En Estados Unidos hay riesgos latentes por el inminente alza de las tasas de interés, mientras que en Panamá hay múltiples opciones, aunque las más interesantes pudieran requerir asumir un rol más empresarial, se destaca en un artículo desarrollado por Monitor Americas para Davos Observer, sobre las oportunidades que tienen los inversionistas venezolanos -grandes y pequeños- en dos de sus mercados predilectos.
Ciudad de Panamá y Miami se han convertido en los destinos fijos para los inversionistas que huyen de la crisis en Venezuela. Sin embargo, la transición puede ser más fluida siempre que la persona tenga certeza de la realidad con la cual se enfrentará.
Para algunos inversionistas, cualquier escenario es mejor que la marejada financiera en Venezuela, pero como advierte Andrés Coles, director de Davos Financial Advisors, “vale tener en cuenta las potencialidades del patrimonio del inversionista, antes de tomar cualquier decisión”.
– Se necesita estrategia en Miami –
Tradicionalmente, Miami ha sido el puerto de llegada de la mayoría de venezolanos que durante décadas han visitado o migrado hacia Estados Unidos.
“Es un lugar de trasbordo de mercancía, es una economía mayormente de servicio y comercio, que ofrece los beneficios y condiciones de un marco regulatorio robusto, un mercado con mucho potencial y condiciones de trabajo atractivas”, comenta David Osio, CEO de Davos Financial Corp.
Miami viene siendo una de las cinco principales áreas metropolitanas del sur de los EEUU con mayor incremento anual en salarios (3,1%) a marzo de 2017. Adicional a esto, Florida se encuentra 0,2 por debajo de la tasa nacional de desempleo, según cifras recientes del Bureau of Labor Statistics.
Desde el viernes negro en 1983, Miami ha sido uno de los lugares favoritos para los venezolanos que buscan un mercado para domiciliar e inclusive colocar su patrimonio. No obstante, ante ese escenario, Osio destaca que “hoy en día, a la persona que tiene su patrimonio en dólares se le recomienda hacer un mix donde compra acciones tradicionales, bonos de deuda con alto rendimiento e inversión en bienes raíces”.
Andrés Coles -por su parte- comenta que “llama la atención la estrategia de inversión de muchos venezolanos: a pesar de mantener su patrimonio fuera de su país, un alto porcentaje de ese capital está invertido en bonos de la deuda de Venezuela, porque confían en que cumplirá con sus obligaciones y, además, hay un alto grado de dependencia en su altísimo rendimiento”.
Sin embargo, el venezolano que tiene que migrar a Miami se ve ante retos difíciles, porque debe exigirle más a ese patrimonio, a fin de mantener su nivel de vida.
En primer lugar, un dólar invertido en EEUU rinde menos que lo que la persona percibía en Venezuela, en parte a consecuencia del pago de impuestos, el cual asciende a 30% de sus ingresos. En segundo lugar, ese dólar que la persona transaba en Venezuela generaba una cantidad elevada de bolívares, que permitían una calidad de vida relativamente cómoda, dado que los servicios públicos son subsidiados y la gasolina es barata.
“En Miami tienes que tener un alto nivel de ingresos, para costear una vida igual de cómoda que la que tenías en Venezuela, considerando además que el costo de vida en esta ciudad es muy superior al promedio de costo de vida a nivel nacional”, advierte Coles.
“Sin embargo, igualmente en Venezuela existen costos elevados imposibles de calcular, tales como la seguridad y las limitaciones de transitar libremente en las calles”, agrega.
“Si la persona tenía su patrimonio invertido en Miami, para costear su vida en Venezuela, una vez que migra deberá cambiar su estrategia por completo, porque ese rendimiento generará menos recursos para mantener su nivel de vida en Estados Unidos”, concluye Coles.
– Panamá: en modo empresario –
“Las referencias que tenemos es que el foco de inversión de las personas naturales está siendo el sector bienes raíces y los servicios de banca exterior, dado que el país cuenta con instituciones financieras grandes, reconocidas internacionalmente, que pueden operar sin el mismo nivel de rigurosidad que en Estados Unidos”, comenta el director de Davos Financial Advisors.
No obstante, en Panamá el inversionista pudiera estar más inclinado a otras opciones, más relacionadas con la inversión en sectores de la economía.
Con unos indicadores económicos que son la envidia de muchos en la región, Panamá sigue atrayendo inversionistas de todas partes del mundo, pero por sus dimensiones, algunos analistas sugieren que es el momento de identificar cuáles son las oportunidades de inversión con mayor rendimiento.
