Deportes

La carrera electoral de la FVF

En 2017 se producirá un hecho inédito en el fútbol venezolano: corrientes antagónicas protagonizarán el acto eleccionario con miras a presidir el ente rector del balompié criollo. En estos momentos el panorama no es claro, pero hay algunas pistas que sirven para ilustrar quienes se enfrentarán por la silla de Sabana Grande.

Publicidad
(AP, EFE, AsociaciónFUTVE)

Mire si la vida es cambio, cambio y más cambio. Hace apenas un año, Laureano González estrenaba su condición de Presidente de la Federación Venezolana de Fútbol tras el arresto de Rafael Esquivel, al mismo tiempo que deslizaba su intención de no participar en los próximos comicios. En esa misma época, César Farías se presentaba como candidato a las elecciones de 2017 y llamaba a periodistas para explicarles parte de su proyecto, y cuando no, hablar una que otra peste de la conducción que él mismo valido en más de una ocasión.

Pero doce meses son mucho tiempo, demasiado, y el panorama vaya si ha cambiado.

Hoy, a menos de un año de que se lleve a cabo la elección del próximo presidente de la FVF, González ha confirmado su intención continuar al mando, Farías no aparece en el panorama, Richard Páez se postuló y quiere ser el batacazo, y la Asociación de Clubes Profesionales del Fútbol Venezolano aún medita si lanzar su propia opción, teniendo en cuenta que el poder alcanzado gracias a la TV ya es lo suficientemente interesante como para salir de esa zona de confort.

A partir del reconocimiento del panorama, pasemos a revisar las opciones antes mencionadas:

EFE

Laureano González: posiblemente sea el dirigente que mejor conozca los reglamentos del fútbol. Su transparencia le ha valido el reconocimiento de FIFA y Conmebol, hasta el punto de ser convocado para integrar el Comité Organizador de la Copa América Centenario. A su favor juega su profundo conocimiento de todos y cada uno de los rincones de este fútbol, así como su relación con los presidentes de las Asociaciones Regionales, cuyo peso en la elección es aún mayor que la de los clubes de primera división. En contra tiene su sincera forma de expresarse, sin filtros ni medias tintas, algo que idealmente sería una virtud, pero que en un cargo tan político como el que aspira, resta más de lo que suma; la diplomacia no es su fuerte. En los últimos tiempos ha encontrado el espacio para acomodarse y no ser noticia. Su vinculación al proceso Esquivel genera cierto rechazo en el público que tanto quiere una renovación.

Richard-Paez

Richard Páez: el ex seleccionador por fin se muestra decidido a entrar realmente en el ruedo electoral. Su participación depende básicamente de que uno de los grupos electores lo postule, ya que según el Capitulo I del título XI de los estatutos de la FVF, el merideño es miembro de la FVF. El artículo 18 del mismo título, en su numeral «C» lo habilita para ser promovido como candidato por el gremio de entrenadores, y quizá por otro más. Cuenta además con una providencia de la Consultoría Legal del Instituto Nacional del Deporte que avala su participación. A Páez nadie le quita lo bailado y sigue siendo un sinónimo de honestidad y cambio, algo que lo colocaría en un plano similar al de Harold Mayne-Nicholls, aquel dirigente chileno que marcó un antes y un después en el fútbol de su país, justamente por simbolizar la ruptura con el pasado. Aún así hay quienes señalan su falta de experiencia dirigencial como un obstáculo difícil de vencer, aunque si a ver vamos, la experiencia que algunos mostraron en el pasado de nada sirvió. Richard es el único que puede hablar de cambios metodológicos en la formación del futbolista criollo.

maxresdefault

La Asociación de Clubes Profesionales del Fútbol Venezolano parecía encaminada a elegir a César Farías como su opción, pero el oriental, por razones que aún se desconocen, se apartó de la carrera política y retomó su faceta de entrenador, lo que hace suponer que su lugar sería tomado por George Antar, Presidente de la asociación y del Deportivo La Guaira. Joven y exitoso gerente, Antar es la cara visible de un grupo de nuevos propietarios, algunos de ellos con lazos fuera del deporte, que han hecho su aparición en los últimos años bajo el concepto de «sanear la opacidad histórica con la que ha sido manejado el fútbol venezolano«. Sus enfrentamientos en redes sociales y medios de comunicación con la directiva de la FVF son ampliamente conocidos, y quizá sea ese el factor que le gane apoyos populares, aunque estos no se traduzcan en votos. No queda claro por ahora que los 20 equipos de primera -deberían ser 18 para el momento de la elección, pero como en este país todo vale, y la propia asociación ha pedido reconsideración a las condiciones del descenso- apoyen esta opción, y quizá por ello aún no exista anuncio oficial sobre la postura de esta organización. Pero no hay que quitarle atención a sus próximos movimientos, toda vez que el conflicto entre ellos y la FVF parece estar cada vez más cerca de estallar.

Otro elemento a tomar en cuenta en estos meses será el comportamiento de los pseudo influenciadores y demás vividores. No hace falta identificarlos porque quien más o menos preste atención se dará cuenta, por ejemplo, como éstos pretenden tapar la responsabilidad de algunos en los conflictos del fútbol venezolano, o como se hacen los locos cuando desde tribunas como ésta le recordemos al respetable, que no vota pero sí siente, que la Asociación de Clubes no fue creada en 2015 sino un par de años atrás. Esos cuentistas, que se acomodarán según quien tenga chances de tomar el poder, serán quienes hagan de publicistas al mismo tiempo que intentarán engañar al público amparados en la mentira de estar informando.

Esto apenas comienza. Como buena muestra de la decadencia que vive nuestra sociedad, en esta carrera electoral cobrarán protagonismo las descalificaciones y acusaciones que luego nadie tendrá en cuenta, todo consecuencia de un proceso en el que por primera vez en muchos años se vivirá una contienda real. Ojalá que en el recorrido las opciones hablen de fútbol y de como intentarán dotar al país de estructuras y metodologías que hagan creíble y posible el desarrollo futbolístico de Venezuela. Todo lo demás sobrará y debe ser tomado simplemente como el contorno que acompaña al plato principal.

Publicidad
Publicidad