Deportes

Nike salpicada por escándalo de dopaje de atletas en laboratorio de Salazar

Los atletas del entrenador suspendido Alberto Salazar, tratados en el marco de un proyecto de entrenamiento de Nike, eran "cobayas" que ignoraban que les dopaban a sus espaldas, afirmó el director de la Agencia Antidopaje Estadounidense (USADA), Travis Tygart.

Publicidad

«Deben entender que los atletas no tenían ni idea de lo que les hacían, de lo que les daban. Ellos ignoraban las dosis, si estaba autorizado o prohibido», dijo Tygart en una entrevista este miércoles con la televisión alemana ZDF.

«Esto no concierne a ningún atleta actualmente en el Mundial de Doha», aseguró sin embargo el director de la USADA.

Tras cuatro décadas como referente del atletismo estadounidense, Alberto Salazar ha pasado de corredor heroico y entrenador mágico a paria tras recibir una sanción de cuatro años por dopaje.

El estadounidense de 61 años y origen cubano ganó los maratones de Nueva York de 1980, 1981 y 1982, así como el de Boston de 1982, llevando su cuerpo al límite, y entrenó a estrellas como el británico Mo Farah, el campeón olímpico de 2012 y 2016 en las distancias de 5,000 y 10,000 metros.

Pero Salazar, entrenador del Proyecto Nike Oregon, fue sancionado el lunes por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos tras múltiples violaciones de dopaje, incluido tráfico de testosterona, manipulación del proceso de control de dopaje de atletas y uso de técnicas de infusión prohibidas.

«Les mandaban a casa del médico y les decían que debían escucharle, confiar en él», añadió, preguntado por el escándalo provocado por la suspensión de Salazar, responsable del Nike Oregon Project (NOP), un programa de entrenamiento respaldado por la marca deportiva.

La firma estadounidense, con una cifra de negocio de 10 mil millones de dólares, respaldó a Salazar, suspendido cuatro años por la USADA por «organización e incitación a una conducta dopante prohibida».

Preguntado por la responsabilidad de Nike, Tygart fue claro: «Espero que Nike tome esto como una llamada de atención. Ya no tienen el derecho a encontrar excusas, deben admitir que se han realizado experimentos con atletas en su nombre y en su centro de entrenamiento, y que fue simplemente malo».

«Nike debería apoyar a estos deportistas», añadió, «indemnizarles y mostrarles que esta práctica de utilizar a los atletas como cobayas era mala, y no debe repetirse nunca más. Nike podría utilizar esto para mostrar (…) que apoyan un deporte realmente limpio».

Salazar, mundialmente conocido, «no dio ninguna opción a sus deportistas de rechazar medicamentos o métodos prohibidos que él o su médico Jeffrey Brown les prescribían», continuó Tygart.

– «Experimentos con testosterona» –
«Alberto Salazar realizó experimentos con testosterona que son ilegales», detalló Tygart. «Probó la testosterona sin prescripción médica en sus propios hijos, y consideró esto como un experimento científico, por lo que llevó a cabo un informe».

«Lo realizó en secreto, para ver si podía sortear las reglas antidopaje (…). Quería ver qué cantidad de gel de testosterona podía poner en la piel de una persona sin sobrepasar el umbral y desencadenar un control antidopaje positivo. Eso se extrae de correos electrónicos entre Alberto Salazar, el doctor Brown y altos cargos del proyecto Nike».

La testosterona no es el único producto involucrado, ya que Salazar probó «otros productos dopantes peligrosos».

«Una deportista escuchó decir incluso que debía tomar medicamentos contra un mioma (tumor benigno en el útero) cuando ella no tenía un mioma. Mintieron a los deportistas y continuaron sus experimentos científicos con ellos en el NOP», acusó Tygart.

De acuerdo con Tygart, 10 atletas asociados al NOP entre 2010 y 2014 se dirigieron espontáneamente a la agencia. «Los deportistas vinieron a vernos y nos dijeron ‘no sabemos si está autorizado, ¿pueden investigar y verificar?'»

«Todos han puesto a nuestra disposición sus datos médicos. Hemos descubierto que eran falsificados, que se habían añadido falsas informaciones, luego de que los pidiéramos oficialmente (…) Todo el entorno del NOP intentó esconderlo todo, no era ni transparente ni abierto», concluyó el director de la USADA.

Preguntado este miércoles por el tema, el presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Sebastian Coe, aseguró que el caso Salazar «no hace descarrilar el Mundial. Es quizás un problema para la prensa, pero en realidad no es un gran tema para la mayor parte de la gente que sigue el Mundial», dijo.

