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Indígenas yukpa regresan al Zulia llenos de promesas tras protestarle a Maduro

La inusual protesta fue guiada por caciques de estas comunidades indígenas del occidente de Venezuela, en la frontera con Colombia. Los indígenas hicieron un penoso viaje de 18 horas y recorrieron más de 819 kilómetros para exigir respeto a sus derechos.

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Unos 300 representantes de las comunidades indígenas de la etnia Yukpa, entre ellos 250 adultos y 50 niños, que habitan la Sierra de Perijá, en el estado Zulia, sorprendieron al gobierno de Nicolás Maduro al llegar hasta las cercanías del Palacio de Miraflores para protestar en demanda de solución a sus agudos problemas, como falta de agua potable y comida, desnutrición, viviendas destruidas, falta de medicinas, de hospitales y de vías de acceso a sus poblados.

La inusual protesta fue guiada por caciques de estas comunidades del occidente de Venezuela, en la frontera con Colombia. Los indígenas hicieron un penosos viaje de 18 horas, en las cuales recorrieron más de 819 kilómetros, para exigir respeto a sus derechos.

Los yukpas habitan principalmente en montañas y tierras altas de la Sierra de Perijá, en el municipio Machiques de Perijá, en Zulia. Sus tierras ancestrales fueron despojadas  desde hace décadas por la expansión de la frontera agrícola y pecuaria y hoy están confinados en pequeñas comunidades, donde ejercen actividades de subsistencia y se emplean como braceros en grandes haciendas.

Ese es el municipio más empobrecido de Zulia, según datos recogidos por los estudios de la encuesta Encovi, presentados por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

Cansados de recibir solo promesas que nunca se cumplieron por parte de las autoridades municipales, estadales y del gobierno nacional, los representantes de comunidades yukpa llegaron a Caracas con la meta de hablar con el propio Nicolás Maduro, para informarle de la crítica situación que padecen estos pueblos originarios.

Con el apoyo de la organización Onaiyukven, que se encarga de proteger los derechos sociales de estos pueblos, comenzaron hace un mes a organizar el viaje a Caracas.

Travesía de Zulia a Caracas

El cacique mayor Adrián Romero explicó a El Estímulo que, agotadas las conversaciones con las autoridades municipales y estadales del estado Zulia, en busca de solucionar sus problemas sociales, los representantes de cada una de las comunidades realizaron varias reuniones y la decisión final fue venir a hablar con Maduro directamente.

Varias organizaciones les ayudaron a pagar el costo del transporte en ocho autobuses, que trasladaron desde el domingo a 250 adultos, entre ellos varios ancianos cabeza de familias, los caciques mayores y 50 niños en representación de la población infantil.

“Desde el Zulia hasta Caracas, recorrimos en 18 horas, más de 819 kilómetros, no teníamos muchos recursos económicos, pero sí demasiadas ganas de dar a conocer nuestros problemas. En el trayecto tuvimos que pararnos en por lo menos 20 alcabalas, en donde los funcionarios de la Guardia Nacional, nos advertían que el paso estaba prohibido, pero los caciques que nos acompañaban bajaban de las unidades y explicaron en cada uno de los puestos  de vigilancia, la precaria situación que estábamos padeciendo en las comunidades y al final las autoridades nos dieron el libre paso a la capital”, dijo Romero.

Indicó que los problemas que padecen no son nuevos.

Recibidos a golpes

Los representantes indígenas indicaron que desde su llegada a Caracas, en los alrededores de la plaza Miranda, centro de la ciudad, fueron recibidos por piquetes de la Guardia y Policía Nacional, que con empujones intentaron impedir su caminata hasta Miraflores.

Aseguraron que en la represión de la protesta resultaros heridos tres hombres y una mujer, a manos de los funcionarios de seguridad.

Ante la insistencia de los representantes de los manifestantes, quienes señalaban se instalarían en los alrededores del Palacio de Miraflores, hasta hablar con Maduro,  la noche de este miércoles una comisión encabezada por varios caciques logró reunirse con el ministro de Educación, Aristóbulo Iztúriz, quien junto a otros ministros prometió comenzar a ofrecer soluciones a los distintos problemas planteados de forma inmediata.

«Los desbordamientos de los ríos Kunaza, Toromo y Yaza dejó siete niños muertos y damnificados que se cuentan por centenares desde octubre de 2019», reporta Radio Fe y Alegría.

Tras dejar un documento con sus exigencias y esperando que en esta oportunidad no todo quede en promesas, los ocho autobuses con los 300 representantes de las etnias Yukpa regresaron al estado Zulia en la mañana de este jueves, pero indicaron que volverían a tomar Caracas, si se trata de un nuevo engaño por parte de los representantes del gobierno de Maduro.

Hambre y sed

Romero dijo que desde el año pasado padecen de la falta de agua potable, que se ha tornado más crítica con la llegada de las lluvias, pues de las tomas naturales de donde obtenían el líquido, el agua sale de un color muy oscuro a causa de la tierra y el barro “lo que impide que pueda ser consumida por las personas”, explicó Romero.

Señaló igualmente que, han perdido importantes lotes de plantaciones, que han quedado bajo las aguas y que la vialidad se encuentra destrozada, hecho que impide que puedan trasladar lo poca producción que tienen o llevar alimentos a su comunidad.

“También venimos a denunciar la suspensión de la entrega de la bolsa de alimentos, que en estos momentos de crisis es tan necesaria para las familias, la falta de medicamentos y de atención en otras áreas de prioridad”, señaló.

Por su parte Carolina Peñaranda, miembro de la organización Onaiyukven, señaló que los integrantes de las etnias yukpa decidieron organizar la manifestación en Caracas por la falta de respuesta gubernamental.

“Por ejemplo, el año pasado  se nos presentó una deslave, en donde perdieron la vida siete niños y un adulto y a estas alturas nos señalan que el gobierno va a realizar un bosquejo de ese incidente, para saber cómo nos puede ayudar. Esto demuestra que las autoridades del ministerio para los Pueblos Indígenas, no han ofrecido un informe de la lamentable tragedia».

Así mismo, señaló Peñaranda que los niños Yukpa se encuentra desprotegidos, que no tienen las herramientas para recibir las clases a distancias, que en las comunidades no existen computadoras, que no hay servicio de salud, que el único ambulatorio con el que cuenta se encuentra en pésimas condiciones.

“Aquí el único medicamento que se encuentra es el paracetamol, no hay antibióticos para combatir la neumonía que padecen varias personas, no se cuentan con las pruebas para el despistajes  de covid-19, hay graves índices de desnutrición, no hay atención de ninguna clase”, aseguró Peñaranda.

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