Los rostros de frustración son cada vez más evidentes. Preguntar precios y seguir de largo ya es costumbre en la economía venezolana, envuelta en un proceso hiperinflacionario, de acuerdo con algunos economistas.
Los clientes del popular mercado notaron con asombro los nuevos precios de la carne y del pollo, este último en Bs 8.500 el kilo, por lo que una pieza entera que normalmente puede pesar dos kilos, cuesta Bs 17.000.
Solo en un kilo de carne de res y un pollo entero un trabajador deja poco más de la mitad del salario mínimo o 15 días de sueldo. Si se suma el beneficio de alimentación de Bs 135.000, el ingreso integral es de Bs 200.061, por lo que el gasto en este tipo de proteína es de 16,5%
“Eso se veía venir, los aumentos se observan no solo en el pollo y la carne que ya en muchas partes la venden entre Bs. 14 y 16 el kilo, los productos de charcutería, también aumentan semanalmente, un kilo de jamón de pierna lo ofrecen en más de Bs.20 mil y un cartón de huevos en Bs. 14 mil, el dinero no alcanza para nada”, señaló la señora Luisa de Ciciliani, una ama de casa que realizaba compras en el mercado de Quinta Crespo.
Los consumidores también se quejaron de la desaparición de la harina de maíz, para preparar la tradicional arepa. Señalan que han recorrido varios centros de acopio y no han logrado adquirir el producto.
“La semana anterior vendieron un combo de productos en un establecimiento cerca de mi casa en la bolsa venía un jabón de panela, una bolsita de jabón en polvo, una masa para hacer cachapas y una paquete de harina de maíz, en Bs 16.000, hice mi cola por dos horas, pero igual no pude comprar nada”, señaló Beatriz García, vecina de la parroquia San Juan.
En el habitual recorrido semanal de El Estímulo por Quinta Crespo y el supermercado Unicasa de San Martín, se observó la ausencia de productos a precios regulados. Los bienes básicos importados son los que aparecen con mayor frecuencia.
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