La avería informática que provocó el caos llevó este lunes a la anulación de 13 vuelos entre Heathrow y destinos europeos, y retrasos en unos 20, según un cálculo de AFP.
British Airways ya había anunciado que los vuelos desde Heathrow podían verse perturbados.
«A medida que nuestros sistemas informáticos se acercan a su su plena capacidad operativa, cumpliremos con todos los vuelos previstos en Gatwick y trataremos de cumplir con todos los vuelos de larga distancia desde Heathrow y una gran parte de los de corta distancia», anunció British Airways.
El domingo, se anularon 60 vuelos desde este aeropuerto, uno de los más transitados del mundo, con 75 millones de pasajeros en 2016.
En cambio, los vuelos de la aerolínea salían sin problemas del segundo aeropuerto de la capital británica, Gatwick.
Los problemas dejaron en tierra a miles de pasajeros en una semana de vacaciones para los escolares británicos, pero los problemas no se circunscribieron a los aeropuertos británicos, porque muchos vuelos de la aerolínea fueron anulados el sábado en otros países.
Para evitar las imágenes de pasajeros abandonados en las terminales, la aerolínea y Heathrow instaron a comprobar el estatus de los vuelos antes de desplazarse al aeropuerto.
El sindicato británico GMB (General, Municipal y Caldereros, en inglés) cargó contra la dirección de la aerolínea, propiedad de IAG -como la española Iberia- y aseguró que los problemas «podían haberse evitado» si BA no hubiera suprimido cientos de empleos en la división informática para trasladarlos a India.]]>