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La triste historia de la atleta Emily Infeld: no pudo ir a Tokio por un peligroso acosador

Unas semanas antes de los Juegos de Tokio, un miembro del equipo de seguridad con el que había estado conectada a través de su patrocinador, Nike, la llamó para decirle: "Tenemos noticias preocupantes. Tu acosador… ha alquilado un lugar a dos millas de tu casa. Y ha publicado en LinkedIn que vendría a Portland específicamente para matarte".

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Emily Infield

Emily Infeld, atleta que ocupó el puesto 11 en la carrera de los 10,000 metros en los Juegos Olímpicos de Río 2016, tuvo que renunciar a su sueño de mejorar su marca en Tokio 2020 por culpa de un peligroso acosador, que publicó en las redes sociales que la asesinaría.

Esta historia, que parece sacada de un programa de true Crime, se publicó primero en ESPN y el New York Post se hizo eco de ella. La pesadilla comenzó en 2018, cuando Infeld, medallista de bronce en el mundial de la especialidad en 2015, se entrenaba para los próximos Juegos.​

Apenas unas semanas antes de Tokio 2020, un miembro del equipo de seguridad con el que había estado conectada a través de su patrocinador, Nike, la llamó para decirle: «Tenemos noticias preocupantes. Tu acosador… ha alquilado un lugar a dos millas de tu casa. Y ha publicado en LinkedIn que vendría a Portland específicamente para matarte».

El presunto acusador era Craig Donnelly, un excorredor de fondo de 36 años, que sufrió un ataque epiléptico mientras corría en 2016. Según e ESPN, se cayó y se golpeó la cabeza. Para salvarlo, le realizaron una cirugía cerebral de emergencia, extirpándole una parte del cerebro.

Después de sufrir un cambio de personalidad severo, Donnel supuestamente comenzó a acosar a Infeld en línea en 2018. La atleta y su prometido Max Randolph, decidieron huir de Beaverton, donde entrenaba, a Atlanta.

El acosador

«Trabajé muy duro para convertirme en una buena corredora, pero en un momento singular, sentí que me estaban quitando todo eso», dijo a la cadena deportiva de noticias. «Mi vida ya no estaba bajo mi control. Quiero decir, me estaba escapando de mi casa y seguía pensando: «¿Es esto real? ¿De verdad me está pasando esto a mí?'»

El acoso

Infeld dice que al conectarse a Facebook Messenger, encontró docenas de mensajes de Donnel y que luego recibió mensajes de voz sobre futuros planes de boda. El presunto acosador también envió varios paquetes de FedEx a la casa de la corredora.

La corredora finalmente recibió una orden de protección permanente contra el acecho y no tuvo noticias de Donnelly durante 16 meses, pero el hombre reapareció en las redes sociales el año pasado, cuando afirmó que había sido su entrenador e incluso que era su exmarido, según ESPN.

En la página de recolección de fondos gofoundme, hay referencias al accidente de Donnely en 2016. Allí se cuenta lo siguiente:

Craig Donnelly es un ávido corredor y entrenador personal en Omaha, NE. El miércoles 27 de abril de 2016, solo 4 días después de cumplir 31 años, Craig salió a correr por Standing Bear Lake. Mientras se dirigía hacia el comienzo del sendero en la 144, justo al norte de Fort, Craig tuvo un ataque epiléptico y cayó hacia atrás, perdiendo el conocimiento y causando graves daños en su cráneo.

3 personas realmente increíbles se detuvieron para llamar al 911 y ayudar a Craig, una de ellas incluso se puso en contacto con la esposa de Craig, quien insistió en que usara un brazalete médico.

Craig fue transportado en ambulancia al Hospital Immanuel donde fue sometido a una cirugía de emergencia y los médicos tuvieron que extirparle el cerebelo izquierdo debido al extenso daño.

Luego, se supo que en junio de 2020, Donnely se mudó a Portland, mientras que la pareja huyó a Atlanta. De acuerdo con el relato de Infeld, Nike la presionó para que regresara a Oregon a fines de julio y completar los requisitos de cara a su futuro. La empresa, sin embargo, negó eso a la cadena deportiva.

«Se me dio a entender que si no volvía a la carrera, había una alta probabilidad de que me recortaran el sueldo, sin tener en cuenta la pandemia o mi situación», aseguró Infield.

No obstante, Nike respondió en un comunicado a ESPN que «no ordenó en qué carreras corrió Emily como atleta de Nike; esas decisiones se dejan en manos del atleta y su equipo «y que» se tomó este asunto muy en serio y puso la seguridad de Emily en primer lugar».

La atleta dice que Nike la presionó para que regresara a entrenar

Donnelly, quien fue acusado de seis cargos por violar la orden de protección, supuestamente huyó de Oregon. Lo que complicó todo más, porque la policía de Portland le dijo a Infeld que no podían tomar medidas adicionales porque el supuesto agresor ya no estaba en el estado. Además, los oficiales estaban «atados a las protestas diarias, a veces violentas» que envolvieron la ciudad después de la muerte de George Floyd el verano pasado, según ESPN.

Pero la historia dio un giro inesperado el 4 de junio. Ese día, la madre de Donnelly le envió un correo electrónico a ESPN diciendo que las autoridades de Tennessee habían arrestado a su hijo en un motel. «En realidad él nos llamó», le dijo a ESPN el subjefe de policía de Brentwood, Richard Hickey. «Nos llamó porque sintió que era víctima de una estafa en la que alguien estaba tratando de robar su dinero».

Más tarde, la policía descubrió la orden de arresto de julio de 2020 en Oregon, dijo Hickey. El sospechoso le explicó a los investigadores que tenía una lesión cerebral traumática y que no estaba tomando medicamentos.

Finalmente, la Fiscalía de los Estados Unidos en Portland ha acusado a Donnelly de acoso cibernético y violación interestatal de una orden de protección, ambos delitos graves. El cargo de acecho cibernético conlleva una sentencia máxima de cinco años de prisión con una sentencia mínima obligatoria de un año. La violación interestatal de una orden de protección también conlleva un máximo de cinco años.

Sin embargo, mientras se realiza el juicio, Infeld, que ve los Juegos Olímpicos desde casa, no ha encontrado la calma: «Todavía ponemos esta barra debajo de nuestra puerta por la noche, todavía tenemos nuestro sistema de seguridad en funcionamiento, y creo que lo mantendremos en nuestra rutina diaria».

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