El diálogo entre shortstops que nadie escuchó

El ídolo Maltín Polar se reunió con el gerente general de la selección y presidente de los Tigres de Aragua, Carlos Guillén, y admitió que el río sonaba era porque piedras traía: sí existieron asperezas que ambos limaron en privado. Detalles exclusivos de la conversación entre los dos ex shortstops que compartieron roster en el primer clásico de 2006:

—Omar Vizquel: Chamo.

—Carlos Guillén: Qué pasó, el mío.

—Omar: Chamo, se te fue un rollincito entre las piernas. ¿Cómo es eso de que me ibas a decretar un abandono del cargo?

—Carlos: Pero es que tú últimamente andas pasado de pelucón.

—Omar: A mí más bien se me cayó el pelo por usar tanta gorra.

—Carlos:¿Por qué andabas con esa abrazadera con Lorenzo Mendoza en el Jonrón Pepsi?

—Omar: Cuando nace un venezolano, no sabemos si será grandeliga, médico, músico, choro, pran o indigente. De lo que estamos seguros es que comerá arepa.

—Carlos: Ustedes nos tienen montada una guerra económica.

—Omar: Siempre le echan la culpa al umpire. ¿No será que el mánager de ustedes siempre arma un lineup de puros bates quebrados?

—Carlos: Ustedes prometieron que en seis meses se nos terminaba la temporada.   

—Omar: Lo que te puedo prometer yo es que en el 2018 estaré en el Salón de la Fama.

—Carlos: No volverán.

—Omar: Chico, yo creo que el que no volverá es Alex Cabrera.

—Carlos: Contamos con el Tribunal Supremo de Justicia.

—Omar: Pero aquí el lineup lo hago yo.

—Carlos: Me gustaría que consideraras a Chávez.

—Omar: Endy sí. Hugo no.

—Carlos: Aquí al único seguro al que le puedes hacer publicidad es a Seguros Horizonte.

—Omar: Seguro está el infierno.

—Carlos: Acuérdatede que nosotros tenemos el uniforme militar.

—Omar: Creo que sólo el equipo de arriba, pero no los reclutas de las ligas menores.

—Carlos: Me refería a los Tigres. Por cierto, tus Leones se han vuelto más pavosos que la mesa de diálogo.

—Omar: Ustedes se la pasan trayendo ese bojote de importados con dólares a 10 bolos y haciendo cambios a cada rato. Así cualquiera.

—Carlos: También te puedo cambiar a ti.

—Omar: Aplícame un referéndum si quieres entre los peloteros, a ver quién lo gana. Hasta Miguel Cabrera se les volteó.

—Carlos: Nunca he entendido porqué eres tan popular. Yo bateé 40 jonrones más que tú en Grandes Ligas y eso que jugué 10 temporadas menos.

—Omar: Una atrapada mía valía más que dos jonrones tuyos.

—Carlos: Regálame un guante de oro para dárselo a un sobrino.

—Omar: Habla con Oswaldo. Yo con sobrinos nada.

—Carlos: ¿Te acuerdas del clásico de 2006? Qué bolas.

—Omar: Claro que me acuerdo, marico. Yo era el shorstop titular, abridor de lineup y dando cátedra con 39 años y a ti te mandaron para la primera base. Terminaste bateando para .111 y de noveno en la alineación.

—Carlos: ¿Es verdad que también pintas?

—Omar: Una paloma si quieres.

—Carlos: Quiero que juguemos squeeze play

—Omar: Mosca con una vaina. A mí la única Guillén que me gusta es Carolina.

—Carlos: Júrame que no estás detrás del ataque a la moneda.

—Omar: Soy la propia monedita de oro. Además, esa base por bolas intencional es de ustedes.

—Carlos: Tú siempre te la has dado de galán.

—Omar: Sácame y ninguna mujer te va a ver el clásico.

—Carlos: Pensándolo bien, lo mejor es que hagamos la llave de dobleplays.

—Omar: Te conviene para evitar un estallido social. Por cierto, salúdame a Magglio.

—Carlos: Dale, mi pana. ¿Ya decidiste entre Alcides, Asdrúbal y Elvis?

—Omar: Creo que Alcides. Tú sabes que lo mío es un guante de oro.

—Carlos: ¿Quiénes vas a dejar por fuera como los diputados de Amazonas?

—Omar: En este róster cabemos todos.

—Carlos: ¿Vamos pa’ la foto?

—Omar: Dale, pues.