Las compañías American Airlines y United anunciaron este miércoles que comenzarán a ordenar el recorte de más de 30.000 puestos de trabajo, luego de que fracasaran las negociaciones para extender la ayuda del gobierno estadounidense al sector aéreo, afectado por la pandemia.
Pero ambas aerolíneas dejaron una puerta abierta: anular los despidos si los dirigentes republicanos y demócratas en Washington llegan a un acuerdo en los próximos días.
American Airlines dijo que comenzará a ordenar el despido de 19.000 empleados a partir del jueves. Un poco más tarde, United indicó que recortará cerca de 13.000 empleos.
«Anularemos» esas cesantías «y llamaremos de nuevo a los miembros del equipo afectados» si los dirigentes demócratas y republicanos logran un acuerdo, afirmó el director ejecutivo de American Airlines, Doug Parker, en una carta dirigida a los empleados a la que accedió AFP.
United hizo lo propio en un mensaje a sus trabajadores, también consultado por AFP.
American Airlines, que como las otras grandes aerolíneas se había comprometido en la primavera boreal a no hacer despidos hasta el 30 de septiembre, había advertido a finales de agosto que debía cesar a 19.000 personas si no se adoptaba una prórroga a la ayuda gubernamental, que expira este miércoles, y que debe servir para pagar los salarios de pilotos, tripulación y mecánicos.
Pero las discusiones entre demócratas y republicanos sobre un nuevo plan de ayuda a la economía, aunque se reanudaron el miércoles en Washington, no llegaron a un acuerdo.
El tráfico aéreo, en caída libre desde el inicio de la pandemia, está lejos de alcanzar niveles normales.
Muchas personas se mantienen reticentes a volar en un espacio confinado, los vuelos internacionales están aún sujetos a estrictas restricciones y los viajes de negocios están de capa caída.
El número de pasajeros que pasa por los controles de seguridad en los aeropuertos estadounidenses se ha reducido entre 60% y 70% con respecto al mismo periodo de 2019, según cifras oficiales.