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¿Por qué el bajo rendimiento de los equipos venezolanos en competencias internacionales?

Once derrotas acumulan los equipos venezolanos en fase de grupos de las copas Libertadores y Sudamericana en 2023. ¿Cuáles son las razones para tan bajo rendimiento? El extécnico de la Vinotinto Richard Páez, Akram Almatni, presidente de la LigaFUTVE y José Hernández, entrenador de base, dan sus opiniones

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Los números son realmente preocupantes: un solo empate en doce partidos jugados. Once derrotas. Son las cifras que acumulan los cuatro equipos venezolanos en fase de grupos de las copas Libertadores y Sudamericana en 2023. Con la otra mitad por jugar, es preciso generar una discusión acerca de por qué el motivo de tan alarmantes resultados.

Para este trabajo se consultó a tres personas acerca de los motivos y la posible solución a esta situación que no puede ser catalogada menos que alarmante. Richard Páez, técnico reconocido por dar un giro radical en los resultados acostumbrados del fútbol venezolano en cuanto a clubes y selecciones, Akram Almatni, presidente de la LigaFUTVE y José Hernández, entrenador muy vinculado con el proceso formativo de técnicos y futbolistas en Venezuela.

Tres voces para conocer el contexto de lo que está ocurriendo, con la idea de generar el contenido necesario que sirva de palanca para iniciar un verdadero proceso de cambio, algo que tantas veces se ha intentado, pero poco logrado.

Recursos, estrategia y formación

Es redundar cuando se reconoce el cambio radical que en cuanto a resultados generó Richard Páez en el fútbol venezolano. Sin embargo, él recuerda un primer aspecto que ya marca diferencias, sin justificar lo que está pasando a nivel continental con los equipos venezolanos: “Venezuela está en un fútbol muy competitivo y es el único que no ha ido a un mundial”.

Para Páez, es difícil competir con el resto del continente con los ingresos que hoy disponen los equipos de Venezuela y también propone un cambio en el modelo de propiedad de las organizaciones de fútbol en el país: “Los ingresos económicos son bajos con respecto al resto del continente para poder armar equipos competitivos. Los dirigentes deben accionar la palanca de cambio, convirtiendo los equipos en clubes, mejorar la inversión. No existe un centro de desarrollo de talentos y eso lo estamos necesitando”.

Desde esa premisa, Páez encuentra en varias razones que Venezuela haya logrado solo un punto de 36 posibles en competencias continentales, pero hace énfasis en la apreciación formativa tanto del jugador como del entrenador: “Falta una metodología formativa, no solo generar escenarios de competencia en las edades tempranas. Así el futbolista podrá llegar con trabajo y conceptos de juego a la competencia. Hoy día hay una corriente que promueve la intensidad en el fútbol y es necesario más que nunca que el jugador comprenda el juego, que entienda las situaciones de juego. La intensidad, la disputa del balón. Debemos mejorar la adaptabilidad al fútbol rápido, la anticipación mental. Eso se nota en los torneos internacionales, donde nos sobrepasan en trabajo y acciones colectivas de juego”, dice el técnico merideño.

Como consecuencia de lo anterior, considera que “tenemos una liga competitivamente baja, el nivel formativo de nuestros jugadores y nuestra estructura profesional es superada por países como Bolivia. Es nuestra deuda histórica. Pocos equipos tienen sedes, no hay un plan de desarrollo de categorías menores”

Hay un tema físico que Páez también ve como causa del bajo rendimiento internacional de los equipos venezolanos: “En competencias internacionales podemos comparar cómo el jugador venezolano, salvo algunas excepciones exhibe un porcentaje de grasa corporal superior al 11% y la media en Sudamérica está por debajo de ese porcentual”, al tiempo que también lanza un dardo a quienes tienen la responsabilidad de dirigir los planteles profesionales en nuestro país: “El entrenador venezolano debe prepararse mejor, actualizarse para ser más competitivos. Además, debe confiar más en el potencial de sus jugadores. Las propuestas ultradefensivas como visitantes lo demuestran. Nuestros entrenadores y jugadores deben exigirse al máximo”, finaliza.

Comenzar a hacer

Con su acostumbrada pedagogía, José Hernández hace un llamado a comenzar a solucionar. Reconoce que es necesario cambiar todo el “sistema fútbol” como él lo llama para alcanzar otros resultados en el escenario internacional, sin embargo, explica que ya los causales están identificados, lo necesario es comenzar a mejorar dicho sistema.

