En los próximos días arribarán a Venezuela los primeros carros iraníes que se venderán tras un acuerdo suscrito entre los dos gobiernos. Aunque inicialmente se anunció que se ensamblarían en Venezuela, lo cierto es que los primero automóviles vienen ya listos para manejar
Al menos 1.000 carros ensamblados llegarán desde Irán a Venezuela este 20 de noviembre. Se trata de un primer lote de automóviles para la venta que entrarán al mercado venezolano tras un acuerdo suscrito entre Irán y Venezuela que se oficializó en la ExpoFeria Científica, Tecnológica e Industrial el pasado 16 de septiembre. Sin embargo, hay algunas dudas que aún existen sobre este acuerdo, aunque ya se revelaron los modelos de automóviles que vendrán al país y los precios de cada uno de ellos.
El ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayán, en compañía del presidente de la empresa Saipa, Mohammad Ali Teymuri, en la ciudad de Teherán, capital de la nación persa hicieron el anuncio a través del canal VTV.
“Para este año estarían arribando a Venezuela 3.000 vehículos, y los primero 1.000 vehículos están saliendo ya del Puerto Bandar Abbas hacia el país para llegar el próximo 20 de noviembre”, anunció el ministro.
En un primer momento se anunció que los automóviles serían ensamblados por la empresa Venirauto, una empresa de capital venezolano e iraní que llegó en 2006 con la promesa de convertirse en una gran ensambladora con gran producción para los venezolanos pero que no lo logró. Sin embargo, los primeros 1.000 automóviles ya vienen ensamblados directamente desde Irán.
Aunque no se ha aclarado el por qué los carros vienen listos y no para ensamblar como se anunció en un primer momento, la principal fábrica de Venirauto se encuentra en el estado Aragua, en la zona industrial de Tejerías, lugar en el que hace un mes ocurrió el deslave que dejó al menos 54 muertos y serios daños materiales.
Dos modelos serán los que lleguen el país en este primer lote: Quick y Saina. Ambos automóviles ofrecen un motor de 1.5 que por cada 100 km. y consumen siete litro de combustibles. Son automóviles considerados económicos y rendidores.
En cuanto al precio, el pasado 15 de octubre el presidente Nicolás Maduro enfatizó que estos automóviles serán vendidos entre 12.000 y 16.000 dólares.
La caída tan abrupta, no solo en el ensamblaje, sino en la comercialización de automóviles en el país es una muestra de la crisis en la que aún se mantiene el sector automotriz venezolano. Estamos muy lejos de siquiera imaginar llegar a las cifras de ensamblaje y comercialización que se tuvieron en 2007, cuando en el país se ensamblaron 172 mil unidades y se comercializaron alrededor de medio millón de automóviles nuevos.
En 2007, el promedio fue de al menos 41 mil autos nuevos vendidos por mes, una cifra muy lejana si se compara con los menos de 300 carros mensuales que se están vendiendo en el país. Aunque Maduro señale que Venezuela es un mercado poderoso en venta de vehículos, los números dicen otra cosa.
El precio de los automóviles iraníes irán desde los 11 mil dólares hasta los 16 mil dólares dependiendo del modelo. Aunque el ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayán, señale que estos modelos son accesibles para la población, la realidad que vive la mayoría de los venezolanos parece contradecirlo. Con un salario mínimo en 17 dólares y solo un 3% de la población con un salario mayor a los $300, contar con 11 mil dólares para comprar un carro no es tan sencillo.
Además,la falta de financiamiento por parte de la banca privada ha hecho que el acceso a carros nuevos sea un placer que pocos en el país pueden darse. Aún no está claro si el Estado otorgará un esquema de financiamiento para estos vehículos, aunque de cualquier forma, pagarlo puede ser un reto para muchos.
La producción de carros iraníes en Venezuela no es la primera vez que se plantea. En los años de bonanza petrolera, en el que el mercado automotriz venezolano estaba pasando pro uno de sus mejores momentos, se creo Venirauto, una empresa de capital venezolano e iraní que llegó con la promesa de convertirse en una gran ensambladora con gran producción para los venezolanos. La realidad fue otra.
Cuando inició en 2006, Venirauto apostó por la fabricación del modelo Saba (mismo que se mostró en la reciente expoferia) conocido como Turpial, y también el modelo Centauro.La meta inicial era ensamblar 16 mil automóviles al año. Para 2007 solo se ensamblaron 800. Para el 2008 se prometió que alcanzarían la meta de 10 mil autos. Tampoco se hizo. En 2014, la ensambladora Venirauto solo ensambló 1.844 unidades.
La lista de personas que pedían sus autos llegó a sumar 30 mil solicitudes. Sin embargo, en todos los años no se llegó a esta cifra de autos ensamblados.
Ahora, con la promesa de cuatro modelos de carros nuevos iraníes la esperanza de un sector que quiere un carro nuevo surge, aunque las dudas sobre el financiamiento, las formas de pago o el número de meta de producción aún no está clara.
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