Inquietud por la economía china tiñe de rojo las bolsas asiáticas
A la cola del batacazo de Wall Street de este jueves, las pérdidas se profundizaron y se extendieron por toda Asia.
A la cola del batacazo de Wall Street de este jueves, las pérdidas se profundizaron y se extendieron por toda Asia.
Las bolsas asiáticas sufrieron este viernes fuertes caídas de forma generalizada tras la publicación de nuevos datos sobre la actividad de la industria china, que agravaron la preocupación sobre la marcha de la segunda economía mundial.
A la cola del batacazo de Wall Street de este jueves, las pérdidas se profundizaron y se extendieron por toda Asia como cierre a una semana agitada por los altibajos de los parqués de China y cuando las economías regionales aún tratan de ajustarse al nuevo escenario creado por las devaluaciones del yuan.
En ese contexto enrarecido, los resultados preliminares del índice gerente de compras (PMI) que elabora la revista financiera china Caixin, que dieron cuenta de la mayor contracción en seis años del sector manufacturero del gigante asiático, dinamitaron la jornada y forzaron a los inversores a extremar la prudencia.
El desplome más abultado de la jornada lo protagonizaron, una vez más, las bolsas chinas, ya que el índice general de Shanghái, el de referencia en el país, se derrumbó hoy un 4,27 % y el de Shenzhen, otro 5,42 %.
La incertidumbre generada en torno a la segunda economía mundial hizo mella en la Bolsa de Tokio, donde el índice Nikkei se hundió casi un 2,98 % y registró su cuarta caída consecutiva que fue, además, la segunda mayor del año.
En Hong Kong, el retroceso del referencial Hang Seng fue más moderado, de un 1,53 %, pero se sumó a las pérdidas que ya había acumulado en las cinco jornadas previas y lo llevó a su cotización más baja de los últimos quince meses, desde mayo de 2014.
La Bolsa de Seúl también acusó hoy una aguda caída de un 2,01 %, aunque en su caso la preocupación de fondo sobre China se vio ensombrecida por el nuevo episodio de tensión entre las dos Coreas, que ayer intercambiaron disparos de artillería.
Asimismo, las acciones de la Bolsa de Taipei se derrumbaron un 3,02% arrastradas por el pesimismo con el que los inversores taiwaneses observan los últimos movimientos del gigante asiático y, en el Sudeste Asiático, todos los mercados bursátiles cerraron hoy con pérdidas excepto Filipinas, que no abrió por festivo.
La apertura de las bolsas europeas también se tiñó de rojo y Madrid, Fráncfort, Londres, Milán, París y Lisboa iniciaron la sesión con fuertes correctivos, en los que las dudas sobre la segunda economía se solapan con la inquietud sobre el futuro de Grecia después de la dimisión de su primer ministro, Alexis Tsipras.
Mientras continúa la incógnita acerca de cuándo subirá la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos los tipos de interés, una medida que daría carpetazo a la política monetaria que ha mantenido desde la crisis financiera de 2008, los mercados siguen en vilo las noticias que llegan del otro lado del Pacífico.
Si la semana pasada China sacudió los mercados internacionales con las devaluaciones de su divisa, esta semana han sido el retorno de las turbulencias de los parqués del gigante asiático las que han llamado la atención.
Las bolsas de Shanghái y Shenzhen, con las intervenciones en el mercado de Pekín adoptadas durante la crisis bursátil del mes pasado aún en vigor, interrumpieron tres semanas de relativa tranquilidad para abonarse a la volatilidad que exhibieron entre junio y julio.
Así, los parqués chinos se hundieron este martes más de un 6 %, el miércoles remontaron a última hora una sesión en la que llegaron a perder un 4 % y ayer volvieron a ceder más de un 3 %.
Analistas consultados por Efe atribuyeron estas oscilaciones al temor de los inversores chinos a la posible retirada de los apoyos al mercado por parte del Gobierno de Pekín, insinuada la semana pasada por las autoridades.
Otros expertos, en cambio, las interpretaron como una reacción tardía al debilitamiento del yuan tras las acciones del banco central chino de la semana pasada.
«Los inversores evalúan si la devaluación del yuan será favorable al crecimiento y al mercado de valores o traerá una fuga de capitales y agravará los riesgos que ya se cocinan en el sistema», explicaron los analistas de la firma financiera japonesa Nomura, en un informe publicado hoy.
Entre tanto, el devenir de China marca la pauta de los mercados, que miran con lupa las posibles implicaciones globales de los movimientos de la segunda economía mundial.