El presidente de la Comisión de Finanzas, Rafael Guzmán, aseguró en rueda de prensa que la reducción de cinco ceros al bolívar y la revisión del régimen cambiario no son cambios que pueden recaer en la oficialista Asamblea Nacional Constituyente pues este foro no puede dictar leyes «en ninguna materia».
En ese sentido Guzmán dijo que llevar adelante la reforma cambiaria sin frenar la emisión de dinero inorgánico y sin un ajuste fiscal «mantendrá al dólar disparado y seguirá la tragedia hiperinflacionaria para los venezolanos».
Igualmente aseguró que los anuncios económicos «están equivocados» pues «no vienen acompañados de cambios políticos».
Según el parlamentario la intención del Ejecutivo es «mantener una medida en la que no interesa la economía sino la dominación» de los ciudadanos.
Guzmán usó como referencia el precio de la gasolina, que por los subsidios costaría -una vez implementada la reconversión monetaria- 0,00001 o 0,00006 bolívares (menos de un centavo de dólar), frente a la moneda de 0,5 bolívares soberanos, pieza de menor denominación del nuevo cono monetario.
«No hay moneda física con la cual se pueda pagar un litro de gasolina (…) va a venir un incremento del precio» expresó Guzmán.
También aseguró que cuando el jefe de Estado habla de realizar un censo al sector automotor para generar nuevos subsidios, se refiere a que van a estar «tapados con el carnet de la patria».
El llamado carnet de la patria es un sistema creado por el Gobierno de Maduro que deben obtener las personas que aspiran acceder a un programa social o conseguir algún subsidio.
«¿Usted quiere gasolina? sáquese su carnet de la patria (…) ¿no quiere carnet de la patria? pague la gasolina a precios internacionales» ese es, según Guzmán, el razonamiento que se está aplicando en este caso.
El legislador insistió en que el carnet de la patria, que según los críticos del chavismo es una forma de «control social» es «el único mecanismo por el que pueden doblegar la voluntad» de los venezolanos pues al Gobierno le interesa «que su salud, su alimentación y su movilidad dependan de ellos».
En Venezuela opera un control de cambio desde 2003 que deja en las manos exclusivas del Estado la compra y venta de divisas, una medida que los economistas han criticado y señalado como uno de los factores causantes de la severa crisis económica por la que atraviesa nuestro país.