Consumo

Central Madeirense restringe compras de bienes regulados a sus trabajadores

Trabajadores de la red de supermercados, representados en su sindicato Sinbonatracema, rechazaron la medida violatoria del derecho supraconstitucional a la alimentación.

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Los más de 8.000 empleados de Central Madeirense expresaron su malestar con la nueva medida impuesta por la directiva del supermercado, que establece que luego de comprar un rubro de la canasta básica deben ser bloqueados por un período entre 8 y 15 días, privándolos de adquirir otros productos durante ese tiempo con la excusa de que la captahuella no les permite efectuar nuevas compras.

«Son trabajadores, ¿por qué dudar que son honrados? La mayoría son cabezas de familia, en muchos de los casos, el único ingreso familiar, otros tienen familiares con discapacidad y se les hace imposible sobrevivir con la compra de un solo rubro de la canasta básica» durante todo ese período, refiere una nota de prensa del sindicato Sinbonatracema.

Los empleados de Central Madeirense sostienen que la medida les limita el acceso a los productos alimenticios de primera necesidad, pues no pueden abandonar sus puestos de trabajo durante sus jornadas laborales para ir a otros establecimientos cuando llegan los productos de la cesta básica, ya que es catalogado por la LOT como abandono del trabajo.

«Resulta sumamente injusto que se les esté implementando estas medidas, colocándolos en entredicho, como que si todos los que laboran en esa empresa pertenecen a las terribles alimañas de revendedores llamados ‘bachaqueros’, que ha venido plagando al país, perjudicando a todos los venezolanos en general, e inclusos, a estos mismos trabajadores que frecuentemente han sido víctimas de insultos y amenazas por parte de los que van a hacer sus compras en estos locales, ya que ellos no cuentan con un ‘bachaquerómetro’ para saber quiénes son los que negocian con el hambre del pueblo», expresaron.

Cuestionaron la funcionalidad del sistema captahuella implementado por el Estado. «Es incomprensible que el Estado no sepa qué cantidad de alimentos está comprando cada persona y cuáles no ha podido adquirir para que se le permita comprar lo que le hace falta. Es inaudito que estos trabajadores que laboran en un distribuidor de alimentos no tengan en sus hogares qué comer. El bloqueo impuesto contra los trabajadores de Central Madeirense les obliga a ver y no comer», dijeron.

Los trabajadores del supermercado solicitaron al gobierno que «cese la persecución a la que son víctimas, ya que ellos no son los responsables del desabastecimiento, ni son los que permiten que personas inescrupulosas vendan alimentos regulados a precios exorbitantes».

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