Economía

Entre colas y con hambre el mango es una salvación

Luego de esperar por más de seis horas en cola, bajo la lluvia y sin haber probado alimento, los tachirenses recibieron el anunció que la venta en Bicentenario fue suspendida porque no había luz.

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Texto y fotos. Rosalinda Hernández C. / Táchira

En medio de una merienda con mangos, centenares de tachirenses aguardaron más de seis horas a las puertas de Abastos Bicentenario, ubicado en el centro comercial El Tama, de San Cristóbal, para luego recibir la noticia que no serían atendidos porque se había ido la luz.

Quienes estaban en cola y se habían desplazado desde la noche anterior a la capital tachirense para comprar alimentos, levantaron su voz de protesta ante lo que consideraron como «una vil humillación al pueblo», dijo José Rodríguez.

Rodríguez y su esposa Yolbert llegaron a las 3:00 de la mañana a apartar un lugar en la larga fila y mientras esperaban se devoraban, al igual que otras personas, los mangos que minutos antes había bajado, a punta de lanza,  de un árbol cercano.

Durante toda la semana las intensas colas para acceder a productos regulados en el supermercado del gobierno alcanzan más de seis cuadras y sin importar la lluvia o el sol la gente permanece allí hasta lograr hacerse de al menos un litro de aceite comestible.

«Ya no nos van a vender en la mañana, así pasa siempre por eso no creo que los tan anunciados Clap vayan a acabar con el hambre y la desesperación que tenemos. Eso al contrario va a incentivar el desabastecimiento y la corrupción», aseguró Carlos García en la cola.

La poca confianza en las medidas del gobierno para frenar la supuesta «guerra económica», son vistas con escepticismo por la mayoría de quienes esperaban frente al centro de abastecimiento.

«Nada de lo que el gobierno hace para abastecer resulta bueno. Fíjese nosotros venimos de Ureña, de la frontera a comprar aquí porque allá menos se consiguen las cosas. Si las venden las tenemos que pagar a precio de pesos y para mi bolsillo es imposible. Allá lo que usted ve es hambre y desolación», dijo Amparo Suescun

La protesta y la presión

Entre las largas colas, el banquete de mangos para calmar el hambre y la ansiedad  un grupo de representantes de la organización política Vente Venezuela irrumpió en el lugar para dar un espaldarazo a quienes estaban en cola.

Con pancartas y consignas, los integrantes de la organización política se solidarizaron con la «grave crisis alimentaria» que viven los ciudadanos de la entidad y que, a su juicio, cada día empeora a pesar de las medidas implementadas por el ejecutivo nacional.

«Los tachirenses han cambiado la cotidianidad de sus vidas para mendigar a diario un kilo de harina, azúcar o pasta en las largas colas que se hacen frente a los automarcados, gracias a las desacertadas políticas del gobierno nacional», señaló Ronald Zerpa, representante de Vente.

Indicó que el panorama es tal vez peor al del resto del país porque al tachirense este gobierno lo ha marginado sin importar el dolor de las madres con niños en brazos, esperando a la venta de algo que pueda saciar el hambre que  hay.

«Señores en el país no hay alimentos y de paso engañan al pueblo con unas supuestas bolsas de alimentos que iban a llegar cuando todo fue falso. A los tachirenses las bolsas de alimentos no han llegado según lo anunciado. No han entregado nada más allá de dos kilos de harina Pan y un kilo de caraotas, como si eso pudiera saciar las necesidades de una familia de seis o más integrantes», destacó el dirigente político.

Colas en Táchira

Colas en Táchira

Colas en Táchira

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