Un dólar en la frontera con Cúcuta se vende este viernes en Bs 246. Esta tasa, que se mueve en la misma proporción que la del mercado paralelo, ha ganado aproximadamente Bs 70 en dos semanas, período durante el cual entró en juego un tercer esquema cambiario creado para ser su mejor competencia: el Simadi.
Sin embargo, la poca oferta en el Simadi y la escasez de dólares en los mecanismos oficiales obliga a quienes necesitan divisas a acudir al paralelo, presionando su cotización al alza.
«El mercado está inundado de bolívares. Muchos tenían represado el dinero desde diciembre esperando los anuncios cambiarios de Maduro», dijo José Rozo, ex presidente de Fedecámaras Táchira. Cuando ya se cumplieron 3 semanas de operación del Simadi, los resultados no han sido los esperados y las expectativas siguen siendo las mismas. «Fue pura bulla y la gente va a Cúcuta a comprar divisas».
En Econométrica consideran que la demanda de bolívares se debe haber desplomado recientemente por el aumento de la escasez en la frontera, sobre todo de los productos regulados. Rozo admitió que incluso las casas de cambio de la zona ya no aceptan bolívares porque «tienen demasiados».
«Los dólares están en la frontera colombiana donde hay libertad cambiaria. Hay una fuerte demanda de divisas tanto de personas naturales como de empresas que buscan proteger su patrimonio», señaló Rozo.
A la tasa de Cúcuta se le suma la comisión por la transferencia y se obtiene el precio del dólar paralelo.
-Un juego de póker-
Para Boris Ackerman, analista financiero, lo que está ocurriendo con el dólar paralelo se está pareciendo a una burbuja. Explicó que no se requieren que muchas personas compren para inflar el precio y que puede haber un grupo presionando para que aumente.
«El riesgo es que el gobierno intervenga y derrumbe ese valor. Es fácil subirlo pero quien se quede con esos dólares en la mano va a perder», dijo.
¿De qué forma puede intervenir el gobierno? Inyectando dinero en el Simadi.»El gobierno tiene manera de bajar la tasa del paralelo y utilizarlo como bandera para las elecciones», expresó.
El analista considera que se está dando una suerte de póker cambiario. «Hay una caída en los ingresos, eso es innegable, y también es una realidad que el dólar esté escaso y tenga que subir, pero niveles tan altos ya se vuelven sospechosos», expresó. Opina que la situación es muy opaca: «¿Será que al gobierno le interesa que suba y crear en la gente una situación de cansancio y agotamiento? ¿O será que alguien en contra del gobierno le interesa que suba el paralelo?», se preguntó.
Una fuente del sector financiero indicó que el comportamiento del tipo de cambio del dólar negro actúa como mecanismo de presión para que el gobierno inyecte títulos de deuda a la banca y casas de bolsa. «Una depreciación tan elevada en cinco días no tiene sentido. Ojalá el gobierno ceda», sostuvo.
-¿Quién son los demandantes?-
Resulta difícil imaginar quién podría estar interesado en comprar dólares a un precio tan inflado y especulativo en 65%, de acuerdo con los datos de Ackerman. No obstante, el director de Econométrica, Henkel García, dice que «son más personas de lo que se piensa» y explica que todo depende de las necesidades. «La primera opción para comprar divisas es Simadi, anteriormente lo era Sicad II. Como no consiguieron ni se consiguen tienen que terminar en el paralelo», indicó.
Las necesidades son variadas y pueden ir desde particulares que se van del país hasta personas jurídicas que están abandonado Venezuela por el discurso antiempresarial del gobierno, según Rozo.
Ackerman advierte que adquirir dólares al precio actual -Bs 272,45 este viernes a las 5:19 pm- representa un enorme riesgo y dice que la situación no puede durar para siempre. Su recomendación es que quien no los necesite con urgencia, no los compre como cobertura, pues a este nivel el dólar «solo puede bajar».]]>