Enrique Márquez: "El CNE nos tiene a todos en vilo, presos de una situación lamentable"

“En Venezuela estamos viviendo uno de los tiempos más difíciles que nos ha tocado. Nunca pensé, como político, tener que enfrentar un momento como este. Siempre pensé que todavía quedaban reservas institucionales como para impedir sucesos tan dramáticos como lo ocurrido tras las elecciones del 28 de julio”. Así describe lo que vive el país Enrique Márquez, presidente del partido Centrados, quien fuera uno de los candidatos opositores que participó en el reciente evento electoral.

Márquez ofreció una conferencia el pasado 9 de octubre por invitación del Centro de Estudios Políticos y de Gobierno de la Universidad Católica Andrés Bello para ofrecer su visión de la situación actual del país y proponer opciones para que se pueda generar en Venezuela una futura transición democrática. En ese sentido, advierte que las acciones para el cambio por parte de la sociedad civil y la dirigencia política deben hacerse apoyadas en el respeto a la Constitución de 1999, aunque algunos piensen que es utópico e ingenuo.

En su intervención reiteró que el 28-J el pueblo se expresó de una manera armoniosa, cívica, democrática y el Consejo Nacional Electoral (CNE) se comportó de la peor manera posible: “No hubo correspondencia con la actitud del pueblo venezolano de buscar su destino a través del voto. Cuando la sociedad venezolana se alinea en esa búsqueda y genera un proceso de cambios basado en el voto, las instituciones secuestradas nos fallaron. La no publicación de los resultados por parte del CNE nos tiene a todos en vilo, presos de una situación lamentable, que ha originado un gran desconcierto, una gran desesperanza. Es una situación que no se debería corresponder con un pueblo que ha actuado de la manera como ha actuado”.

“Confieso que no me lo esperaba. Pensaba que todavía existían reservas éticas y morales en algunas instituciones del país como para impedir una catástrofe institucional como la que hemos vivido, que se nos cayera por completo la posibilidad de un poder electoral que sencillamente no cumplió con su responsabilidad”, afirmó.

Márquez reconoció que costó mucho construir la ruta electoral, convencer a tanta gente de que el voto era la ruta posible y que “hoy nos encontramos frente a una impunidad con la cual pueden actuar las instituciones de un Estado que está, sin duda alguna, secuestrado por una forma de ver al país”.

Asegura sin embargo, que tampoco el gobierno ganó nada porque se encuentra hoy más débil que antes: “Es un gobierno con carencia de popularidad, con un problema internacional agravado y con contradicciones internas importantes”.

“A pesar de que los actos de fuerza desplegados por todo el país puedan mostrar lo contrario, yo percibo que tenemos un Estado débil, fruto de lo acontecido, con una pérdida de popularidad peligrosa para un gobierno y tenemos una sociedad presa del terror generado por las actuaciones de un Estado que bien pudiéramos llamar policial, un Estado de fuerza. Las actuaciones del gobierno, lejos de ayudar a consolidar su posición lo que hacen es debilitarla”, señaló.

Márquez alertó sobre el peligro que significa que el gobierno pretenda continuar en la ruta hacia el abismo totalitario: “Esas acciones de fuerza son acciones totalitarias sobre las que uno tiene que reflexionar acerca de a dónde nos conduce eso. Hay factores que quieren llevarnos a un gobierno de ese tipo por completo”.

La víctima fue la Constitución

“El 28-J si hubo víctimas han sido la Constitución, el Estado de Derecho, las instituciones, porque se pretende asesinar la institucionalidad venezolana. Nosotros presentamos una solicitud ante la Fiscalía General de la República para que se investigara a los cinco rectores del CNE que creemos son los causantes del problema, independientemente de si recibían órdenes de alguien o no. Allí hubo una conspiración para acabar con el voto como elemento estructurador de la República. En la Constitución el voto es la clave, es la piedra angular de la República en la que se fundamenta la voluntad popular, la soberanía. Hay una actuación al margen de la Constitución que tiene intenciones claras de acabar con el voto”, explicó en su conferencia.

Como era de esperarse, no recibió ninguna notificación de la Fiscalía. A pesar de lo difícil que es creer en las instituciones en Venezuela, Márquez sostiene que hay que someterlas siempre a prueba, ponerlas en evidencia y considera que en la oposición se han perdido muchas oportunidades en el pasado en ese juego de desconocimiento mutuo.

El recurso ante el TSJ

Márquez explicó que fueron citados al TSJ como parte por la Sala Electoral por el recurso solicitado por el presidente Nicolás Maduro e informó que no les permitieron ver el recurso, ni el expediente. Tampoco tuvieron acceso o responder a las actuaciones procesales: “Hubo la sentencia número 31 sobre un peritaje que nadie vio, con una serie de vicios; pero allí estuvimos”.

Márquez consideró decepcionante la respuesta que la Sala Electoral del TSJ dio al país, no porque se inclinaran de un lado, sino porque sus acciones no se hicieron apegadas a la ley.

