contrataron porque tu pasado blinda las decisiones que tomarás para el futuro. Si partimos de aspiraciones serias, realizables, como la de usar la Copa América para consolidar un grupo de trabajo que permita pelear en la eliminatoria, invente. No se deje llevar por esa camisa de fuerza que genera lo conocido. Alexander González, Franklin Lucena, Ronald Vargas, Alejandro Guerra, César González, Josef Martínez, Cichero y Oswaldo Vizcarrondo pasaron pos tus manos. Incluso entrenaste a Alain Baroja. Como a los amigos, es normal recordarlos por sus virtudes, aunque conozcamos sus debilidades. No dejes que eso te juegue en contra. Es  humano idealizar el pasado. Nos sucede con las exnovias. Un ejemplo es Juan Arango. Allí está su valor en pocos minutos ante Perú, libre, alejado de su traje de obrero. Entonces, como las buenas recetas, se necesita la dósis necesaria de cada uno de ellos, más el elemento sorpresa para hallar esa fórmula mágica con la que diste en el Caracas y el Zamora. Mucha suerte con eso.

Publicidad
Publicidad