«Las bases fundamentales del mercado mejoran lentamente», dijo Khalid Al Falih, el ministro de Energía de Arabia Saudita, tras la apertura de la reunión del comité ministerial OPEP y no OPEP en un hotel de la capital de Azerbaiyán.
«Mis colegas me aseguran que se conformarán totalmente (al acuerdo de reducción de la producción) o incluso más de lo que se pide en las próximas semanas», añadió.
Algunos representantes de la OPEP se reunieron en Bakú desde este fin de semana con sus socios para evaluar el estado del mercado y sus reducciones voluntarias de producción. El ministro ruso de Energía, Alexandre Novak, volvió a Bakú el domingo tras haber participado en esas reuniones.
La reunión del comité ministerial de seguimiento de los países OPEP y no OPEP, que se celebra el lunes en un hotel del centro de la capital de Azerbaiyán, no tiene poder decisión pero sirve de preludio a las próximas reuniones oficiales de la organización, previstas en abril y en junio en Viena.
Las medidas actuales del acuerdo de limitación de la producción son válidas hasta junio y fueron reforzadas en diciembre. Los países de la alianza se comprometieron a reducir su producción en 1,2 millones de barriles al día en total para apoyar los precios.
Manuel Quevedeo, el ministro del petróleo de Venezuela, uno de los miembros del cártel inmerso en una grave crisis política y económica, destacó por su parte en Bakú sus buenas relaciones con Rusia.
«Nosotros seguimos cumpliendo con Rusia nuestros compromisos (…) Seguimos avanzando, seguimos fortaleciendo cada vez más esta relación. Vamos a abrir una oficina de Pdvsa (la petrolera nacional) en Moscú», dijo el ministro.
Alianza a largo plazo
Los miembros de esta alianza informal, llamada OPEP+, tienen previsto abordar este lunes una posible prórroga de este acuerdo y podrían también decidir de la manera de hacer duradera su alianza a largo plazo.
«Institucionalizar un marco de cooperación a más largo plazo entre OPEP y no OPEP es muy importante estratégicamente, más importante que nunca» para «evitar repetir la tormenta que conoció el mercado en 2014», dijo el ministro saudita.
El pacto acordado en 2016 entre la OPEP, que representa un tercio de la producción mundial de petróleo, y una decena de países no miembros, incluida Rusia, permitió estabilizar el mercado tras el hundimiento de los precios.
El precio medio del barril en 2016 era de alrededor 40 dólares. Los precios cayeron considerablemente desde entonces y en 2018 el precio medio del barril se acercaba a los 70 dólares.
Además el acuerdo dio lustro a la OPEP, en un momento en que parecía perder protagonismo, y dio nueva influencia a Rusia, convertida en el árbitro del mercado petrolero.
La reunión organizada en Azerbaiyán, un país aliado de la OPEP que propuso acoger el encuentro, servirá a este país para atraer inversiones y modernizar así sus vetustas instalaciones petroleras.
La reunión pone a esta exrepública soviética del Cáucaso «en el centro de la atención del mercado petrolero mundial y da a los responsables del sector energético la ocasión de reunir a sus ministros clave», dijeron los analistas de S&P Global Platts en una nota.
«Azerbaiyán necesita atraer la atención de nuevas inversiones si quiere conseguir sustituir las reservas actuales y mantener sus volúmenes de producción en las próximas décadas», indicaron los analistas, subrayando que el país no descubrió nuevos campos petrolíferos desde la caída de la URSS en 1991.
Si el país ya aprovechó su participación en el acuerdo OPEP+ para reforzar sus relaciones bilaterales con Arabia Saudita, la reunión del lunes debería permitir explorar las oportunidades de inversión para su compañía petrolera nacional Socar.
El presupuesto de este Estado bañado por el mar Caspio depende de los hidrocarburos, que representan la mayor parte de sus exportaciones.