Esa suma «incluye el costo estimado para reparar los vehículos» manipulados, dijo Müller a empleados del gigante automovilístico alemán. «Pero serán insuficientes. Tenemos que prepararnos para hacer frente a sanciones significativas. Cualquiera podrá usar estos hechos para reclamar daños y perjuicios a Volkswagen», agregó.
Müller anunció que la firma estaba revisando en consecuencia todos sus proyectos de inversión.
«Estamos revisando todos nuestros planes de inversiones una vez más. Todo lo que no sea absolutamente necesario en lo inmediato será descartado o pospuesto», afirmó.
«Cada euro que quede en la compañía nos ayudará», agregó.
Volkswagen, primer vendedor mundial de autos, enfrenta su peor crisis desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, tras revelarse el mes pasado que había colocado un dispositivo de falsificación de resultados de emisiones contaminantes en coches diésel de diversas marcas del grupo.
La compañía admitió haber instalado esos software en once millones de vehículos.