Tras cuatro décadas como referente del atletismo estadounidense, Alberto Salazar ha pasado de corredor heroico y entrenador mágico a paria tras recibir una sanción de cuatro años por dopaje.

El estadounidense de 61 años y origen cubano ganó los maratones de Nueva York de 1980, 1981 y 1982, así como el de Boston de 1982, llevando su cuerpo al límite, y entrenó a estrellas como el británico Mo Farah, el campeón olímpico de 2012 y 2016 en las distancias de 5,000 y 10,000 metros.

Pero Salazar, entrenador del Proyecto Nike Oregon, fue sancionado el lunes por la Agencia Antidopaje de Estados Unidos tras múltiples violaciones de dopaje, incluido tráfico de testosterona, manipulación del proceso de control de dopaje de atletas y uso de técnicas de infusión prohibidas.

También recibió otros cuatro años de sanción el doctor Jeffrey Brown, quien ejerció de médico para numerosos atletas y consultor remunerado de cara a mejorar el rendimiento en Nike Oregon, parte de un sistema para manipular los niveles de testosterona sin dar positivo.

«Actuando en relación con el proyecto Nike Oregon, el Sr. Salazar y el Dr. Brown demostraron que ganar era más importante que la salud y el bienestar de los atletas a los que habían jurado proteger», dijo el director ejecutivo de USADA, Travis T. Tygart.

Despojado de sus credenciales en el actual Mundial de Doha y desterrado, Salazar se declaró «conmocionado por el resultado» y apelará el fallo.

El padre de Salazar era amigo del mandatario cubano Fidel Castro, junto a quien luchó durante la revolución, pero luego se opuso al gobierno comunista.

Se mudaron a los suburbios de Boston y Salazar ganó una corona estatal de campo traviesa en 1975 antes de impulsar el triunfo nacional de la Universidad de Oregon en la modalidad en 1977.

En 1980, clasificó para formar parte del equipo olímpico en los 10,000 metros, pero los estadounidenses boicotearon los Juegos de Moscú y Salazar, conocido por esforzarse al máximo, atacó un nuevo desafío, el maratón, dominando la distancia de 42.195 km. desde el comienzo.

A los 22 años, ganó en su debut en el maratón en Nueva York y luego estableció una marca de 2 horas, 8 minutos y 13 segundos para defender su título. En 1982, tomó Nueva York y capturó el maratón de Boston en un sprint final sobre Dick Beardsley, pero luego se derrumbó al cruzar la meta, necesitando solución salina en la sala de emergencias tras no beber durante la carrera.

Salazar terminó 15to en el maratón en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 1984, después entrenó y compitió hasta retirarse a mediados de la década de 1990, uniéndose a Nike para formar el Proyecto Oregon en 2001 y entrenar a corredores de fondo.

El programa incluye a Donovan Brazier, quien ganó el título mundial de 800 metros el lunes cuando las noticias de la sanción a Salazar reventaron el mundo del atletismo, así como Sifan Hassan, quien se coronó en los 10.000 metros femeninos dos días antes.

– Gloria olímpica y escrutinio –

 Farah ganó el primer oro olímpico para Nike Oregon en 2012 en Londres en los 10,000 metros, y el ex alumno de Salazar, Galen Rupp, tomó la plata.

Pero Steve Magness, que pasó 18 meses como entrenador asistente en el proyecto antes de los Juegos Olímpicos de Londres, denunció sus practicas cuando ProPublica y Panorama, de la BBC, investigaron las acusaciones de dopaje en torno a Salazar en 2015. Varios testimonios alegaron microdosis de testosterona, entre otras acciones sospechosas. Salazar lo negó.

Farah aguantó con Salazar y ganó otro doblete de oro en Río de Janeiro-2016, Rupp tomó el bronce en maratón y Matt Centrowitz, también de Nike Oregon, ganó los 1,500.

Pero las acusaciones de dopaje persistieron y Farah dejó a Salazar en octubre de 2017. El caso de la USADA contra Salazar y Brown fue a la Asociación Americana de Arbitraje y las audiencias se llevaron a cabo en mayo y junio de 2018, preparando el escenario para las decisiones dictadas el lunes.

Salazar dijo que tanto él y como sus atletas «han sufrido un trato injusto, poco ético y altamente dañino por parte de la USADA», y afirmó que «siempre me he asegurado de que se siga estrictamente el código de la Agencia Mundial Antidopaje. El Proyecto Oregon nunca ha permitido y nunca permitirá el dopaje».

Publicidad
Publicidad