Edward Noguera, presidente del gremio, precisó que el desabastecimiento es general, pues aunque el tema de la escasez de alimentos y rubros básicos es ya conocido, la caída de los inventarios incluye a empresarios de todos los sectores. Según dijo, algunos establecimientos y grandes cadenas solo tienen disponible lo que exhiben en los anaqueles. “La situación es muy preocupante”, expresó.
El balance de los agremiados los mantiene en un estado de alerta, puesto que no existe la certeza de que podrán reponer sus productos.
El directivo explicó que aun cuando históricamente en enero suele haber bajos niveles de stocks porque muchas empresas cierran sus puertas o suspenden sus operaciones por la temporada decembrina, este año es mucho peor por la inestabilidad económica que existe en el país.
“Muchos cerraron por temor a las fiscalizaciones arbitrarias, otros porque no sabían a qué precios iban a reponer sus productos o si podrían reiniciar sus operaciones; además algunos proveedores no están despachando todavía. Siempre hay un leve desabastecimiento en esta fecha por el exceso de demanda de diciembre, pero esta vez está agravado porque no existe una oferta confiable. Estamos a la espera de los precios de reposición y de una política que nos permita atender las necesidades de la población”, dijo.
Insistió en que los controles no funcionan y que lo importante es mantener una oferta sólida que esté por encima de la demanda para tener mejores precios y servicios. “Eso lo hemos repetido innumerables veces. Hay que crear las condiciones para producir e importar lo necesario. En Margarita la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) también ordenó bajar los precios de algunos rubros”.
Pese a que manifiesta estar consciente que mantener inventarios programados sería lo más recomendable para hacer frente a la condición de insularidad del estado y los evidentes retrasos por el tema del transporte marítimo, dijo que en este momento es “sumamente difícil hacerlo por las condiciones ya expuestas”.
Por todo esto, el representante de la Cámara de Comercio en la entidad reiteró su llamado al gobierno nacional para que establezca las condiciones necesarias para que el empresariado invierta y destacó que eso pasa por la eliminación de los controles. De igual forma, pidió aprobar la propuesta de un régimen especial para la isla presentada por el gremio.
Con respecto a la temporada vacacional que recién culmina indicó que si bien es cierto que se mantuvo una alta ocupación hotelera y hubo presencia de muchos visitantes nacionales, contribuyeron a empeorar la situación de desabastecimiento de alimentos.
En las diferentes tiendas las ventas se mantuvieron bajas, pero han tenido una leve mejoría con la llegada de los turistas argentinos y brasileños, que se acostumbra en esta fecha. “Eso sí se ha visto reflejado en el comercio”, apuntó el dirigente.
La crisis económica que golpea a los venezolanos, y en especial a los insulares, se ve claramente reflejada en los principales centros de atracción comercial y turística como el Mercado de Conejeros y los bulevares Gómez y Guevara, que ahora son un punto de referencia pero por la cantidad de establecimientos y puestos cerrados.
“La gente viene, pregunta y se va. La inflación es demasiado alta y no podemos bajar más los precios sin que eso nos haga quebrar. No sabemos cuánto más podremos aguantar pero todo es un problema, no se consigue, cuando se consigue está caro y la gente prioriza la compra de alimentos”, comentó una comerciante que prefirió no revelar su nombre, ni el de la tienda para que no “la agarren con ella”.
En Conejeros dijeron haber tenido ventas regulares, pero muy bajas en comparación con los años anteriores. En las tiendas de los centros comerciales las respuestas son similares. Todos siguen aguardando por una especie de “milagro” que les permita mantenerse a flote, sin aumentar los índices de desempleo por las reducciones de personal a las que se ven obligados por la crisis.
El cambio de rubros también sigue profundizándose. Los comerciantes literalmente venden lo que pueden y consiguen para subsistir.]]>