El gobierno se propuso frenar la escalada del precio del dólar y la hiperinflación a costa de lo que sea, incluyendo la banca. Durante 2019, la banca en Venezuela tuvo que sortear, adaptarse y darle la vuelta a cuatro medidas impuestas por la Superintendencia de Bancos (Sudeban).
Este año que termina, la banca dejó de dar créditos, empezó a transar (esporádicamente) con euros, tuvo que ofrecer créditos comerciales atados al dólar y se vio obligada a subir los límites de las tarjetas de crédito o eliminarlas por completo.
Esta montaña rusa de decisiones dejó al sistema bancario como un medio de transacción, más que de intermediación.
Si a todo ello le sumamos la crisis del efectivo y el trabajo adicional de crear un nuevo modelo para los pagos por tarjetas, ante la eventual desaparición de Visa y Mastercard como medio de pago, entonces el panorama se complica.
Primer acto: Encaje legal elimina la función de la banca
La principal función de los bancos es la intermediación financiera. En una explicación simple, los bancos reciben el dinero de los ahorristas y lo prestan. De esta forma reciben intereses por los préstamos, parte de esos intereses se los dan a los ahorristas y la otra es la ganancia del banco.
Desde el 11 de febrero de este año, el Banco Central de Venezuela elevó el encaje legal marginal de la banca de 60% a 100%. Sin embargo, los economistas señalan que el encaje real es de 80%. Esto quiere decir que los bancos deben «encajar» o depositar el 80% del dinero de los ahorristas en el Banco Central de Venezuela y no lo pueden prestar.
¿Qué pasa si lo prestan? Son multados con 126% de intereses por el dinero prestado, por lo que el crédito prácticamente desapareció, lo que ha hecho que el banco se quede sin su principal función: la intermediación financiera.
Segundo acto: Los bancos empiezan a vender divisas
El segundo momento que cambió el sistema bancario en 2019 se dio con el permiso de para poder vender divisas en las instituciones bancarias.
El 2 de mayo se publicó en Gaceta Oficial Nº 41.624 la posibilidad de los bancos público y privados para «pactar a través de sus mesas de cambio, entre clientes de esa institución, o en transacciones interbancarias, operaciones de compra y venta de monedas extranjeras por parte de las personas naturales y jurídicas del sector privado mantenidas en el sistema financiero nacional o internacional”.
Desde el control de cambio de 2003, la banca no podía transar divisas con un precio de libre mercado. Tras la resolución, el BCV empezó a inyectar, principalmente euros, al sistema bancario, entre otras cosas, como una medida para recoger bolívares.
De esta manera, el gobierno ha intentado, de forma puntual, frenar el alza del dólar en momentos en los que se ha disparado. La idea central es que al inyectar liquidez en divisas, se aumenta automáticamente la oferta de divisas para cubrir la demanda.
Tercer acto: Crédito comercial se dolariza
El 21 de octubre se publicó en Gaceta Oficial N° 41.742 una resolución del Banco Central de Venezuela que oficializó la la dolarización de la cartera de créditos comercial de la banca venezolana, al sujetar el monto otorgado en bolívares al tipo de cambio del dólar oficial publicado en la página web del BCV.
La resolución del BCV planteó que al solicitar un crédito comercial, la persona o entidad solicitante del crédito recibirá bolívares, pero se realizará la conversión del crédito tomando en cuenta la tasa del dólar del día, por lo que su deuda será pautada en dólares.
Esta medida de la banca implicó una importante restricción a la actividad crediticia, tanto por el lado de la oferta como de la demanda.
Además se creo un sesgo en el direccionamiento del crédito comercial hacia sectores con capacidad de traspasar los costos financieros a los precios.
Con esta medida se restringió mucho más el atractivo del crédito en el sector bancario y terminó por dar una estocada a la función de intermediación financiera.
Cuarto acto: ¿Aumento o adiós a las tarjetas de crédito?
El 12 de noviembre se anunció un nuevo límite de tarjetas de crédito en Venezuela. Sin embargo del dicho al hecho hay mucho camino, y quienes pensaron que al día podría desempolvar su tarjeta que ya no le servía para nada, se estrellaron con una realidad muy distinta.
Según la disposición de Sudeban, el límite de las tarjetas tendrá un monto mínimo de 1 millón de bolívares y un monto máximo de 10 millones.
Mientras el comunicado señalaba que la medida se daba «en aras de brindarle a la población una alternativa complementaria que le permitirá mejorar su calidad de vida», el monto de las tarjetas siguió, en la mayoría de los casos, siendo el mismo.
La realidad es que pocos pueden llegar a percibir este incremento en sus tarjetas, por muchas razones que no le permiten a la banca elevar su cartera de crédito. Estas razones son impuestas por el mismo Sudeban que ahora pide un mayor crédito de consumo.
Aunque la medida pueda tratarse de una especie de mecanismo para reactivar un consumo final que se ha desplomado 80% en los últimos años, la banca venezolana no puede plantearse subir todos los límites de las tarjetas, debido a que hay un encaje legal efectivo de 80%.
En el foro «Presente y futuro de la banca en Venezuela», realizado por la Universidad Metropolitana (Unimet), el presidente del Banco Venezolano de Crédito, Germán García Velutini, señaló que lo más probable es que la mitad de las tarjetas de crédito desaparezcan.
¿Por qué desaparecerán las tarjetas de crédito? «Porque la única manera de ejecutar la medida de fijar nuevos límites es eliminándolas», señaló Velutini.
Entonces… ¿Qué está haciendo la banca para sobrevivir?
Se reinventa. Ante la falta de efectivo en el país, los bancos están prestando esencialmente servicios que permiten facilitar las transacciones de sus clientes.
Aunque mantienen aún una cartera de crédito (más limitada), sus estrategias se están centrando en ofrecer servicios en Venezuela para el pago rápido. De esta forma, cada uno de los bancos tiene servicio para el pago interbancario desde el móvil, en algunos casos, incluso sin conexión de internet.
Algo nuevo que se están planteando los bancos es el servicio de custodia de dólares. Ante el manejo de grandes cantidades de dólares en las transacciones comerciales, los bancos plantean en 2020 servir de custodios de ese dinero a través de la apertura de cuentas en dólares en las que se pueden realizar transferencias comerciales.
El Vicepresidente Ejecutivo de Estrategia de Administración de Banplus, Jaime Salazar, señala que la custodia es una solución financiera para evitar que los clientes manejen grandes volúmenes de dólares en efectivo en sus locales comerciales.
Sin embargo, la reducción del encaje legal sigue siendo una solicitud que suplica la banca, aunque no parece ser algo próximo en darse. El problema es que el gobierno de Maduro espera frenar la tasa de cambio y la hiperinflación con la restricción del crédito, incluso si esto sea una puerta de tranca para la producción nacional.