Economía

Se eliminarán las compras por cédula, pero el racionamiento se mantiene

No es un paso para desmontar el control de precios. Prescindir del requisito de comprar bienes sujetos a supervisión del Estado, de acuerdo con el terminal de la cédula de identidad, no supondrá que el consumidor pueda comprar más cantidades de las que adquiere ahora.

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El ministro de Alimentación, Carlos Osorio, anunció el martes que en los próximos días dejarán de venderse por terminal de número de cédula los productos alimenticios y de cuidado personal y del hogar, la mayoría de ellos con precios regulados.
Aunque la medida sorprendió a la opinión pública, no fue improvisada. Fuentes consultadas del sector indican que ya estaba prevista desde el mismo momento en que se acordó poner en práctica las captahuellas como mecanismo de control para los revendedores de productos subsidiados que obtienen ganancias de más de 1.000%.
Hay cadenas que ya cuentan con el dispositivo biométrico, pero otras comienzan a instalarlos. La superintendencia nacional de precios justos informó a comienzos de mayo que a más tardar en julio, los locales contarían ya con los equipos.
«La eliminación del requisito de la cédula se dará con la presencia de las captahuellas en todos los establecimientos seleccionados por el gobierno», dijo una de las fuentes.
«Por lo pronto solo es un anuncio», señaló otro de los consultados, quien afirmó que aún no hay una notificación formal de parte de las autoridades.
Uno de los representantes del sector privado indicó que cuando llegue el momento y sean informados oficialmente, deberán ajustar los sistemas electrónicos.
Si bien se eliminará el requisito del terminal de cédula para comprar los bienes regulados, ello no significa que se podrán adquirir estos productos todos los días y sin mayores limitaciones.
Los voceros señalaron que la medida permitirá que cualquier día de la semana se pueda comprar, pero el racionamiento se mantiene. No habrá días específicos para acercarse a los establecimientos y adquirir los bienes regulados, sin embargo, al quedar registrado en el sistema ya no se podrá comprar más de las cantidades permitidas por semana.
«La idea es que las captahuellas estén interconectadas con el Sistema Superior de Abastecimiento Seguro que administra el gobierno», dijo una fuente.
El dispositivo biométrico valida la identidad del ciudadano, y al estar interconectado con el sistema no puede comprar más de una vez la cantidad estipulada para un  producto en varios puntos de venta, lo que no ocurre con la cédula de identidad porque muchos de los llamados bachaqueros (revendedores) se presentan con cédulas falsas.

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