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Una armadura para Neymar

Neymar es blanco de faltas en cada partido que juega, a veces criticado por su tendencia a fingir y dejarse caer. La del 4 de julio del año pasado no fue el caso.

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Hay presión. Colombia necesita ganar para seguir en la Copa América de Chile-2015 y será necesario anular a Neymar en el partido del miércoles. Y es ahí cuando el fantasma del rodillazo de Camilo Zúñiga que lo dejó fuera del Mundial de Brasil-2014 se hace presente.

Corría el minuto 88 en el estadio Castelao de Fortaleza (nordeste) en cuartos de final del Mundial y en un rebote de un tiro de esquina, Neymar y Zúñiga salieron a buscar el balón. El colombiano, que pesaba entonces 10 kg más que el ‘garoto’, le clavó la rodilla en la espalda a una velocidad de 25,8 km/h, equivalente a que le golpeara cayendo desde un primer piso.

El dolor que se tatuó en la cara del ’10’ de Brasil distaba de la emoción al inicio del partido, al que llegaba sólido, con buenas actuaciones.

Neymar es blanco de faltas en cada partido que juega, a veces criticado por su tendencia a fingir y dejarse caer. La del 4 de julio del año pasado no fue el caso.

Con una fractura en la tercera vértebra lumbar, el delantero abandonó el campo en camilla y el estadio en ambulancia. Fue el preludio de la tragedia ‘canarinha’, que sin su mejor jugador cayó en las semifinales ante Alemania por 7-1.

Sin intención

Aquel fue un partido de pocas oportunidades de gol, más tuvo Brasil que hizo valer el peso de su camiseta. Colombia no mostró ni la sombra de lo que fue contra Uruguay en octavos. Erró pases, mostró desesperación, fue imprecisa, tras ser sorprendida por ese gol tempranero de Thiago Silva (7).

El otro central brasileño, David Luiz, aumentó la cuenta en el minuto 69 y James Rodríguez descontó para el once cafetero de tiro penal a los 80 minutos.

Colomba se lanzó entonces a la desesperada en busca de un empate a esa altura heroico.

Faltando dos minutos para el final y con Colombia ya despidiéndose del Mundiañ, Camilo Zúñiga buscó la falta para parar la contra liderada por Neymar, pero nunca tuvo intención de fracturarlo.

«Siento pesar por esta situación que resulta de una acción normal de juego, la cual no tuvo mala intención, maldad o imprudencia de mi parte», escribió el lateral del Nápoles de Italia un día después del partido.

Neymar aseguró que no le guardaba rencor, aunque consideró que «no fue una entrada normal».

«Dos centímetros más arriba y podía estar en una silla de ruedas», dijo el astro del Barcelona.

Esa noche, Zúñiga cometió dos faltas, una de ellas contra Neymar. Tuvo en total cuatro faltas en el Mundial-2014, sin recibir tarjeta amarilla alguna.

En el juego contra Venezuela por la Copa América hizo una y recibió dos, con una amonestación.

El reencuentro

El partido de este miércoles, por la segunda fecha del Grupo C de Chile-2015, no será el primero en que Zúñiga y Neymar se reencuentren tras la fatídica noche del Castelao.

Dos meses después del Mundial, en septiembre de 2014 con Neymar ya recuperado, Brasil jugó un partido amistoso con Colombia en Miami.

Dunga era el entrenador y Neymar el capitán (Thiago Silva lo fue durante el Mundial). Y el saludo entre el garoto y Zúñiga fue un abrazo que pasaba definitivamente la página de aquel incidente, que le costó al colombiano amenazas e insultos racistas en las redes sociales.

El abrazo no privó al lateral de marcar con fuerza al capitán brasileño y una falta inclusive le costó una tarjeta amarilla.

El partido se saldó con un derechazo de Neymar que pasó por encima de la barrera con un efecto endiablado directo al arco de David Ospina.

La eliminación de la Copa América acecha a Colombia y Zúñiga se le irá encima a Neymar para tratar de aislarlo.

El ahora eterno suplente del Nápoles ha tenido poco fútbol la última temporada debido a una lesión en la rodilla que arrastra desde hace unos 10 años y que lo obligó a operarse este año.

Neymar por su parte tuvo una temporada brillante con el Barcelona, club con el que conquistó la triple corona, Liga de España, Copa de España y Liga de Campeones de Europa.

Las faltas serán inevitables, pero una fractura quizás sí. ¿Una armadura para Neymar?

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