Economía

Crisis de ahorro en América Latina restringe su crecimiento económico

América Latina y El Caribe ahorra menos que cualquier otra región del mundo, con la excepción del África Subsahariana, y eso atenta contra el crecimiento económico y sus oportunidades de inversión, reveló un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo difundido este martes.

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En el informe «Desarrollo en las Américas 2016» presentado en Santiago, el BID remarcó que Latinoamérica tiene una tasa de ahorro inferior al 20% del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, entre 10 y 15 puntos porcentuales menos que los países de Asia emergente, reseñó la agencia Reuters.

«Es urgente promover más y mejor ahorro para resolver problemas acuciantes, entre ellos: bajo crecimiento, escasa inversión y la necesidad creciente de cuidar de una población que envejece», sostuvo el BID.

El banco subrayó que el gasto público es demasiado elevado en subsidios y muy bajo en inversiones de capital, por consiguiente hay áreas clave en las que los gobiernos podrían ahorrar más y ser más eficientes en el uso de sus recursos.

El BID calculó en unos 100.000 millones de dólares al año los ahorros potenciales si los gobiernos fueran más eficientes en su gasto público. Explicó que por cada punto porcentual adicional de ahorro, la inversión interna crecería en casi 0,4 puntos porcentuales o unos 20.000 millones de dólares.

«Si se hubiera explotado plenamente el bono demográfico otorgado por la caída en la tasa de dependencia, la tasa de ahorro promedio sería de alrededor de 8 puntos porcentuales más del PIB», explica el informe sobre el bono demográfico.

El organismo apuntó que solo cerca del 16% de la población adulta de América Latina y el Caribe declara que tiene ahorros en un banco, comparado con 40% en Asia emergente y 50% en las economías avanzadas. En su lugar, los hogares de la región —sobre todo aquellos relativamente más pobres— ahorran más a través de mecanismos informales o sencillamente no ahorran.

Otro factor que ha deprimido el ahorro es el estado de los sistemas jubilatorios de la región. Estos cubren a menos de la mitad de la población y muchos se enfrentan a problemas de sostenibilidad a largo plazo.

El texto también indica que la mayoría de los individuos de América Latina y el Caribe no ahorra a través de los sistemas jubilatorios, o bien no lo hace durante una cantidad de años suficiente como para tener acceso a una jubilación al final de sus días laborales.

«Cabe señalar que, además, tampoco compensan esta falta de aportes mediante un incremento del ahorro voluntario. La crisis de las jubilaciones en América Latina y el Caribe es efectivamente un problema de ahorro que tiene graves consecuencias sociales», apunta.

Aumentar el ahorro nacional es necesario para satisfacer las aspiraciones de la región, pero no es suficiente. La evidencia internacional demuestra que, históricamente, un aumento del ahorro nacional coincide con un mayor crecimiento económico solo cuando el aumento del ahorro se acompaña de un mayor crecimiento de la productividad.

La opción es extraer mayores recursos de una población en edad de trabajar -cada vez menos numerosa- a través de impuestos más altos, o enfrentarse al dilema moral de condenar a una amplia parte de la población de edad avanzada a vivir en la pobreza.

«La población está envejeciendo rápidamente, y si no se actúa ahora, no se dispondrá de los recursos para atender las necesidades crecientes. Dado que el envejecimiento de la región es inevitable, ahorrar ahora es un antídoto para la crisis que se avecina», dijo la entidad.

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