¿Testaferro o diplomático?
De contratista de viviendas sociales en Venezuela, Alex Saab pasó a manejar una gigantesca red de importaciones para el gobierno de Nicolás Maduro, que le dio la nacionalidad, un título de embajador y luchó incansablemente para evitar su extradición a Estados Unidos.
La oposición lo señala de ser «testaferro» de Maduro y su familia. El chavismo ha estampado mensajes pidiendo «Libertad para el diplomático Alex Saab» o #FreeAlexSaab» en letras negras y rojas en muros de Caracas.
El gobierno además ha emitido múltiples notas de protesta exigiendo su libertad y catalogando su arresto de «secuestro».
«Nunca antes el chavismo hizo tanto por alguien. ¿Qué explica que se esté moviendo cielo y tierra, que se le busque dar inmunidad diplomática?», explicó a la AFP Roberto Deniz, periodista del reconocido portal de periodismo de investigación Armando.info, que ha escrito exhaustivamente sobre el caso Saab.
El empresario llegó a demandar ante la justicia a un grupo de periodistas.
Pero la propia fiscalía de su país, Colombia, lo investiga y le incautó propiedades mal habidas.
«Es evidente que hay mucho temor, no solo porque pueda revelar información sobre coimas, sitios donde se movió dinero, sobreprecios». Él además «era la bisagra de muchos de estos negocios que empieza a hacer el régimen de Nicolás Maduro con otros países aliados (…) y es evidente que es un señor que debe tener muchísima información», añadió.
Contratista consentido
Hijo de un empresario libanés, asentado en Barranquilla, Saab comenzó como vendedor de llaveros promocionales antes de incursionar en el sector textil, con 100 almacenes que exportaban a más de 10 países, según biografías oficiales.
«Guiado por su espíritu de empresario cosmopolita, busca trasladar su capacidad emprendedora más allá de las fronteras» y se traslada a Venezuela «interesado en el ramo de la construcción», cuenta una serie en su canal en YouTube titulada «Alex Saab, agente antibloqueo».
El primer contrato que firmó en Venezuela lo hizo en 2011 en el palacio presidencial de Miraflores. Entonces, Maduro era canciller y el presidente, Hugo Chávez. Un Saab joven con una pequeña cola de caballo sube a la tarima y firma una «alianza estratégica» para «la constitución e instalación de kits para la construcción de viviendas prefabricadas».
En el acto estaba presente igualmente el entonces mandatario colombiano Juan Manuel Santos.
Puertas que se abrieron
«Ofrecí un sistema italiano de construcción», dijo Saab en una entrevista con el diario El Tiempo en 2017. «Luego de un año de trabajo y tocar puertas, logramos entrar y abrimos una fábrica».
«Debo ser enfático en esto», añadió. «No conozco al presidente Maduro, más allá de un par de actos protocolarios».
Pero fue precisamente con la llegada de Maduro a la presidencia que Saab se convierte «casi inmediatamente» en «el contratista consentido» y después en su «ministro plenipotenciario en la sombra», destacó Deniz.
Según el periodista, de las viviendas sociales, Saab ganó un contrato para la construcción de gimnasios por 100 millones de dólares, pagados por adelantado, y de ahí uno en petróleo con una «empresa fantasmal» sin experiencia, que se terminó cayendo por el reclamo de otras empresas en el ramo.
Señalado como testaferro
Maduro creó en 2016 los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un plan de racionamiento de alimentos básicos subsidiados en un momento de desabastecimiento de más de dos tercios de productos básicos.
Y Saab se convirtió en uno de los proveedores, logrando «importantes acuerdos comerciales», según su serie en YouTube.
En 2018, de acuerdo a esta versión, asume «como funcionario público» la «misión» de adquirir en Rusia e Irán «alimentos, medicinas, repuestos para las refinerías y diferentes empresas».
Saab se felicita por ejemplo por la ruta de combustible iraní, que abrió «por instrucciones, guía y visión del presidente Nicolás Maduro», a quien en 2017 dijo no conocer.
Irán ha enviado buques de gasolina a la otrora potencia petrolera, blanco de un embargo petrolero de Estados Unidos, que ha acribillado a Maduro con sanciones buscando su caída.
La exfiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, lo ha catalogado como «el principal testaferro del régimen» de Maduro y su familia, y aseguró que ha consignado pruebas ante «algunas autoridades».
Desde que está bajo arresto, el equipo legal de Saab asegura que ha sido sometido a «torturas físicas y psicológicas», que ha perdido peso y su vista se ha comprometido. Ahora, rumbo a Estados Unidos, asegura su vida correrá peligro.