De acuerdo a cifras suministradas por el estudio realizado por la Asamblea Nacional, durante el pasado mes de enero la inflación en Venezuela finalizó en 18,66%, lo que se traduce en un incremento anualizado de 679,73%.
«El Banco Central de Venezuela ha implementado una política de ocultamiento de las principales estadísticas económicas y sociales con el objeto de desconocer las dimensiones de la grave crisis que afecta a los venezolanos. Una de esos indicadores ocultos es el Índice de Precios al Consumidor, el cual hace seguimiento a los precios y permite medir la inflación. En tal sentido, la AN ha decidido comenzar a estimar la inflación, creando su propio Índice de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional», se indicó en un documento dado a conocer por el parlamento.
La última vez que el BCV informó sobre la tasa de inflación fue en el 2015. Aún el país, desconoce la data oficial de este indicador de todo el año 2016.
Esta situación se asemeja a lo ocurrido en Argentina, durante los gobiernos de la familia Kirchner, en donde las cifras suministradas por el ente emisor de ese país eran consideradas no confiables y alejadas de la realidad económica. Esto generó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) solicitara a esa nación corregir la metodología de indicadores como el Producto Interno Bruto (PIB) y la inflación.
Esto hizo que varias consultoras privadas comenzaran a elaborar sus propios índices de precios al consumidor, los cuales fueron consideradas cifras de inflación paralelas que el gobierno kirchnerista condenó e incluso multó.
El parlamento venezolano explicó que para definir el Indice Nacional de Precios al Consumidor de la Asamblea Nacional (IPCAN), se definió una canasta de bienes y servicios representativa del consumo del venezolano, de acuerdo a la información suministrada por la “IV Encuesta de Presupuestos familiares” realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas.
Además se le asignaron pesos relativos a cada uno de los bienes y servicios que componen la canasta, de acuerdo a su importancia en el Presupuesto Familiar, y luego los precios de los bienes y servicios de esa cesta son objeto de seguimiento a través de una “Encuesta de Precios”.
A finales del año 2015, economistas venezolanos advirtieron de varias modificaciones realizadas por el BCV al índice de precios, al cambiar los porcentajes de los pesos de cada uno de los grupos que componen el índice. Esta variación hizo que la tasa de inflación diera un resultado menor al que debería de tener, debido a que se le otorgó un menor peso a rubros como alimentos con altos y persistentes aumentos de precios en el mercado interno.
Cinco ciudades principales del país (Caracas, Valencia, Maracaibo, Barcelona-Puerto La Cruz) en otras localidades que representan las ciudades medianas, pequeñas y rurales. Se tomó como muestra 362 bienes, 22.000 establecimientos públicos e informales y 300.000 precios.