Economía

Largas caminatas deben hacer los carabobeños para conseguir la carne

Desde que los precios de la carne roja salieron en la lista de los productos con precios regulados o “acordados”, como los definió el Gobierno nacional, los venezolanos deben hacer “peregrinajes” para hallar el producto o en su defecto ubicar algún sustituto que sirvan en la comida en casa.

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Foto: Tibisay Romero

En un recorrido por varios establecimientos que expenden carne y pollo en Naguanagua y Valencia en el céntrico estado Carabobo, El Estímulo pudo evidenciar que muchas neveras donde se venden estos productos se encontraban vacías.

Igualmente los compradores referían que visitaban más de tres negocios al día sin éxito, sobre todo con la carne porque pollo han logrado conseguir en operativos gubernamentales que disponen alcaldías o la gobernación en diversos sectores, según afirmaron varios consultados.

Uno de los encargados de una carnicería en Naguanagua, que pidió declarar bajo anonimato, explicó que los proveedores le ofrecen traerle carne roja a BsS 90 (BsF 9.000.000), pero al ser ese el precio regulado para el producto se hace imposible la negociación.

Explicó que en el proceso de deshuese de la carne se pierde parte de cada kilogramo que luego ofertarán. Adicional a eso debe sumarle el 30% de lo que por ley le corresponde como ganancia. “No dan las cuentas”.

También expresó que no tiene lógica que un kilo de carne cueste BsS 90 y el de mortadela se ubique en BsS 180 (BsF 18.000.000)

“En mi casa llevamos más de tres semanas que no comemos carne roja. La última que conseguimos nos costó 120 Bs. S, ahora se supone que será más barata pero no hay. Lo único que hemos conseguido es queso y jamón pero carísimos”, indicó Gladys Martínez, una jubilada de 73 años que vive en Prebo, al norte de la ciudad de Valencia.

Mientras que César Hernández, en Naguanagua, relató que ha ido a muchas carnicerías sin hallar el producto. “En mi casa no comemos carne desde hace más de una semana. En cambio pollo si hemos conseguido a BsS 70,8 (BsF 70.800.000) y estaba bueno. Eso sí, pagamos 23 millones de bolívares de los de antes por un pollo”.

No ha ocurrido igual con Flor Martín, una ama de casa que ha recorrido unos cuatro negocios sin comprar carne o pollo en El Trigal, en Valencia.

“He optado por comprar huevos y queso y con eso resuelvo para mis tres hijos, mi esposo y yo. Hacemos tortillas, huevos revueltos y así algo de proteínas consumimos. Nos ayudamos con frijoles y otros granos”, aseguró Martín que es administradora y trabaja por su cuenta.

Dijo que sus vecinos han viajado hasta Tinaquillo en el cercano estado Cojedes para comprar la proteína animal. “En la próxima ida trataré de unirme a ver si hallamos algo que podamos pagar”.

En el Mercado Periférico de La Candelaria, al sur de la ciudad de Valencia, la preocupación es similar. Quienes venden el rubro temen que si aceptan comprarlo al precio que ahora está para la venta regulada, y aumenten “aunque sea poco”, los lleven presos por especulación.

“El cochino no está entre los artículos de precios regulados, será por eso que aún se encuentra un poco en una que otra carnicería”, explicó un encargado de un negocio en el lugar.

Regulación

En días pasados la Federación de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) indicó que este sector no fue consultado por el gobierno para fijar los nuevos precios de la carne que ubicaron en BsS 90 (BsF 9.000.000)

La lista de precios de los 25 productos acordados entre el Ejecutivo Nacional y empresarios agroindustriales fue publicada en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6397. Luego se agregaron otros 25 productos más para sumar 50 que permanecen regulados.

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