Economía

Otro presupuesto irreal

El proyecto de presupuesto 2015 presentado por el ministro de Economía, Finanzas y Banca Pública, Rodolfo Marco Torres ante la Asamblea Nacional, vuelve a ser ficticio no sólo en el monto que fue calculado, sino en las premisas de inflación y comportamiento de la economía.

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El gobierno calculó en Bs.741.708 millones el total de gastos para 2015, lo que resulta irreal. La Asamblea Nacional aprobó en 2013 un presupuesto para 2014 que alcanzó Bs. 550.632 millones, pero en lo que va de año los créditos adicionales (229) totalizan Bs. 411.690 millones, y a la fecha el presupuesto se monta en Bs. 962.322 millones, lo que supera en más de Bs. 220.000 millones, la proyección nominal realizada para el año próximo.
Américo de Grazia, diputado de la Asamblea Nacional, no cree que el Ejecutivo pueda cumplir con lo proyectado en el documento presentado este martes, que incluye una inflación de entre 25% y 30% y un crecimiento del PIB de 3%.
“Si en medio de un boom petrolero como el que tuvimos los últimos años Venezuela no ha podido enderezar el barco, ahora con la caída en los precios del petróleo, el barco se hundirá. No hay una estrategia oficial para entender la magnitud del problema no sólo de Venezuela sino mundial”, dijo el parlamentario.
Venezuela importa petróleo por primera vez en la historia y ahora Estados Unidos comienza a exportar, variables que agravan el panorama, a decir de De Grazia.
Para el economista Luis Oliveros, la meta inflacionaria proyectada para 2015 es un reconocimiento a que el gobierno no podrá controlar la inflación. “Será mayor a la de este año”.
“El gobierno estima la inflación de 2015 en 30%. La mayor en los últimos 16 años. Seguro la alcanzaremos para el primer semestre”, colocó el también profesor de la Universidad Metropolitana en su cuenta de Twitter.
La inflación acumulada al mes de agosto es de 39%, según cifras del Banco Central de Venezuela.
Pero la realidad termina por imponerse a los cálculos del gobierno y de manera más descarnada en los últimos tres años cuando con un precio del barril de la cesta petrolera subestimado, el diferencial en los ingresos no se ha reflejado en una mejora en los indicadores económicos.

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