Economía

Lo que significa este sonoro triunfo del NO en Grecia

El pueblo de Grecia votó mayoritariamente en contra de un paquete de austeridad propuesto por sus acreedores, la llamada Troika (Fondo Monetario Internacional, Banco Central Europeo y Unión Europea). Las medidas económicas supuestamente ayudarían "con sangre sudor y lágrimas" a este miembro más pobre de la zona euro a salir de una grave crisis que lleva al menos cinco años.

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Ese paquete también estaba diseñado para ayudar a Grecia a pagar la enorme deuda que mantiene amarrados a bancos comerciales del resto de Europa.

– La Troika de acreedores le pedía a Grecia que aumente los impuestos, inclusive el IVA y reduzca dramáticamente el número de personas que pueden acceder a pensiones de retiro. También pedía en este paquete que se reduzca la evasión de impuestos. Esa fue la opción rechazada hoy.

– De modo pues que hoy domingo ha cambiado el escenario de Grecia, pues el NO soberano en rechazo al plan de austeridad a cambio del rescate, provocará que la crisis financiera interna se acelerará y entraría en picada, el país se quedaría sin salvavidas en medio de una situación social peor, con más inflación y fuera del euro.

– Pero el asunto es muy complejo y puede tener consecuencias directas e indirectas en todo el sistema financiero mundial, los mercados  de deuda, los precios de las materias primas y las acciones de bancos de Europa.

– La opción ganadora supone la inminente posibilidad de que Grecia tenga que salir del euro, la moneda comunitaria que comparte con otros socios de la Unión, inclusive con socios financiera y políticamente más sólidos como Alemania, que es la locomotora de la Unión Europea y la que junto a Francia le exige a Grecia más responsabilidad.

– Los políticos de Alemania y Francia enfrentan las presiones de sus propios electores, que les reclaman tratos complacientes con gobiernos que no han sido tan responsables en el manejo de sus finanzas públicas

– Poco después del resultado, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que el referéndum de hoy «no tiene vencedores ni vencidos», sino que es una «victoria en si mismo», pues ha probado que la «democracia no puede ser chantajeada».

«Quiero dar las gracias a todos, independientemente de lo que votaron. Ahora hay que restablecer la cohesión social», dijo Tsipras en una alocución televisada tras el triunfo del «no» en el referéndum celebrado hoy, reportó la agencia EFE.

Por su parte, el diario El País destacó dos reuniones clave agendadas de inmediato para este lunes y que mantendrán en vilo a los mercados financieros mundiales porque está en juego el futuro de la Unión Europea: la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande se encontrarán unas horas antes la reunión del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE).

«El riesgo de colapso de los bancos griegos deja el país en manos de Mario Draghi: si el BCE no eleva los fondos de emergencia, el sistema financiero puede declararse en bancarrota y llevar la crisis a un escenario catastrófico», reseñó El País.

– Los bancos griegos, sometidos a un corralito que sólo permite el retiro de 60 euros diarios por persona, se están quedando sin efectivo y necesitan un transfusión inmediata desde el resto de Europa.

– El NO, no resuelve el problema. Abre nuevos frentes de batalla y frenéticas reuniones en busca de una solución definitiva a una crisis que amenaza llevarse por delante la estabilidad financiera de toda Europa y de medio mundo.

– Grecia acumula una enorme deuda externa, ha gastado mucho más de lo que el sentido común y sus ingresos le hubieran permitido, su economía no crece y más bien se propaga una rabia colectiva por la fatal situación económica general. Esa rabia fue la que justamente la que llevó al poder a Tsipras, en su momento mal llamado el Hugo Chávez griego.

– La semana pasada Grecia dijo que no tenía como pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) el vencimiento de un préstamo por 1.600 millones de euros. Esta es apenas una de las facturas pendientes. Así, el Fondo de Estabilidad Financiera de Europa (FEFE) declaró oficialmente a ese país en situación de impago, o sea moroso.

De modo que se frenó el desembolso de otros 7.200 millones de euros que necesitan las cuentas fiscales de Grecia para seguir funcionando en el corto plazo.

– Grecia le debe al FEFE 144.000 millones de euros, casi la tercera parte de toda su deuda externa, que es de 320.000 millones, por lo que según los cobradores, esa moratoria puede provocar consecuencias enormes en la economía de ese país y de toda Europa.

– Cuando una deuda de ese tamaño no puede ser pagada el problema trae una reacción en cadena, pues muchos de los prestamistas son bancos privados que ven afectadas sus ganancias y resultados financieros.

– Este cuadro comenzó a complicarse en el 2010, en medio de una crisis financiera global. Justamente, para limitar el contagio hacia los bancos y tratar de ayudar el enfermo, los socios europeos le prestaron más plata todavía a los griegos: fueron 110.000 millones de euros. La ayuda siguió fluyendo, hasta 240.000 millones por ese lado.

A los griegos le pasa como a un hijo que le pide plata prestada al padre o a los tíos para salir del foso. Le van a decir que OK, lo van a ayudar pero que va a tener que cuidar mejor sus gastos, ser austero y honesto en las cuentas.

– Pero las condiciones del acuerdo habían sido tachadas como “humillantes” por el gobierno del primer ministro izquierdista Tsipras, que justamente llegó al poder en enero pasado aupado por un discurso antisistema, nacionalista y de reivindicación social, contrario a las políticas clásicas a favor de los acreedores que ven en los sacrificios la única forma de reactivar una economía.

– Ya en los últimos años la situación social se ha agravado porque la economía no crece y más bien se ha encogido en una cuarta parte en cinco años; uno de cada cuatro griegos trabajadores está desempleado y la pobreza alcanza al 40%. En este cuadro, los acreedores piden justamente más austeridad, más recortes, más sacrificios a un país que forma parte de la Unión Europea y aunque es uno de los socios más pobres, tuvo niveles de desarrollo que ya soñaríamos por aquí los americanos del sur.

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