Empresas y Negocios

Lo que debe saber antes de emprender un negocio en Estados Unidos

Tomar la decisión de migrar puede resultar lo más fácil del proceso de vivir fuera de Venezuela. Emprender un negocio en otro país requiere de una planificación para evitar inconvenientes que ameriten el desembolso de mayores recursos y retrasos en los proyectos.  Estados Unidos es la nación que alberga la mayor cantidad de venezolanos en el exterior, de acuerdo con diversas fuentes. Y zonas como el Sur de la Florida constituyen para los emprendedores una plataforma ideal de diversificación y desarrollo de nuevos negocios de alcance regional.

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Según datos del Pew Hispanic Center recopilados en 2011, en Estados Unidos habían 259.000 venezolanos con una edad promedio de 32 años. El ingreso familiar promedio era de 50.000 dólares y 51% tenía al menos grado universitario.

De cada 10 venezolanos, 7 hablan inglés con fluidez. El 55% ha obtenido la nacionalidad estadounidense y 48% es dueño de la vivienda donde reside. La gran mayoría (41%) vive en Florida.

Estados Unidos sigue atrayendo a una gran cantidad de interesados en iniciar proyectos. Las precarias condiciones económicas de los años más recientes han provocado en Venezuela una ola migratoria en busca de mejores oportunidades.

Elestimulo.com consultó al abogado de inmigración en el sur de la Florida y California, Frank Sariol, fundador de la firma Sariol Legal y con 26 años de experiencia en derecho migratorio, sobre los pasos que debe cumplir un venezolano que decida emprender en Estados Unidos.

Entre las recomendaciones ofrecidas están las siguientes:

– Reconocimiento de opciones. Sólo en el Estado de la Florida hay más de 200.000 venezolanos residentes. Igual cantidad de historias de éxitos y de fracasos. En la conversación con varios emprendedores venezolanos exitosos en Florida, se encontró que un plan de inmigración resulta fundamental al momento de migrar. Esto pasa por la identificación de oportunidades para el desarrollo de un negocio y el destino de la inversión (si primero se invierte en un inmueble o en el proyecto empresarial).

– Seleccionar la vía de migración: Existen varios caminos, pero cualquiera pasa por un asesoría especializada en inmigración y finanzas.

a- Ser un inversionista de bienes raíces o empresarial. Para los inversionistas la legislación estadounidense procura varias alternativas de inmigración: Visas E1, E2, L1, así como EB-5.

En todos los casos para las visas E1 y E2, se requiere ser ciudadano de un país que tenga tratados vigentes con los Estados Unidos y demostrar una inversión en una empresa o negocio en los Estados Unidos.

Para la visa L1 el solicitante debe trabajar en una empresa multinacional que quiera establecer una sucursal u oficina en los Estados Unidos, y se le traslade como ejecutivo de la misma con el fin de desarrollar el negocio localmente. Esta visa e otorga por un año y después de la primera renovación, la persona puede pedir cambiar el estatus a residente permanente.

«En general hemos visto que una inversión de entre $100.000 y $150.000 trabaja califican para una visa L1. También se requiere que la persona tenga un negocio vigente en su país de origen (Venezuela) y que haya trabajado en este negocio por lo menos un año de los últimos tres años», detalla Sariol.

En el caso de la Visa EB-5, el inversionista requiere un capital de $500.000 o $1.000.000. El monto de la inversión lo determina dónde esté situado el proyecto (más $60.000 a $100.000 para gastos legales, mercadeo y otros). Con esta visa se otorga la residencia provisional en EEUU por dos años.

La EB-5 concede una visa de residente provisional por 2 años, condición que puede ser cambiada cuando se prueba que se han cumplido con los requisitos después de los dos años.

b- Ser un emprendedor. Obtener una visa de inversionista en los Estados Unidos no es sólo un plan para multimillonarios, es una opción para gente de negocios. Los requisitos para este tipo de visado no exigen contar con una bolsa de medio millón de dólares. Se trata de demostrar un plan de negocios consistente que exponga la idea con oportunidades de crecimiento, credenciales de financiamiento legal y proyecciones para la generación de empleos a ciudadanos norteamericanos. No hay que ser Donald Trump (por ahora), a lo mejor con una franquicia es suficiente. Pero sí es necesario tener un respaldo legal para lanzarse a la aventura sin que sea un salto al vacío.

c- Ser un reconocido profesional o conseguir una empresa que apadrine. Para este caso, lo más importante es sacarle brillo a la carrera que ha forjado, pidiendo cartas de recomendación y recopilando cualquier referencia en medios de comunicación que haya sobre tu persona, así como todos los reconocimientos que avalen los méritos.

Hay dos formar de iniciar un negocio de acuerdo con Sariol Legal:

Si comienza de cero:

– Lo primero que debe revisar es el lugar de Estados Unidos donde va a iniciar el emprendimiento. Cada estado tiene sus leyes y regulaciones respectivas.

– Consultar cual sería la empresa para el tipo de negocio que piensa iniciar.

– Registrar la empresa. Un abogado o un contador puede asesorarlo.

– Depende del negocio seleccionado debe tener oficina (consultoría o servicios) o un almacén (manufactura o exportación/importación).

– Cada ciudad tiene permisos específicos como el ocupacional, de salubridad, de alto riesgo, entre otros.

Si comienza con un negocio ya existente:

– Si es franquicia o negocio que ya existe se requiere de una inversión preestablecida.

– Verificar todos los detalles del tipo de franquicia y si cumple con sus expectativas.

–  Auditarlo antes de concretar la negociación para evitar fraudes y sorpresas desagradables.

Los plazos y montos para la obtención de permisos dependerá del tipo de negocio escogido, dice Frank Sariol, miembro de American Immigration Lawyers Association, y quien señala que de acuerdo con algunas informaciones, la franquicia es el modelo de negocio más buscado por los venezolanos en Estados Unidos.

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