“Panamá es un mercado pequeño, de 4 millones de habitantes, por lo que todo depende de lo que se quiera hacer o invertir”, sugiere Tomás Polanco, abogado de la firma Owens & Owens.
Por ejemplo, Panamá sigue ejecutando obras públicas importantes. Eso ofrece buenas oportunidades para quien desee emprender en sectores como energía, vialidad, turismo y banca. De igual forma, resulta atractivo el sector logístico, luego que la ampliación del canal abriera múltiples opciones para servicios de todas las actividades conexas.
“Eso sin contar con el conjunto de leyes que desde hace varios años se vienen articulando en el país, para brindarle al inversionista -grande y pequeño- el ambiente más seguro y amigable”, resalta Polanco.
Para quienes se instalen en Panamá existen alternativas como el centro de negocios de Colón o Panamá Pacífico, zonas libres que ofrecen ventajas impositivas al instalarse ahí para ensamblar, fabricar y distribuir mercancía a otros países. La regulación laboral para los extranjeros contratados en el país ofrece atractivos beneficios fiscales al vivir en el país.
“La actividad de todo el sector servicios comerciales y habitacional también ha dado un incremento importante, que permite a extranjeros y panameños incrementar sus operaciones en Panamá”, acota el representante de Owens & Owens.
Para Polanco, otro sector a considerar es el de las viviendas de interés social.
“En Panamá hay un déficit de alrededor de 300.000 viviendas. Para cubrirlo, el Estado panameño financia la inicial (y en algunos casos hasta la financia completa), y también subsidia los intereses de los préstamos que obtengan los compradores”.
Por ello, pareciera que todo lo que se construya en ese segmento tendrá una venta garantizada. De igual forma, hay un campo bancario, asegurador y financiero donde tienen cabida empresas y profesionales nacionales y extranjeros.
“Aquí hay bancos, compañías de corretaje de seguros que son venezolanas. Tienen una actividad importante, como es el caso de Banesco, que es uno de los primeros tres o cuatro bancos del país en cuanto a tamaño se refiere”, señala Polanco.
Hay bastante que hacer en el tema de inversiones, y para seguir creciendo y desarrollándose, Panamá necesita que esas inversiones -de grandes y pequeños- sigan llegando.
– ¿Panamá o Miami? –
Invertir en Panamá tiene mucho sentido en este momento, pero por su tamaño, los grandes inversionistas pudieran verse limitados.
“Es uno de los países de la región que está creciendo de forma sostenida, y a niveles importantes. Lo ha venido haciendo durante la última década, y lo hará por los próximos diez años”, advierte Tomás Polanco, de la firma Owens & Owens.
No obstante, para que estas inversiones se reproduzcan, en Panamá tendría que haber un ambiente más amplio en las leyes, para que quienes migren al país puedan desarrollarse. De esta forma, Panamá podría aprovechar la oportunidad de que las personas se queden y continúan invirtiendo.
“Es crucial, porque en este momento esas inversiones están buscando permanencia, están tratando de hacer de Panamá su propio país, y solo es posible si te haces panameño, que al menos demora unos 5 años”, comenta Polanco.
En cuanto a Miami, la parte más complicada quizás sea su realidad económica.
“Es un momento complicado para invertir en Estados Unidos, porque estamos en un momento donde las condiciones de los mercados de capitales e instrumentos financieros están en una baja de rendimiento históricas”, opina Andrés Coles.
Adicionalmente, existe la percepción de que la administración de Donald Trump impulse un incremento de tasas de interés, lo cual tendría un efecto negativo sobre los instrumentos de inversión.
“El mercado indica que tiene que duplicar la calidad crediticia de sus inversiones. y esas inversiones sufren mucho con el aumento de tasas. Están buscando algo que el mercado no está ofreciendo ahora”, puntualiza Coles.
Al respecto, David Osio agrega: “Un venezolano cuyo portafolio de inversión en bonos soberanos debe rendir 10% para poder vivir en Miami, se enfrenta a un rendimiento promedio actual de 5% y con perspectivas hacia la baja”.
Ese es el gran reto para los inversionistas venezolanos en Miami: la persona puede perder el valor de su capital.
“Es una situación que arrancó hace mucho tiempo, pero es inminente. Es como el juego de la silla musical, nadie sabe cuándo se parará la música y se quedará sin silla”, concluye Coles.
Esas condiciones adversas han hecho que los venezolanos se vayan a otros horizontes en EEUU u otros países, porque las condiciones en los lugares tradicionales como Miami no son las mejores. “Empezaremos a ver más venezolanos en lugares como Wisconsin, integrándose a la economía en sectores más tradicionales como la manufactura y el transporte”.]]>