Deportes

Mundial Catar 2022 sin sorpresas (futbolísticas)

La evolución del fútbol en las últimas décadas muestra el surgimiento de algunas selecciones, pero los grandes siguen dominando.

Publicidad
catar

En 1977, el astro brasilero y universal, Pelé, vaticinaba que antes del final del “Siglo XX”, un equipo africano ganaría un Mundial de Fútbol de la FIFA. Nunca sucedió y, ya adentrados en el Siglo XXI, esa posibilidad parece más lejana de lo que se podía prever en aquella época, a pesar de la gran gesta de la selección de fútbol de Marruecos, en Catar 2022.

De hecho, desde aquel lejano 1977, los equipos semifinalistas en los doce (12) Mundiales de Fútbol disputados (incluyendo Catar 2022), se han repartido así:

  • Grandes Selecciones Mundiales: Alemania (7), Francia (6), Italia, Brasil y Argentina (5 c/u).
  • Selecciones con más de una semifinal y con más de una generación de jugadores participantes: Holanda (4), Croacia (3), Bélgica e Inglaterra (2 c/u).
  • Selecciones con sólo una semifinal: España (campeona), Portugal, Suecia, Turquía, Bulgaria, Polonia, Uruguay, Corea del Sur, y ahora, Marruecos.

Sólo un equipo asiático, uno africano y uno suramericano (aparte de Brasil y Argentina) han accedido a semifinales de un Mundial en este período de tiempo, así como ningún equipo de América del Norte, el Caribe, u Oceanía. Por otro lado, y dada la estructura de la selección marroquí (la mitad de los jugadores nacidos fuera de Marruecos), no pareciera que repetirán esta presentación en Norteamérica-2026. El tiempo dirá.

Lo interesante es que, en cada Mundial, muchas voces relacionadas con el fútbol, aseguran que las distancias en términos de calidad, entre las selecciones “no tradicionales” y las “grandes selecciones”, principalmente europeaos, ha disminuido.

Sin embargo, como vimos, las estadísticas no parecen acompañar esta afirmación.

El primer Mundial que disfruté de principio a fin, fue España-82. Camerún y Argelia animaron muchísimo la primera fase de aquella Copa del Mundo, pero igual, se quedaron hasta ahí. En México-86, Marruecos quedó por delante de Inglaterra, Polonia y Portugal en su grupo, pero cayó por un 1-0 ante Alemania en octavos de final. Alemania también eliminaría a México en 1986, en tanda de penales de cuartos de final (hasta ahora, la mejor participación del país de América del norte, en su gran historial en mundiales).

No vamos a detallar lo sucedido en otros Mundiales, pero es cierto que en cada uno de ellos ha ocurrido más o menos lo mismo, hasta llegar a Catar-2022, cuando una selección no-tradicional como Arabia Saudita maravilló a todo el mundo venciendo a la hoy día finalista Albiceleste de Messi, pero quedando eliminada en Fase de Grupos.

Por su parte, Japón y Corea del Sur accedieron a octavos de final, quedando eliminados ahí. Finalmente, Marruecos, con una generación de buenos jugadores repartidos en varios clubes de Europa, se las ingenió para dejar en el camino a Portugal, Bélgica y España, hasta enfrentar su destino a manos de Francia, en semifinales.

Ahora bien, esto no significa que el desarrollo del fútbol de selecciones nacionales se haya estancado desde 1977 hasta la fecha. En este tiempo, hubo tres nuevos campeones mundiales (Argentina en 1978, Francia en 1998 y España en 2010), y hubo dos equipos que han accedido a múltiples semifinales y finales (Holanda y Croacia). Además, España, Portugal, Bélgica e Inglaterra han probado ser selecciones competitivas, sobre todo, en el siglo XXI.

Nadie sabe lo que Pelé tenía en mente cuando formuló aquella interesante aseveración. Pero el astro no parece haber tomado en cuenta que Europa también tenía mucho camino por recorrer en cuanto al desarrollo del deporte. O que el fútbol necesita de ligas locales estables y sólidas, así como una infraestructura organizativa con intereses alineados, entre otras cosas, para un país tener una oportunidad de ganar un campeonato mundial o de, por lo menos, pasar el gran escollo que son los cuartos de final de este gran evento universal.

Estas condiciones no están, en su totalidad, presentes en África, ni en los demás países de América del Sur, e incluso en Escandinavia o Europa del Este, a los niveles requeridos para mantener a selecciones nacionales competitivas por más de una generación determinada de jugadores.

Es por ello que si tuviera que hacer una predicción de largo plazo, creo que el próximo campeón mundial de fútbol, no-europeo, podría ser los EEUU o México. Ahora bien, no les será fácil. Tendrán que ser mejores que los equipos grandes del Siglo XXI (Alemania, Francia, Brasil, y Argentina); luchar contra el resurgir de Italia, España e Inglaterra; así como competir contra selecciones que continúan generando muchos jugadores de calidad como Portugal, Croacia y Holanda.

Mientras tanto, disfrutemos de la tercera estrella de Francia o Argentina, y recemos por que Pelé se mejore, y alcance a ver al Brasil de sus amores coronarse campeón nuevamente.

Publicidad
Publicidad