El presidente Nicolás Maduro anunció recientemente la creación de una Ley de Zonas Económicas Especiales, misma con la que se estaría incentivando la inversión privada en actividades productivas. Expertos en la materia han señalado que más que crear estas zonas, el país requiere una reformulación de su política económica.
Así lo señaló el ingeniero Juan Pablo Olalquiaga en el programa En Este País, que se transmite por la Red Nacional de Radio Fe y Alegría. Allí puntualizó los aspectos que serían prioritarios si se quiere traer capital extranjero a invertir en Venezuela.
“Venezuela no requiere tanto de Zonas Económicas Especiales, pero sí de revisar la política económica. Por ejemplo, replantear la política cambiaria, fiscal y comercial, impulsar una Ley de Educación que permita que la capacitación que se le dé a los estudiantes tenga que ver con lo que se produzca en el país. Revisar Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley Laboral”.
Para Olalquiaga, estos puntos deberían tener prioridad para que la economía nacional se traduzca en generación de bienes y servicios locales.
“Esto permitiría la creación de puestos de trabajo, también ayudaría a construir una balanza comercial que represente enriquecimiento para la nación. Esto se consigue con una visión de desarrollo”.
Según la información proporcionada por los entes oficiales, las Zonas Económicas Especiales serán cinco y estarán distribuidas en Paraguaná (Falcón), Puerto Cabello – Morón (Carabobo), La Guaira (La Guaira), Margarita (Nueva Esparta) y la Isla La Tortuga (Territorio Insular Miranda).
“Este tipo de leyes pretenden incentivar la actividad económica de zonas puntuales sobre la base de incentivos, que pueden ser de tipo fiscal, reducir el Impuesto Sobre La Renta, impacta también en el IVA y el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras. Así ha funcionado en el mundo, pero Venezuela tiene una economía destruida, con un PIB que es la quinta parte de lo que fue en un momento dado”.
Para Olalquiaga hay factores que afectan este tipo de iniciativas como las Zonas Económicas Especiales.
“Venezuela no cuenta con una política de créditos para sostener inversiones, tampoco con mecanismos transaccionales así que la balanza económica está sostenida en una base difícil de justificar, en parte por una industria petrolera muy deteriorada”.
Origen de las inversiones
Detractores de esta ley han hecho llamados de atención para fiscalizar el origen de las inversiones que pueda traer. Temen que las mismas sean ilícitas por lo que los organismos del Estado deberán tener especial atención.
“Puede haber dudas sobre si el capital que venga sea ilícito, pero para eso existe una Superintendencia de Inversiones Extrajeras que, cuando actúa normalmente, evalúa la procedencia de esos capitales y la direcciona hacia las áreas consideradas de interés. Pero lo que más genera dudas es saber qué se está vendiendo en Venezuela. Con una Ley Antibloqueo que permite vender sin decir a quién, ese nivel de opacidad desestimula la inversión”.
Olalquiaga agregó que “Venezuela tiene una autocracia opaca en torno a las políticas públicas y en la forma que se usan las inversiones. Las Zonas Económicas Especiales pueden convertirse en zonas de beneficios para unos, pero no para otros. Hay que ver quiénes las van a operar, pero insisto, no requerimos tanto de estas zonas sino de una revisión de las políticas económicas”.