“Se pone en riesgo la siembra de papa de los estados andinos (Mérida, Táchira y Trujillo) con lo que se afectaría a más de 7.000 productores de esa zona, así como parte de la cosecha de Lara”, afirmó Aldemaro Ortega, vocero de los productores de la zona central del país (Aragua y Carabobo), quien explicó que la situación compromete seriamente el abastecimiento a partir del mes de junio.
Explicó que el problema surge luego que la empresa canadiense D.I. Jenkins & Associates decidiera arbitrariamente no enviar la segunda parte de un cargamento de 9.000 toneladas de semilla de papa contratadas por Agropatria, aduciendo que la semilla no está en condiciones óptimas para la siembra.
No obstante, la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas de Venezuela (Fenaphort), asegura que el transportista tomó la decisión de no enviar el segundo barco con parte de la carga en previsión de que Agropatria no cancele el resto del contrato, monto que según el contrato será cancelado tras el arribo de la mercancía.
– El contrato –
La compra, por un valor de 8 millones 650 mil dólares y que se concretó en agosto de 2015 a fin de garantizar el arribo de la semilla, estima que Jenkins recibirá un anticipo de 40% para el despacho de 3.700 toneladas de semillas, que arribaron al país y fueron destinadas a los estados Aragua, Carabobo y parte de Lara. Posteriormente, Agropatria transfirió un 30% adicional, con lo cual solo faltaba cancelar 30% al momento de la entrega de la carga.
“Pero Jenkins decidió no comprar la semilla certificada con lo cual no habrá despacho de un segundo barco, y desde hace 15 días están analizando la posible devolución del dinero pagado”, dijo Ortega, quien estima que esta decisión y el retardo causa mucha suspicacia entre los productores, cuyos representantes gremiales hicieron este martes la denuncia de la situación ante el Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
El vocero aseguró que es falso que la semilla no esté en condiciones para la siembra, pues de acuerdo con las certificaciones emitidas tanto por el vendedor como por la Asociación de Semilleristas de Papa de Canadá, las simientes son de la calidad adecuada.
“Alguien está tratando de hacer una mala jugada con esta compra y por eso le advertimos al gobierno la situación”, dijo Ortega, quien recordó que la producción del centro del país solo abastece un mes de consumo, mientras que los productores de Lara solo cuentan con la mitad de la semilla necesaria para garantizar cinco meses de abastecimiento lo cual, junto a la imposibilidad que tendrán los agricultores andinos de acometer la siembra, pone en jaque el suministro de papa para el segundo semestre del año.