La decisión forma parte de una reforma con la que el Ejecutivo espera introducir mayor eficiencia, efectividad e independencia en la administración de las firmas, reseñó el diario El Espectador.
Con ello Colombia persigue la adhesión a la OCDE, proceso que inició a finales de octubre tras una década de favorable desempeño económico.
El ejecutivo debe cumplir una hoja de ruta que le permitirá al país mejoren prácticas y estándares internacionales en sus políticas. De hecho, entre las condiciones se encuentra la creación de una Dirección Generañ en el Ministrio de Hacienda que administrará las participaciones empresariales.
Está previsto que Colombia sea parte de 10 de los 23 comités de la OCDE, aunque no hay fecha para su incorporación plena al grupo de los 34 países industrializados del mundo.
“Es un paso muy sano el que estamos dando, va en la dirección correcta para preservar mejor el Tesoro Público. Las empresas del Estado son las empresas de todos los contribuyentes, de todos los colombianos”, indicó el lunes Santos luego de una reunión del Consejo de Ministros y del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes).
La incorporación a la OCDE, explicó el presidente de la República, es una garantía de calidad frente a las políticas públicas en salud, educación, transporte, manejo económico y manejo de seguridad, entre otros.
Con su ingreso, Colombia pasaría a ser el tercer país de América Latina en ser miembro de la OCDE, después de México y Chile.
Entretanto en Venezuela, la práctica poco transparente de que ministros sean presidentes o conformen juntas directivas de empresas estatales, es cada vez más común.
Desde inicio de la década de 2000, durante el gobierno de Hugo Chávez, se hizo casi una norma que miembros del gabinete Ejecutivo ocuparan cargos en organismo vinculados a su área de desempeño.
Por citar el caso más emblemático está Petróleos de Venezuela, que siendo una corporación estatal tiene en su directiva al ministro de Petróleo y Minería como su presidente y como directores externos a los ministros de Planificación, Ricardo Menéndez y de Finanzas, Rodolfo Marco Torres.
Marco Torres, quien hasta el año pasado fue ministro de Banca Pública, desempeñaba paralelamente el cargo de presidente del Banco de Venezuela, la principal entidad financiera del Estado. Además es director del Banco Central de Venezuela.
El ministro de Energía Eléctrica, Luis Motta Domínguez es a su vez presidente de la Corporación Nacional Eléctrica (Corpoelec).
José Luis Bernardo, titular del Ministerio de Transporte Terrestre y Obras Públicas, es simultáneamente presidente del Fondo Nacional de Transporte Urbano.
Estos son algunos ejemplos de los muchos que existen en la gestión que continuó el presidente Nicolás Maduro, tras la muerte de Chávez, y que exacerbó los nombramientos de ministros en dos y tres cargos de manera simultánea, destacando la presencia de militares en la mayoría de ellos.