Monaldi afirma que el gobierno y Pdvsa han estado haciendo esfuerzos para crear condiciones que atraigan la inversión extranjera al sector petrolero, incluso antes de que los precios colapsaran. Según el informe El impacto de la caída de los precios del petróleo en la economía, la política y la industria petrolera de Venezuela, publicado por el Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, la estatal ha solicitado recomendaciones a sus socios para elevar el flujo de capital y opciones de financiamiento.
Desde 2013, se han negociado préstamos para invertir en los proyectos conjuntos a cambio de mayor control sobre el flujo de caja y las operaciones. También ha habido una inesperada flexibilidad tanto para los proyectos existentes como los nuevos, y se les está permitiendo a los socios vender divisas a la tasa oficial más alta.
El informe muestra que la porción de la producción que es manejada por Pdvsa está cayendo más rápido que el bombeo total, mientras que los proyectos conjuntos con socios internacionales ha subido ligeramente. La extracción de las empresas mixtas ha subido de 800.000 a más de 1 millón de barriles diarios desde 2009, y representa más de un tercio de la producción total.
“El problema para Pdvsa y el gobierno es que sus socios extranjeros poseen un máximo de 40% de estos proyectos, así que el flujo de caja debe ser compartido. Más aún, hasta hace poco las relaciones con los socios se hicieron más tensas por las reformas nacionalistas ejecutadas por Chávez a la industria petrolera”, detalla.