Energía y Petróleo

Ruperti aumenta su negocio del coque mientras Pdvsa vive declive de exportaciones

Los números no pintan bien para Pdvsa. Las exportaciones de crudo vienen cayendo en un momento en el que el precio del petróleo ha subido. Una oportunidad pérdida para Venezuela, señalan desde Ecoanalítica

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La exportación petrolera en Venezuela retrocede a grandes pasos. En octubre, Pdvsa registró el cuarto promedio mensual más bajo en lo que va de año, según los datos de monitoreo de la agencia Reuters. Por su parte, la caída en las exportaciones se compensan un poco con la venta de derivados del petróleo como el coque, un negocio que se encuentra en manos de Wilmer Ruperti.

Pero vamos por partes. En octubre, un total de 25 cargamentos partieron de aguas venezolanas con un promedio de 533.968 bpd de crudo y productos, según los datos de seguimiento de petroleros de Refinitiv Eikon y los informes internos de exportaciones de Pdvsa.

Esto marca una disminución del 25 % con respecto a septiembre y una caída del 23 % con respecto a octubre de hace un año, según los datos.

Venezuela informó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo una caída de 57.000 bpd en su producción de crudo en septiembre a 666.000 bpd, la segunda cifra mensual más baja de este año. En diciembre pasado, PDVSA celebró haber alcanzado 1 millón de bpd de producción de petróleo, pero el aumento duró poco.

«Con ello, la producción petrolera del país ha promediado 725 kb/d (según fuentes directas) en los primeros nueves meses del año, manteniéndose alejado no solo de la meta de alcanzar 1 mb/d propuesta por el Gobierno para finales de año, sino también del promedio de 2019 (1,02 mb/d). Además, se ha observado cómo en cada uno de los trimestres de 2022, la producción promedio ha ido descendiendo, pasando de 757 kb/d en el primer trimestre a 672 kb/d en el tercero», señala la firma consultora venezolana Ecoanalítica.

El negocio del coque en aumento

La caída de las exportaciones petroleras ha sido parcialmente compensadas por el aumento de las exportaciones de derivados del petróleo y productos petroquímicos, incluidos el coque de petróleo y el metanol, que están proporcionando el efectivo necesario para PDVSA y otras empresas estatales.

La mayoría de las exportaciones de coque de petróleo este año han sido vendidas por Maroil, una empresa del magnate ligado al chavismo, Wilmer Ruperti. Según documentos vistos por la agencia Reuters, Pdvsa le vendería la tonelada en $45 y Maroil la vende en $220

Tras ver documentos y consultar con cuatro fuentes cercanas a la decisión, Reuters asegura que la empresa de Ruperti, con sede en Ginebra, ha impulsado las exportaciones y los clientes desde que firmó un pacto comercial con la petrolera estatal Pdvsa hace seis años. Sin embargo, desde agosto, todos los cargamentos de coque de petróleo que salen de la terminal José de Pdvsa en la costa este de Venezuela han pasado por Maroil, dejando que la petrolera estatal exporte un pequeño volumen desde su refinería Cardón.

¿Un negocio redondo para Ruperti?

El comercio de petcoke puede ser muy rentable. En abril, Pdvsa facturó a Maroil $45 por tonelada de coque de petróleo entregada desde su proyecto Petrocedeno, embarcada en el tanquero Arki. Un mes después, una empresa de cemento pagó a un revendedor $220 por tonelada por la carga a su llegada al puerto de Jaigad en India, según mostraron facturas y documentos de aduana.

La empresa del magnate venezolano ganó en teoría $175 por cada tonelada de coque. Si tomamos en cuenta que desde enero hasta mediados de septiembre, Venezuela exportó un total de 2,19 millones de toneladas de derivados del petróleo, el 70 % de los cuales fue coque de petróleo (1,53 toneladas), entonces estaríamos hablando de 383 millones de dólares.

¿Por qué la caída de la producción petrolera?

La producción y las exportaciones de petróleo de Pdvsa y sus empresas conjuntas han fluctuado este año debido a interrupciones, la falta de inversión sostenida y ungrupo cada vez menor de sociosdispuestos a continuar operando en el país, señala Reuters.

Según la firma consultora venezolana Ecoanalítica, esta caída obedece a las interrupciones del servicio eléctrico y de gas, la intermitencia de la llegada de cargamentos de insumos y diluyentes, reparaciones en los puertos de carga, la nueva exigencia de Pdvsa de prepagar los envíos debido a irregularidades de pagos, acumulaciones de inventario que han derivado en la interrupción de la producción para desacumularlos e, incluso, salida de algunos socios de las empresas mixtas que operan dentro del país.

«Más allá de las implicaciones que guarda la incapacidad de poder incrementar la producción nacional para recuperar su nivel previo a la llegada del COVID-19, estas limitaciones que ha tenido la actividad petrolera han derivado en que el país haya perdido la oportunidad de recibir mayores ingresos en el año en un contexto de precios elevados», señalan desde Ecoanalítica.

Para ejemplificar, se puede observar cómo ha evolucionado el precio del crudo de referencia Merey, el cual ha pasado de promediar USD 87,9/bl en el segundo trimestre a USD 79,5/bl en el tercero. Y este tipo de circunstancias extraordinarias continuarán sin aprovecharse hasta que entre la inversión requerida y la producción se estabilice.

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