Economía

¿Quién gana y quién pierde con el cierre de frontera?

El comercio entre Colombia y Venezuela se ha contraído en los últimos años al punto que en los primeros 7 meses de 2015 el intercambio binacional sumó $769 millones, 38% menos que igual período de 2014, según datos de la Cámara de Integración Económica Venezolano-Colombiana. El cierre de algunos tramos de la frontera por los estados Táchira y Zulia provocará que las transacciones comerciales caigan aún más.

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Hasta octubre de 2014 -última data disponible del Instituto Nacional de Estadística- la balanza comercial entre ambos países vecinos se situó en $1.998 millones con saldo favorable a Colombia en $1.758 millones.

A pesar de que no hay cifras oficiales sobre el cierre de año, Cavecol reportó en su momento un intercambio de $2.153, un descenso de 19% o $520 millones en comparación con el monto registrado en 2013.

Montos expresados en millones de USD Fuente: INE, DIAN, cálculos de Cavecol
Montos expresados en millones de USD
Fuente: INE, DIAN, cálculos de Cavecol

Para los 10 primeros meses de 2014, Colombia se ubicó en el cuarto lugar tanto de importaciones como de exportaciones, de acuerdo con el INE.

El ya disminuido comercio amenaza con cerrar 2015 por debajo de los $1.000 millones si el cierre de frontera impuesto por el gobierno venezolano en algunos municipios de Táchira y Zulia llega a prolongarse.

Gilberto Gudiño, presidente de la Unión Empresarial del Comercio y los Servicios del estado Zulia, calcula que se afectará una capacidad comercial de $800 millones en los últimos 4 meses del año.

En conversación con Elestimulo.com, el dirigente señaló que más que atacar las causas del contrabando de extracción, -una de las razones esgrimidas por el gobierno para ordenar la restricción al paso fronterizo y decretar estado de excepción en 13 municipios hasta ahora- se están colocando trabas al verdadero comercio legal.

Venezuela, que sufre una crítica situación de escasez (más de 60% en promedio de acuerdo con estudios de Datanálisis) consecuencia de los controles de cambio y de precios, tiene problemas para producir por la falta de divisas que impide importar materias primas e insumos necesarios para fabricar los bienes demandados por sus habitantes.

«Si Venezuela no produce para abastecerse y ahora las mercancías no pueden pasar libremente, se está empeorando el desabastecimiento», dijo Gudiño al indicar que químicos, repuestos, materias primas y medicamentos son algunos de rubros que se ven afectados por la medida oficial.

A poco más de tres semanas de haberse cerrado el paso por Táchira y a una semana de ordenarse desde Zulia, los resultados concretos han sido que Venezuela ha dejado de recibir productos, colocando a las zonas fronterizas en una situación apremiante.

Zulia y Colombia comparten 600 kilómetros de frontera, dice Gudiño, quien señala que entre los municipios Mara y Guajira, viven 291.000 personas. «Son poblaciones pobres, desasistidas y abandonadas y que viven del contrabando desde hace 40 años».

Recuerda el representante empresarial que ahora la situación es a la inversa, pero la mayor parte de ese período se vivía del contrabando de productos colombianos hacia Venezuela.

De acuerdo con fuentes aduanales, sólo por Paraguachón (Zulia) dejan de ingresar cerca de $5 millones diarios en mercancías.

Gudiño calcula que aproximadamente 2.000 comercios formales, entre pequeños y micros, ubicados en Mara y Guajira sufrirán el impacto del cierre fronterizo.

A pesar del anuncio de que se restablecería en Táchira el paso de transporte de carga pesada días atrás, ello no ocurrió. La nueva afirmación de las autoridades es que este lunes se permitiría tanto ingreso como salida de gandolas, informó el ex presidente de Fedecámaras Táchira, José Rozo, en su cuenta de Twitter.

 «Todos los sectores están afectados. Faltan insumos, materias primas, mano de obra calificada y asistencia técnica para la reparación y mantenimiento de máquinas y equipos», comentó Rozo a Elestimulo.com.

La crisis económica mantiene al país en una complicada situación y ahora se suma la tensión por las medidas tomadas en la frontera colombiana. «El ambiente es de temor y angustia, ninguna autoridad decide, y lo que se nota es un endurecimiento del discurso entre Bogotá y Caracas», advierte Rozo.

«Las empresas solo esperan terminar el año y lo más probable es que no abran el próximo», indicó el empresario que mantiene reuniones con sus pares de distintos sectores.

Colombia dejará de percibir divisas y Venezuela productos, con la diferencia de lo que el vecino país deja de colocar en Venezuela lo venderá a un tercero, ya que esa nación se encuentra en etapa de expansión y globalización, dice Gudiño, quien añade que el problema no es la frontera. 

«No es cerrando el paso de una carretera y las trochas no, que se controla el contrabando que es una consecuencia y no la causa del contrabando. Hay que atacar las distorsiones que producen los controles de cambio y de precios y que dan pie a la fuga de bienes», sostuvo.

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