Representantes sindicales y trabajadores de la industria automotriz del estado Carabobo pidieron al gobierno nacional que se resguarden los 11.000 empleos directos en este ramo en la entidad y los 100.000 a nivel nacional incluidos autopartistas y conexos.
Christian Pereira, secretario general del sindicato de FCA-Venezuela –antigua Chrysler- y presidente de la Federación Única de Trabajadores Automotrices, Autopartistas y Conexos (Futaac), solicitó a las autoridades gubernamentales que permitan participar a los empleados en la ejecución de un programa que sirva para redimensionar la industria automotriz a tal punto que pueda convertirse en exportadora de unidades ensambladas.
Pereira criticó que el sector no haya sido incluido como uno de los motores productivos definidos por el gobierno para atender la crisis económica.
“Si hay un mercado para importar, debería ser dirigido hacia las empresas que tienen personal y plantas aquí en Venezuela. Si hablamos de emergencia económica, de necesidad de producción, de que el país no tiene divisas, entonces no se puede permitir que cualquiera importe un carro sin respaldo técnico ni responsabilidades con el país”, destacó Pereira.
Las propuestas son definidas con claridad por el vocero sindical: Uno de los planes es que así como se están adquiriendo carros importados el gobierno debe evaluar el andamiaje necesario jurídico y fiscal y explorar las posibilidades de producción de las ensambladoras que hay en Venezuela y quien quiera traer un vehículo adquiera su kit de materia prima que sirva para armar la unidad en una empresa local.
Pereira consideró que la ubicación geográfica de Venezuela ofrece la posibilidad de que las automotrices puedan ensamblar y vender a países de la región, mediante los convenios regionales e internacionales del gobierno, como Mercosur y el ALBA.
– El peor año de la industria –
Pereira señaló que para nadie es un secreto que el 2015 puede ser considerado el peor año de la industria automotriz en Venezuela. “Los trabajadores de la industria y sus sindicatos nos negamos a morir y vamos a hacer todo lo necesario para participar porque conocemos la industria”.
Explicó que este sector consume divisas, no menos de 2.000 millones de dólares al año, pero en los últimos 10 años “se ha dedicado a producir vehículos para un segmento que poco aporta al país”.
Consultado sobre si conocían del plan que anunciará en los próximos días el gobernador de Carabobo, Francisco Ameliach, para recuperar la industria en el estado, Pereira y otros sindicalistas del sector aseguraron que desconocen el proyecto.
– Largas vacaciones –
Las vacaciones colectivas de las ensambladoras asentadas en Carabobo se extenderán este año hasta después del 10 de febrero, con la excepción de Ford Motor que aún tienen algo de materia prima para armar carros en estos días.
“No hay materia prima para este primer trimestre del año”, afirmó Pereira al concluir la rueda de prensa.
En el caso de de General Motor en Valencia, un grupo de sus empleados está de permiso-empresa desde agosto del año pasado, debido a la baja productividad de la planta.
En la planta de FCA-Venezuela esperan por la liquidación de unos 5 millones de dólares adjudicados en la última subasta de 2014, lo que permitiría ensamblar unos 500 carros modelo Forza.
Hyundai amplía su oferta de vehículos y camiones en el mercado venezolano. Los modelos de distinta gama están disponibles de manera inmediata para clientes que puedan pagarlos de contado. La falta de crédito en dólares es un obstáculo para todo el negocio de carros nuevos.
La marca europea de camiones Iveco se propone regresar con fuerza al hoy debilitado mercado venezolano y toma posiciones en la parrilla de salida. Desde hace cuatro años un grupo de inversionistas venezolanos y españoles opera la planta de ensamblaje de la Victoria, Aragua y este año lanza tres nuevos modelos.
En Europa y América del Norte se observan los indicios de recuperación más alentadores, y el panorama más negativo corresponde a Asia Sudoriental y América Latina y el Caribe. A nivel nacional, la recuperación del mercado de trabajo más fuerte se observa en los países de ingreso alto, mientras que las economías de ingreso mediano-bajo son las que salen peor paradas.
