Economía

En plena crisis humanitaria AN aprueba pagar intereses de una deuda ilegal

En octubre de 2016, Pdvsa propuso un canje de la deuda que se vencía en 2017 por un nuevo bono con vencimiento en 2020, ofreciendo un interés de 8,5% anual. La meta era cajear $ 5.325 millones de los $ 7.100 millones del bono Pdvsa 2017. La oferta fue dirigida a los tenedores de bonos con vencimiento en abril de 2017 ($ 3.000 millones, con 5.25% de interés) y noviembre ($ 4.100 millones, dividido en 50% a pagar en Noviembre 2016 y el otro 50 % en Noviembre 2017, ambos tramos con 8.5% de interés). Como puede apreciarse, el incentivo de una tasa de interés mayor solo surtía efecto para los tenedores del Pdvsa abril 2017 que devengaban 5.25%. Los tenedores de los bonos con vencimiento en noviembre ya recibían el mismo 8,5 % de interés que se ofrecía y, por lo tanto, no se sentían lo suficientemente incentivados para proceder al canje.

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Fotografía: EFE

El factor de canje inicial fue de uno por uno, lo que implicaba para los inversionistas cambiar el bono 2017 por otro bono 2020, sin recibir un mayor pago o beneficio especial. Por eso, el canje no resultó atractivo para los que ya tenían el cupón de 8.5% y, más bien, preferían cobrar antes que seguir expuestos al deterioro de Pdvsa. Estos bonistas no encontraban una adecuada compensación para demorar por tres años más el cobro del bono a una empresa con una producción declinante que cada vez tenía menor capacidad de pago debido al colapso de los precios del petróleo y su deficiente gestión operacional. Para entonces se había iniciado el retiro de eficientes contratistas petroleros que fueron sustituidos por improvisadas empresas de maletín, con poca capacidad técnica y gerencial.

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