“El presidente Maduro solicitó un recurso contencioso electoral contra nadie. La Sala Electoral inventó un procedimiento para tramitar un recurso diferente al procedimiento establecido en la Ley Orgánica del TSJ. No dio el derecho a que pudiéramos participar del peritaje que se hizo con el material que llevó el CNE, que es la única prueba en la cual se basa esa sentencia. No asistieron testigos ni expertos. Por eso exigimos la acción de revisión constitucional la cual está en espera en la Sala Constitucional porque es una violación a la Constitución”. (El 12 de octubre el TSJ declaró inadmisible la revisión constitucional intentada por Márquez contra la sentencia número 31).

Sobre ese punto y sin esperar resultados, en su intervención, ratificó que continuarán exigiendo que haya una ponencia que admita el recurso de revisión constitucional. El presidente de Centrados considera que es un recurso poderoso que puede convertirse en un evento de solución política en el mediano plazo.

Márquez afirmó que esta situación que tenemos actualmente es insostenible para la política, los partidos y el gobierno: “Puede haber una crisis de sostenibilidad y es posible que la Sala Constitucional pueda servir para dirimirla. Quizás es mucha ambición esperar que las instituciones funcionen; pero creemos que es posible”.

Elecciones fuera de la Constitución

El excandidato y quien fuera también rector del CNE advirtió que “no podemos entender esta fotografía de hoy o la del 28-J sin mirar la película completa de todos estos años, las cosas que se han hecho y cómo se han hecho”.

Considera que el año 2016 fue un año importantísimo por la instalación de una Asamblea Nacional con mayoría opositora: “Todo se fue al traste, el gobierno fue el primero que violó la Constitución, pero la oposición siguió al gobierno fuera de la Constitución y el conflicto que se debió dirimir en el marco de la Constitución se dirimió fuera de ella”.

Por eso considera que la agresión a la Constitución es tan fuerte hoy. A su juicio, si la oposición en aquel momento se hubiera trancado dentro de la Constitución más bien hubiera forzado a que el gobierno volviera a la norma y generado una solución política al conflicto que ya se veía sumamente complicado.

“No quiero ser injusto con nadie, pero sí considero que todos dimos un paso fuera e intentamos dirimir fuera de la Constitución” recordó.

Márquez señaló que las elecciones del 28-J se hicieron al margen de la Constitución porque las violaciones precedentes en la campaña electoral y en la construcción del proceso electoral violaban la Constitución y obtuvieron un resultado de facto.

De allí que se preguntó: “¿Qué hacer frente a esta situación, cómo resolver una situación de hecho utilizando el derecho? Si se actúa fuera del derecho para lo que tenemos hoy podría llevarnos a un escenario en el que nos daríamos cuenta de que no hemos tocado fondo todavía”.

El pueblo habló

Para Márquez la ruta dentro de la Constitución genera la posibilidad de construir un gran movimiento de resistencia democrática para evitar el avance del totalitarismo.

Advierte que el avance del esquema totalitario es muy rápido si no hay una sociedad que se resista: “Cuando abrimos los ojos no nos queda ningún derecho. Todos están conculcados. El avance, por el contrario, de un proceso de democratización es muy lento, complicado, requiere consensos, una serie de construcciones que deben ser en el  marco de la Constitución”. 

“Un objetivo estratégico depende de detener como sociedad el camino desaforado que llevamos hacia el abismo. Por lo tanto, es necesario activar los resortes necesarios dentro de la sociedad para exigir el cumplimiento de nuestra Constitución en todos sus artículos”, señala Márquez.

Como ejemplo de resistencia reciente expuso un caso: “Ayudamos a las madres de unos cuantos muchachos que están presos en Tocuyito y Tocorón. Cada una de ellas intentaba por su cuenta resolver su situación, sin abogados privados para la defensa porque no los aceptan, sin poder ver a sus hijos, cada una luchando contra el monstruo del Estado”. Se logró hacer una acción cívica en conjunto para ir al TSJ a exigir la libertad y se introdujo un habeas corpus a unos 70 jóvenes que se pudieron agrupar, explicó Márquez.

“Si bien las injustas detenciones no se han resuelto, a partir de esa acción las madres han logrado visitar a sus hijos. Se visibilizó un problema que es colectivo, de una cantidad importante de ciudadanos. Se pudo presionar en conjunto. No se resuelve uno por uno ya que no es un problema jurídico porque esos jóvenes no están presos porque hayan violado la ley, están presos por una medida política. Fueron escogidos para infringir terror en los demás, para generar terror en la sociedad”, afirmó Márquez.

El presidente de Centrados reiteró que lo que se tiene por delante en Venezuela es un camino muy difícil, pero que no se puede entregar y dejar a su suerte al país: “No es fácil sobreponerse a las situaciones, pero hay que estimular a los partidos y a la sociedad a que asuman efectivamente lo que hay que hacer en cada una de las áreas para poder entre todos, construir un país. Hay que tener esperanza, fuerza, convicción, para seguir trajinando a pesar de los golpes que recibimos, porque el pueblo venezolano habló y esa palabra aún retumba. Hay un eco por todo el país y todo el planeta. Esa palabra está allí, hay que recogerla y buscar hacerla efectiva con un proceso de cambio en paz, constitucional, adherido al derecho, para darle sustentabilidad y prosperidad a nuestro pueblo”.