Su nombre es MIA (Mercantil Inteligencia Artificial). Su aspecto es agradable. Cabello castaño, ojos azules y tapabocas, este último a propósito de la campaña para la prevención del coronavirus que tiene el banco Mercantil. Siempre está ubicada en la parte inferior derecha dela página principal del Banco Mercantil y su función es guiar a los clientes en cualquier duda o consulta que tengan.
«Soy MIA, ¿Te ayudo?» es la primera frase con la que recibe a los clientes. Al pulsar en su rostro se abre un cuadro de diálogo en el que el cliente debe ingresar su número de cédula para recibir atención personalizada.
¿Qué puede hacer Mia?
La asistente virtual de Mercantil está programada para brindar información de productos y servicios, información de afiliación, información de pagos e información de reclamos. Ahora sumó dos nuevas opciones: cambio de clave de internet y desbloqueo de clave de internet.
Básicamente, al solicitarle información por algún crédito, MIA remite al link de la página de Mercantil donde se encuentra la información disponible y los requisitos o recaudos necesarios. Esto es una gran solución, porque muchas veces encontrar información en la página por cuenta propia puede ser engorroso.
Según la información de la Gerencia de Comunicaciones Corporativas de Mercantil, actualmente la plataforma de MIA suma más de un millón de interacciones, equivalentes a más de 400 mil conversaciones. Esto ha permitido, que desde el banco Mercantil puedan entrenar constantemente a su chatbot para brindar de forma más específica la información.
Otra ventaja de MIA es que está disponible las 24 horas del día y los 365 días del año.
¿Qué le falta a Mia?
Aunque MIA es una asistente virtual que responde de forma específica a lo que se le pregunta, y es hasta el momento, uno de los mejores chatbots de la banca venezolana, aún puede mejorar en su servicio en un punto clave: opción de reconocimiento de voz.
Hasta el momento, la interacción con MIA es únicamente vía texto. Tener la opción de hablar con Mia y que reconozca la voz es importante en un mundo que se mueve rápidamente y en el que los mensajes de texto se están dejando de lado por la facilidad de enviar un audio.