En una declaración emitida el lunes, la organización caritativa afirmó que las reservas del antídoto Fav-Afrique producido por Sanofi Pasteur expirarán en junio. La empresa ha dejado de producir el antiofídico el año pasado y desde entonces se ha dedicado a producir un tratamiento antirrábico.
«Enfrentamos una verdadera crisis», afirmó en una declaración el doctor Gabriel Alcoba, asesor de picaduras de víboras. El grupo dijo que probablemente no habrá alternativa para reemplazar el tratamiento de Sanofi Pasteur por lo menos durante dos años.
Un vocero de Sanofi Pasteur dijo que su producto fue desplazado del mercado por la competencia que vendía productos más baratos y que en 2010 anunció que dejarían de producirlo.
«Es muy extraño que (las autoridades de la salud) solo se den cuenta de este problema cinco años después», comentó Alain Bernal, un vocero de Sanofi Pasteur. Agregó que la compañía ha ofrecido transferir la tecnología antiveneno a otros pero que «no se ha materializado nada hasta ahora».
Unos cinco millones de personas sufren mordeduras de víbora cada año, que causan 100.000 muertes y numerosas amputaciones o incapacitaciones. Cuando está disponible, el tratamiento cuesta entre 250 y 500 dólares.
Antes de una reunión esta semana en Suiza, MSF instó a las agencias internacionales asegurarse de tener el tratamiento disponible donde se le necesitara. MSF dijo que la Organización Mundial de la Salud debería desempeñar un papel predominante para solucionar el problema. La OMS dijo que no tiene un experto interno sobre el tema y que la organización carece de un programa formal para enfrentarlo.