“Nuestra capacidad, nivel y saber competir está en un rango distinto al resto. Esto se refleja en los resultados. El rendimiento y los resultados depende del saber competir de los jugadores en lo individual y del equipo en lo colectivo. Competir tiene que ver con saber responder de manera eficaz y eficiente a los contextos de juego, desde las capacidades individuales y colectivas”, explica, mientras describe hacia dónde hay que apuntar en la solución del problema: “No debemos señalar a jugadores, entrenadores y equipos. Cuando valoramos los resultados y el rendimiento, no debemos dejar de evaluar el sistema del fútbol venezolano. ¿Cuál es el sistema? La estructura organizacional, la infraestructura deportiva, la formación permanente de los entrenadores, la formación del jugador y desarrollar sistemas de competencia. En esos cinco pilares se sostiene el sistema del fútbol venezolano y si tiene debilidades, se va a notar en la competencia”.

“Cuando los niveles de competencia locales no te ofrecen situaciones altas en niveles de complejidad, que te hagan dar respuesta y desarrollar opciones distintas, cuando vas a otro nivel te va a costar resolver. Cuando estás en escenario internacional, supone otro tipo de situaciones a las cuales hay que prepararse, jugadores y entrenadores”, indica, para lo cual propone que se comience a trabajar en la solución: “Transformar el sistema fútbol es la necesidad para poder cambiar los resultados. Debemos cambiar nuestra forma de pensar y nuestras ideas para cambiar los resultados. Nos quedamos siempre en los síntomas, en el diagnóstico y hacemos muy poco por atacar la enfermedad, sin buscar soluciones. Es cierto que hay realidades sociales y económicas que afectan, pero tenemos que hacer esfuerzos para mejorar las cosas que estamos haciendo. Somos expertos en diagnosticar la situación del fútbol venezolano que es la misma de siempre, pero poco hacemos para cambiarlo. Queremos hacer cambios radicales y no es así. Debemos empezar a cambiar con primeros pasos de cambio, no hacer el cambio radicalmente porque vamos a seguir repitiendo lo mismo”, explica José Hernández.

¿Y el VAR?

Tras la derrota de Academia Puerto Cabello ante Tigre por 0-3, Noel Sanvicente decía que sus jugadores no están acostumbrados a jugar partidos en donde el VAR está presente. Se pudo conocer que la propuesta del VAR la maneja las Comisiones de Desarrollo y de Árbitros de la FVF pero todo requiere inversión y aprobación de la FIFA y la factibilidad tecnológica que se vaya a implementar.

Se espera que a final de año, ya se pueda implementar en el país. José Hernández reflexiona sobre el tema: “El VAR en Venezuela: quizá económicamente no es viable, pero qué estamos haciendo para que en un largo plazo lo podamos tener. No debemos quedarnos en justificar las razones, sino ir trabajando poco a poco en tenerlo. Justificamos los problemas y no generamos soluciones. Tampoco debemos actuar en función de la crítica, sino en pro de mejorar el fútbol y no responder a la crítica nada más”.

Lo rescatable

Entre los comentarios que se lee en redes, se encuentra que una de las causas del mal desempeño internacional de los equipos es el poco tiempo efectivo de juego que se registra en el torneo local. Sobre eso, preguntamos a Akram Almatni acerca de cómo están esos registros en la Liga FUTVE y ofrece datos interesantes: “Hemos mejorado nuestro tiempo efectivo de juego. En la Fase Final de la temporada 2022 llegamos a alcanzar un 53%, sin embargo estamos haciendo un análisis muchos más profesional con expertos en la materia. Ahora buscamos agilizar los partidos; por ejemplo, desde 2020 hay en juego nueve balones en el campo, cuando antes solo había cinco y otras medidas que hemos implementado, como programar partidos nocturnos en un país cuyo clima es caluroso de día”, explica.

Almatni asegura que la situación presentada en 2023 en torneos internacionales es muy particular: “Creo que hoy somos más competitivos, pero este año ha sido particular; desde 2020 hasta hoy, mejoramos los registros en competencias internacionales. Hasta 2020, el promedio de derrotas llegaba al 56% y hoy hemos mejorado esos registros hasta un 48%, superando números de clubes de otros países y logrando clasificar a siguiente fase a varios equipos. Hace falta mucho trabajo, debemos mejorar mucho, pero lo estamos haciendo”.

El presidente de la Liga recuerda que aún existe margen de mejora en la participación de los equipos venezolanos en competencias internacionales para este año: “Tenemos que generar recursos para que los clubes compitan con más eficiencia. Hay razones más económicas que deportivas en este desempeño internacional. Sin embargo debemos recordar que apenas llevamos una mitad de la fase de grupos y en la segunda mitad debería mejorar el desempeño porque habrá más partidos como local de nuestros equipos”, cierra el directivo.

Lo cierto es que los resultados en esta primera vuelta de la fase de grupos para los equipos venezolanos han sido realmente preocupantes y si no existe una voluntad real de cambiar el panorama, cada año estaremos escribiendo sobre lo mismo. Como dice José Hernández: el diagnóstico está hecho, lo que hay que hacer es comenzar a atacar dichas causas.

Es urgente.

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