La desaceleración económica global enfrenta un real peligro de persistir hacia el próximo año, junto con un período aún más prolongado de desinflación, pese a la ultra expansiva política monetaria de la mayoría de los bancos centrales en los últimos cinco años.
Cerca de 300 economistas encuestados por la agencia Reuters en el mundo también señalaron que Estados Unidos, la zona euro y Gran Bretaña están cada vez más expuestas a una debilidad de la demanda mundial y podrían no ser capaces de mantener su impulso.
«Es preocupante, para las regiones que han mostrado la mayor resiliencia, Estados Unidos y Europa, el panorama parece oscurecerse», escribió Christian Keller, jefe de investigación de economistas de Barclays.
Muchos economistas han reducido sus estimaciones sobre una mejora de las economías en 2016 a medida que el año avanza, incluyendo el Fondo Monetario Internacional.
El comercio mundial también se ha visto afectado este año y eso ha ensombrecido aún más el panorama económico.
Se estima que el crecimiento global será de 3,1% este año, y de 3,4% el próximo. Pero eso se basa en expectativas de una débil política monetaria en todas partes, sin mayores correcciones en los mercados financieros tras años de bajos rendimientos de bonos soberanos y un alza de las acciones.
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Las ventas del sector comercial en Venezuela no son las mejores. De hecho, los indicadores de Ecoanalítica apuntan a una desaceleración general del economía que debe tener alerta a las empresas
Un mundo que nuevamente se sintió demasiado cómodo con altos niveles de deuda y pocos incumplimientos de pago podría llevarse sorpresas desagradables el próximo año, y no solo en Estados Unidos.
Las importaciones chinas sufrieron en septiembre una caída interanual de casi 18%, según datos divulgados el martes, que evidencian los desafíos de la segunda economía mundial cuya propia ralentización derrumba el precio de las materias primas.
