El curso declinante del salario mínimo real se profundizó significativamente durante el último trimestre de 2017, apunta Econométrica en un informe. Explica que el ajuste de salario de noviembre pronto se vio diluido por la intensificación de la espiral inflacionaria.
«El año 2017 cerró con la caída más importante de nuestra historia del poder de compra del salario mínimo. En este período, el salario mínimo integral habría perdido 83,8% de su poder de compra. Si se compara con diciembre de 1998, el salario mínimo integral solo compraría 10% del vigente a finales de ese año. La gravedad de esta cifra se puede ver reflejada en la escalada del conflicto social durante las primeras semanas de 2018», recalcó en su último informe.
Destaca que las presiones inflacionarias se empezaban a acumular en la economía y los agregados monetarios se expandían aceleradamente impulsando el notable ascenso del tipo de cambio paralelo. Además, de evidenciarse una aceleración inflacionaria en la mayoría de los bienes que componen el índice de precios.
«Fue así como, desde agosto, la variación mensual del índice alcanzó los mayores registros durante cinco meses consecutivos. Pese a que los aumentos de salario fueron cada vez más recurrentes, no consiguieron detener la caída acelerada del poder de compra del salario a partir de agosto«.
Recalcó que para diciembre de 2017 se requerían siete salarios mínimos integrales para comprar la Canasta Alimentaria Nacional (CAN), la cual aumentó más del doble en un solo mes. Esta canasta está compuesta en su mayoría por hortalizas, las cuales fueron la clase de alimentos de mayor inflación durante el año.
«La profundización de la dinámica hiperinflacionaria ha incidido en la caída más notable del salario mínimo integral real desde 1998. Pese a que el gobierno aumentó en más de seis ocasiones el salario, en diciembre este solo compraba 16% respecto al año anterior. Es probable que se observen ajustes salariales más elevados y con mayor recurrencia durante 2018».
Sostiene Econométrica muy posiblemente el gobierno busque transferir mayores subsidios a los tenedores del carnet de la patria, acelerando así el aumento de los medios de pago.
«Sin embargo, la capacidad del gobierno para dar cierto respiro al poder de compra del salario mediante este tipo de políticas es cada vez más limitada, a medida de que la hiperinflación se intensifica. De mantenerse la coyuntura actual, el salario mínimo real continuará su declive, aunque su caída puede moderarse levemente en los próximos meses».]]>