El mecanismo de racionamiento de alimentos del gobierno a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) ha sido criticado por economistas y parlamentarios (de oposición), por la poca transparencia con la que se maneja la compra de sus productos.
Alimentos provenientes de Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, México, Panamá y Argentina, e incluso uno que otro hecho en Venezuela, ahora han sido sustituidos por producción mexicana netamente.
En febrero, la Asamblea Nacional denunció irregularidades desde la primera llegada de los productos de Veracruz, porque al cambio resulta que el beneficiario de la caja termina pagando el equivalente a $1.000.
Se denunció incluso a Samark López Bello por haber recibido $151 millones para importar alimentos, en ese momento el centro de acopio funcionaba en Panamá.
En abril, al momento de pagar la caja CLAP, el salario mínimo se encontraba en 40.638,15 bolívares, es decir, que el valor de los alimentos contenidos equivalía a la cuarta parte de un sueldo, si se toma en cuenta que hay que cancelarlo en efectivo y adicionalmente se entregan Bs 300 para pago del transporte.
El Estímulo hizo un ejercicio sobre el costo real de los 34 productos (básicamente carbohidratos) que incluyó la caja objeto de evaluación y que fue entregada a una comunidad del suroeste de Caracas a finales del mes de abril.
En la búsqueda por Internet de cada uno de los productos en supermercados aztecas, se encontró que una caja que contenga los mismos artículos se consigue por mucho menos de $1.000.
Seis latas de atún en aceite marca El Dorado tiene un costo individual de 9 pesos, en total, 54 pesos mexicanos (2,87 dólares); un litro de aceite vegetal Soraya cuesta 20,95 pesos (1,12 dólares); cuatro kilos de arroz Super Extra Schettino tienen un precio total de 64 pesos (3,41 dólares) y dos kilos de harina de maíz Minsa Nixtamalizado valen 27 pesos (1,44 dólares).
Dado que en la búsqueda que realizamos no se encontraron los precios de pasta para sopa marca La Aurora o MonteRosa, spaguetti Yaber, caraotas Procaza, lentejas El Pas, salsa tipo Catsup La Costeña y azúcar Cucurumbe se utilizaron precios de otras marcas -igual presentación- que se entregaron en otras cajas CLAP.
Seis paquetes de pasta para sopa La Moderna de 200 gramos tienen un precio de 36,6 pesos (1,95 dólares); ocho paquetes de 200 gramos de spaguetti La Moderna cuestan 33,40 pesos (1,78 dólares); 2 kilos de frijol negro (caraotas) marca Abeto tienen un precio total de 49,09 pesos (2,61 dólares); 1 kilo de lentejas marca Abeto 48,88 pesos (2,6 dólares); una salsa tipo Catsup marca Clemente Jacques tiene un precio de 10,9 pesos (0,58 dólares) y un paquete de un kilo de azúcar estándar marca Altea vale 22,5 pesos mexicanos (1,20 dólares).
Un producto que llamó la atención dentro de la caja es la leche en polvo Suprema, que si bien es hecha en México, es empaquetada solo para los CLAP y no está a la venta en territorio mexicano como ocurre con el resto de los productos.
En México, un producto con las mismas características tiene un costo de alrededor de 40 pesos (2,13 dólares).
Una caja CLAP que se compra a 10.000 bolívares (1.000 dólares a tasa preferencial) en México tiene un precio de 407,32 pesos mexicanos o 21,7 dólares, es decir, 46 veces menos que el equivalente de dólares en Venezuela.
Este precio no incluye la caja de cartón ni los costos del flete, pero de cualquier manera el margen de arbitraje es bastante alto, más de 900 dólares.
Sin incluir los dos últimos costos, la ganancia en dólares es de 978, que llevados al mercado paralelo donde la divisa se cotiza en Bs 5.105 (8 de mayo) son en realidad Bs 4.992.690, dinero que luego es utilizado para adquirir la moneda estadounidense a 10 bolívares, lo que da una cantidad aproximada de $500.000, con los que se repite la operación de compra en el extranjero con ganancias infinitas.
El gobierno de Nicolás Maduro creó los CLAP en marzo de 2016 para tratar de hacer frente a la fuerte escasez que sacudía al país en medio de una inflación galopante.
No obstante, no toda la población recibe este beneficio. En principio las familias ubicadas en sectores populares de todo el país recibirían alimentos racionados a «precios justos». A la fecha, algunos sectores de clase media baja del suroeste también tienen acceso al mecanismo, según declaraciones del coordinador de los CLAP, Freddy Bernal.
Pero las cajas con productos importados las reciben funcionarios del gobierno y vinculados a estos, mientras que en las zonas populares llegan bolsas con alimentos de producción nacional, en menores cantidades que las cajas y su costo está ligeramente por debajo de los Bs 10.000.
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