Con la reciente medida el gobierno venezolano busca recaudar fondos después de haber sido excluido en los últimos años del mercado internacional de deuda mientras su economía socialista, rica en petróleo, se desmorona. Pero incluso los fondos de bonos que se especializan en deudas en dificultades están dudando en comprarlos debido a las irregularidades que rodean el acuerdo y las preguntas de los diputados de la oposición sobre su legalidad.
Aunque gran parte de Wall Street ve el impago como una cuestión de tiempo, la oferta podría atraer a inversionistas dispuestos a asumir el riesgo a cambio de retornos potencialmente significativos. Goldman Sachs pagó recientemente 865 millones de dólares por 2.800 millones de dólares en bonos venezolanos en una transacción que provocó la condena generalizada de los rivales del presidente Nicolás Maduro, que acusó al banco de Nueva York de ayudar a financiar su administración cada vez más autoritaria y aislada.
Haitong Securities USA, una unidad de la china Haitong Securities Co., ha comercializado en las últimas semanas la deuda con los gestores de fondos de cobertura estadounidenses que se especializan en la compra de bonos de mercados emergentes, dijeron los inversionistas a los que se ofrecieron los bonos. Haitong tenía el título de asegurador cuando Venezuela emitió los bonos a un banco estatal en diciembre.
A diferencia de los bonos que compró Goldman, los títulos de deuda que negoció Haitong no están registrados en las organizaciones internacionales que liquidan dichas transacciones, lo que significa que no pueden ser negociados electrónicamente, un riesgo que los inversores dijeron que les impedía comprarlos.
Los portavoces de los ministerios de finanzas y de información de Venezuela, así como Haitong Securities, no respondieron a las llamadas de The Wall Street Journal en busca de comentarios
El periódico estadounidense recuerda que como consecuencia de casi dos décadas de mala gestión económica, Venezuela ha tenido que recurrir a métodos de financiación poco ortodoxos a través de instituciones pequeñas y muchas veces poco conocidas, a medida que los grandes bancos internacionales se alejan del gobierno de Maduro.
Haitong está ofreciendo los bonos adicionales, que vencen en 2036, a un descuento de 80%, dijeron los gestores de fondos.
Los bonos 2036 fueron emitidos en diciembre por el gobierno venezolano en una colocación privada al estatal Banco de Venezuela. En ese momento, el Ministerio de Economía y Finanzas había dicho que el dinero se destinaba a ser distribuidos entre importadores de alimentos y medicinas que dejaron de funcionar porque Venezuela les debe miles de millones de dólares atrasados.
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