La hiperinflación en Venezuela no se detiene ante ningún virus ni ninguna cuarentena. Por el contrario, los precios siguen tomando fuerza en un país que ya adolece de muchos males económicos. Comer bien en el país ya es un lujo. Los datos del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) así lo demuestran
En junio, el costo de la canasta alimentaria familiar se ubicó en 56.241.121,25 bolívares, un 1,6% más que en el mes anterior, pero 2.042 % más que hace apenas un año.
Pero en Venezuela cada vez se habla menos de bolívares y los precios se fijan en dólares, al menos en los precios de los productos y servicios, no tanto así en los salarios de quienes tienen que comprar esos productos para comer.
Entonces, en dólares, el precio de esta canasta alimentaria familiar es de $269. Esto es mucho más que un salario mínimo mensual ($2). También es más que el promedio de envío de remesas ($180) que solo recibe una parte de la población y que también ha mermado debido a la crisis mundial por la pandemia.
Los que subieron y los que bajaron
De la canasta alimentaria que mide el Cendas siete productos subieron y cuatro bajaron de precio.
Los que subieron: leche, quesos y huevos, 8,2%; café, 5,1%; frutas y hortalizas, 4,3%; cereales y productos derivados, 4,0%; granos, 0,6%; salsa y mayonesa, 0,3% y azúcar y sal, 0,1%.
Los que bajaron: Mientras que cuatro grupos bajaron de precio: pescados y mariscos, -5,6%; carnes y sus preparados, -5,1%; grasas y aceites, -3,3% y raíces, tubérculos y otros, -1,5%.