Economía

Se necesitan 890 salarios mínimos para comprar una vivienda popular

El especialista en avalúos y consultoría inmobiliaria, Antonio Facchin, indicó que el venezolano necesita en promedio 890 salarios mínimos (36 millones de bolívares) para adquirir una vivienda de 60 o 70 metros cuadrados.

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Foto: Fabiola Ferrero | Archivo

El también director-fundador del Grupo Convalor, Arturo Facchin, explicó este miércoles que de acuerdo con estudios hechos en todo el continente americano una vivienda popular no debería costar en promedio más de 120 salarios mínimos.

Durante el foro Cima del Éxito Inmobiliario, organizado por la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Facchin recordó que el gobierno venezolano solo financia 30% del valor de una vivienda, el 70% restante debe pagarlo la familia.

Sobre los precios de los apartamentos, el especialista señaló que en los últimos meses el valor en bolívares de los inmuebles ha subido «pero pese a ese aumento no se están valorizando».

«Necesitamos ponerle la lupa a los precios de los inmuebles para asesorar tanto a los vendedores como a los compradores de la mejor manera», subrayó.

En ese sentido, Facchin dijo que es necesario tomar en cuenta el valor intrínseco o físico del inmueble, es decir, cuánto cuesta según su ubicación y el tipo de construcción. «Quizás en el mercado cueste la mitad de lo que vale edificarlo actualmente y si el dueño resuelve venderlo bajo esas condiciones, perdería resiliencia el inmueble debido a la situación actual del mercado».

El especialista en consultoría inmobiliaria recomendó no tomar decisiones apresuradas, «asesórense con personas preparadas para salvar el patrimonio».

Considera que se deben eliminar las distorsiones económicas generadas por la aplicación de políticas de Estado incorrectas a través de la unificación cambiaria con libertad de divisas, «poner orden desde el punto de vista fiscal y monetaria».

Por su parte, el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, Carlos Jiménez, apuntó que los precios de locales comerciales se incrementaron casi al mismo ritmo que la inflación.

«Los inmuebles destinados a oficinas son los que se han visto más afectados, sobre todo en Caracas por la sobreoferta. Pero lo más preocupante son los precios de las viviendas que han caído dramáticamente y no se espera que eso se detenga por lo pronto», detalló.

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