Venezolanos cambian sus hábitos de compra al ir al cine

Gabriela Da Silva planificó ir al cine en familia porque uno de sus hijos estaba de cumpleaños. Es 20 de marzo y es la primera vez en el año que va al cine por los altos costos que representa una salida para ver una película en la pantalla grande.
Da Silva decidió ir con sus pequeños también a manera de distraerse de las tensiones y angustias que se producen en un país en hiperinflación.
Gastar plata en el cine nunca fue una opción para ella, más allá del Bs 1.010.000 que pagó en Cines Unidos por dos cotufas grandes y dos refrescos medianos, para compartir con sus tres niños y su madre.
El salario mínimo es de Bs 392.646, es decir 2,6 veces menos de lo que Da Silva pagó.
«Antes de decidir lo que vamos a ver buscamos la sala donde la función sea más barata. En esta oportunidad, solo compramos dos cotufas grandes y dos bebidas medianas. Les expliqué a los niños que no me alcanzaba el dinero para comprarles chucherías. Somos cinco y gastamos más de Bs 1.500.000, entre las cotufas y las entradas, y ahora no se puede. Esta situación nos ha afectado bastante», dijo Da Silva mientras esperaba la hora de la función. 
El pago supera el sueldo mínimo integral fijado en Bs 1.307.646, incluyendo los Bs 915.000 del bono de alimentación.
Para Da Silva el cine sigue siendo una buena opción de entretenimiento. Da Silva dijo que prefiere gastar su dinero en comida para la casa que en comprar caramelería. «Hay que disfrutar los momentos en familia, pero también hay que pensar en que hay que comprar comida».
Jesika Sandoval también se animó a ir al cine tratando de gastar lo menos posible. En su cartera, se llevó los chocolates y las galletas para ella y su pareja. Pero las cotufas le ablandaron sus intenciones de ahorrar: compró un combo de cotufas y dos refrescos medianos por Bs 1.173.000 en Cinex.
«El cine era nuestra pasión, pero los elevados precios nos han afectado bastante. Antes veníamos todos los fines de semana y veíamos hasta dos películas. Ahora solo venimos porque los niños están de vacaciones en Puerto La Cruz y nos pagaron el bono vacacional. Me traje las chucherías en la cartera para ahorrar un poco, pero las cotufas sí las compramos calienticas acá en el cine», expresó Sandoval, acompañada de su pareja durante la cola para pagar. 
Ellos no fueron los únicos. Los constantes cambios en los precios de los combos, comidas calientes y cotufas en el cine han hecho que muchas personas opten por llevar sus propias chucherías o simplemente dejan de comprarlos. Se trata de darse un gusto sin necesidad de quedarse con la cuenta bancaria en cero, dicen.
Muchos califican de absurdo los precios de los mostradores, pues superan el de un menú ejecutivo en restaurantes del este de la capital, una zona considerada de alto poder adquisitivo.
En el restaurante El Orleón, en Los Palos Grandes, el almuerzo, que consta de sopa, proteína, más dos contornos que pueden ser ensalada rallada o mixta, arroz y tajadas tiene un precio de Bs 350.000. Mientras que en el restaurante El Baretto, también ubicado en la zona, el almuerzo que incluye proteína, más dos contornos y bebida tiene un valor de Bs 400.000.
El precio de un combo que incluye dos refrescos medianos y una cotufa grande para dos personas en Cines Unidos era de Bs 644.000 el 20 de marzo, mientras que un combo mega mediano con una cotufa grande, un refresco mediano y seis tequeños tiene un valor de Bs 949.000. En Cinex, para comer un combo de cotufas grande y dos refrescos hay que gastar Bs 1.173.000. Uno individual con cinco tequeños y un refresco cuesta Bs 958.000.
Alejandro Villasak salió a una sala de Cines Unidos de Sambil. En esta oportunidad llevó cereal de su casa y compró un chocolate grande en Farmatodo para compartirlo con su esposa. En el cine solo compró un refresco grande de Bs 162.000 para ambos. «No creo que vuelva al cine. Prefiero descargar las películas y verlas en mi casa. Gasto mucho menos y lo que me ahorro lo invierto en algo de comida o medicina para la casa», agregó.
Para los amantes de los dulces, una Samba al igual que un Cocosette cuesta Bs 55.000, un chocolate de leche pequeño está en Bs 45.000, un paquete de gomitas vale Bs 78.850 y una bolsa de Doritos cuesta Bs 160.000.

Las comidas calientes que incluyen hamburguesas, perros calientes, nuggets y tequeños, acompañados de un refresco tienen precios elevados, lo que hace que los consumidores se queden con las ganas.
Un combo de una hamburguesa y un refresco mediano en Cines Unidos tiene un valor de Bs 761.900. Mientras que en Cinex, un combo de un perrocaliente o una ración de nuggets con dos refrescos costaba Bs 1.175.000 el 20 de marzo. 
Para Roxana Hernández los precios de las chucherías en las cadenas de cine son demasiados altos. «Eso era antes que uno podía llenarse de pirulines, chocolates y tequeños. Es un sentimiento de todo el mundo», lamentó.
Hernández solo va a disfrutar de las pantallas del séptimo arte cuando le regalan pases de cortesía en su trabajo. «Uno hace el esfuerzo de venir para no estresarse en medio de la cotidianidad, pero es preferible gastar el dinero en comida que en chucherías», sentenció la espectadora.

Al consumo de las chucherías también se suma el precio de las entradas. El costo de los tickets depende de la cadena de cine que se seleccione, la zona donde esté ubicada la sala, la hora de la función y si la proyección es en 2D, 3D o 4DX.
El costo de una entrada general en el centro comercial Millenium Mall, en Cines Unidos Premium, tiene un valor de Bs 265.000, mientras que en el tradicional lunes popular es de Bs 135.000. En el Sambil Caracas, un ticket general e Cines Unidos es de Bs 190.000 y en tercera dimensión de Bs 227.000. Mientras que en el San Ignacio, en Cinex, un boleto general es de Bs 285.000,  VIP es de Bs 495.000, y si la proyección es de 3D o 4DX el precio del boleto es de Bs 840.000.
Los adultos de la tercera edad así como los más pequeños de la casa que vayan hasta las 5:00p.m., pagan 50% del valor de la entrada. Si la compra se hace por Internet, se cobra una comisión por la prestación de ese servicio.
Uno de los gerentes de Cines Unidos, quien prefirió no ser identificado, indicó que la asistencia ha bajado en 30% y que el costo de las entradas aumenta semanalmente. Acotó que las salas de cine en Caracas se llenan solo cuando hay promociones o por el estreno de películas esperadas.
La diversión fuera de la casa se ha reducido considerablemente por los altos costos en un contexto en el que comprar alimentos se ha vuelto una prioridad para cualquier familia.
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